Sarah Blard: "La vida cotidiana es un verdadero teatro y en los sueños, lo es aún más con una inmensa libertad"
¿Cómo definiríamos Fragmentos de Sueños?
Desde hace varios años me interesa la fina línea entre lo real y lo irreal, el sueño, entre la realidad y el mundo onírico con todas las contradicciones que de él se derivan.
El proyecto comenzó realmente con el ascenso al Stromboli, en Italia, una experiencia sorprendente durante la cual me inspiré con este volcán tan poderoso, peligroso y a la vez atractivo. Todos éramos frágiles y pequeños delante de él y ya podía ver con mi cámara escenas salidas de otros lugares, de otro mundo. También es un cuestionamiento sobre el ser humano en estos espacios naturales. En "Fragmentos de Sueños" hay un paralelismo entre las variaciones del subconsciente, del imaginario con las fluctuaciones del tiempo y la naturaleza.
Este proyecto es también una serie de fotografías tomadas con carretes analógicos. Trabajo principalmente con carretes y quería capturar estos momentos de ensueño en la película fotográfica con los accidentes y las sorpresas que esto produce.
Es curioso que en pleno boom de las nuevas tecnologías, la exposición sea a su vez un homenaje a la fotografía analógica…
Había una necesidad en mi proceso de volver al analógico. El carrete ofrece muchas opciones en cuanto a resultados, con un grano de diferentes tamaños e intensidades. Hay un lado impredecible presente de principio a fin, lo que da a las imágenes un lado mágico. Y luego me tomo mucho más tiempo, me concentro en el momento. No se pueden comprobar las fotos dos segundos después con un 35mm. No hay un resultado inmediato y se siente genial.
No me opongo a lo digital y disparo principalmente en digital para mi trabajo. Pero el analógico y el digital son dos procesos muy diferentes. El analógico y su textura natural me inspiran mucho más para mis proyectos artísticos.
Y con el carrete, tienes la oportunidad de manipular cámaras absolutamente hermosas. Sigo fascinada por la estética y la solidez de los viejos cuerpos de cámara. No sé cuántas cámaras analógicas tengo en casa, pero hay muchas...!
Y Sarah Blard, ¿piensa también que la vida vista desde un punto de vista analógico es más bonita?
No sé si es más bonita. Pero encuentro que un carrete está más cerca de lo inesperado, del alivio de la vida cotidiana. La película acentúa la magia, el misterio. Me gusta recordar que cada imagen que percibimos en nuestra vida cotidiana es sólo el fruto de un diálogo entre nuestro cerebro y nuestros ojos.
Una visión, digamos, hasta bucólica y romántica…
Una visión onírica pero con sus lados oscuros, intensos, poéticos y ásperos. No estoy tratando de mostrar sueños suaves en un mundo perfecto. Busco constantemente el contraste entre la oscuridad, las sombras y la luz. Ambas me atraen por igual.
¿Cómo es la fotografía que le gusta a Sarah Blard?
Una fotografía que me gusta es sobre todo una fotografía que me conmueve, con una autenticidad en el universo y el mensaje transmitido. Trabajo con la emoción. Una de las primeras fotógrafas de las que me enamoré de niña fue Sarah Moon con sus polaroids de otro mundo. Trabajo principalmente en color pero también soy un gran fan de la fotografía en blanco y negro.
Es muy apasionante descubrir cómo cada persona interpreta una imagen de manera diferente según su historia, su sensibilidad. No me gusta mucho cuando todo se explica. ¡Ya tenemos demasiadas explicaciones, demasiadas reglas en nuestra vida diaria! Qué agradable sensación de tener una libertad de sentimientos.
Cuéntanos un poco de ti, ¿quién es Sarah Blard y porque ama la fotografía?
Empecé a fotografiar hace más de 15 años y trabajé paralelamente en proyectos de teatro, escritura y música. La música sigue estando muy presente en mi vida y es una parte integral de mi trabajo fotográfico.
Creo que la fotografía siempre ha estado ahí, desde que era muy joven. Ya de niña podía sacar instantáneas usando carretes enteros en mi jardín con la cámara de mis padres. ¡Mi perro era mi modelo principal! Luego tuve una fascinación por los charcos de agua con los reflejos de las luces urbanas y las siluetas de los transeúntes.
Luego me mudé a Australia y empecé a sacar fotos en la naturaleza. Me impresionó la inmensidad de este país. Viví en Australia durante 6 años y creo que mi acercamiento a la naturaleza comenzó allí. Entonces tuve la oportunidad de viajar un poco y descubrir lugares aislados y salvajes donde la fotografía se hizo más y más importante.
