M. J. Zapater reedita En la flor de la rambla
En la flor de la rambla abre sus hojas de nuevo, cuatro años después de su primera edición. Con nueva portada, M. J. Zapater nos ofrece el mismo ramo de relatos que ya en su día vio la luz sin prólogo ni aval, en el mismo pequeño formato. Al respecto ironiza su autora: «El librito es de lo más raro: está bien escrito. Es además tan flexible, que puede leerse como novela o yendo a salto de mata, de flor en flor». Las historias florales recogidas buscan lo impecable: son breves y en su punto de gracia expresiva. Así, encontramos un narciso tocando su trombón, una flor de azahar plantada en el altar, una chumbera que es un