Soy una persona sociable pero también necesito mucho tiempo a solas para crear y la fotografía ofrece este viaje introspectivo. De hecho, es un arte que te permite conocer a tanta gente, vidas, historias interesantes pero también encontrarte a ti misma.
Viviendo en París tendrás fácil retener sitios con encanto ¿o es París una ciudad sobrevalorada?
París es una ciudad hermosa que me parece que se vuelve aún más enigmática al caer la noche. ¡Bueno, debo admitir que estoy fascinada por la noche! Hoy en día no estoy a menudo en París porque trabajo mucho en Europa, principalmente en España, Italia y Alemania. Pero cuando estoy allí por un tiempo, me gusta inspirarme en ir a ver exposiciones y conciertos. Necesito alimentarme de cultura, es primordial. Es difícil para mí quedarme allí demasiado tiempo, y necesito alejarme de ella con suficiente frecuencia. Tengo una necesidad demasiado grande de naturaleza, de espacio, de silencio.
De todos los lugares que has visitado, ¿con qué dos te quedarías y por qué?
Es una pregunta bastante difícil porque la belleza de los lugares que visito a menudo está moldeada por lo que siento en ese momento, así como por la persona que me acompaña. Soy un nómada que se adapta y ya he vivido bastante en el extranjero. Australia siempre estará grabada en mi corazón porque viví allí durante 6 años. Melbourne es una de mis ciudades favoritas. Italia es también un país donde siempre me siento bien. Más que un país, estoy unida a un limbo, un lugar donde estoy cerca de la gente que amo, con plantas, animales y música. Entonces este limbo es flexible y puede moverse a diferentes lugares.
Las fotografías en Fragmentos de Sueño son una oda a la belleza de lo antagónico, la vida siempre tiene dos caras ¿verdad?
Sí, totalmente. El camino de una vida nunca es un largo río tranquilo y estará sembrado de emociones a veces conflictivas, conflictos con uno mismo, con los demás, y luego con el apaciguamiento. Creo que todos buscamos el bienestar y la serenidad, pero todos pasamos por caminos a veces caóticos. La vida cotidiana es un verdadero teatro y en los sueños, lo es aún más con una inmensa libertad. Todo se multiplica por diez en la imaginación. Todo es posible. Creo que esto es lo que intento transmitir con "Fragmentos de Sueños".
¿Por qué elegiste Valencia para presentar esta exposición?
Llevo más de diez años viniendo a Valencia, tanto para ver a mis amigos como para trabajar.
"Fragmentos de Suenos" es la historia de un encuentro con los talentosos Luciana y Fernando que son dueños de MomentoLux, un centro de producción de fotografía de FineArt. Son personas de gran amabilidad y profesionalidad. Inmediatamente tuvimos una conexión sobre las sensibilidades comunes y mi trabajo les habló mucho. Estaban muy interesados en esta investigación sobre la naturaleza, el inconsciente, el sueño. Así que me ofrecieron exponer mi trabajo sobre este tema durante varias semanas.
Luciana y Fernando entendieron mi universo muy rápidamente y fueron capaces de proponer procesos de producción para mis fotos en total simbiosis con el mensaje que quería transmitir para "Fragmentos de Sueños". Me sedujo inmediatamente esta colaboración humana y creativa. Produjeron grabados únicos para la exposición usando a veces técnicas poco comunes como los estampados de seda o el metacrilato de hoja de oro.
¿Dónde y hasta cuándo la podremos ver?
La exposición "Fragmentos de Sueños" se puede ver hasta el 10 de enero de 2020 en:
MomentoLux, Carrer del Literat Azorín, 30, bajo izquierda, Ruzafa, Valencia
Horario: Lunes a Sábado: 10h-14h / 17H-20H
Tel: +34 961 073 111
También estamos organizando una fiesta de fin de exposición el sábado 11 de enero donde estaré presente a partir de las 18.00h para todos aquellos que quieran hablar de la exposición, hablar de fotografía analógica, o simplemente pasar un buen rato para concluir este evento. La entrada es gratuita.
¿Qué es lo que más te gusta de Valencia?
Estoy muy apegada a Valencia porque he estado viniendo aquí muy regularmente durante más de diez años, a veces durante varias semanas seguidas. Me gusta mucho el estilo de vida amable de esta ciudad y su lado relajado, el enorme Parque del Antiguo Cauce del Río en el centro. A menudo voy allí con mi cámara. Todavía recuerdo los primeros años en los que me perdía con alegría en las pequeñas calles del Carmen. La ciudad vieja es realmente hermosa, con sus pequeñas plazas. Desde hace unos años, cuando vengo, estoy basada en Ruzafa. Un barrio de estilo diferente pero me siento muy bien allí.
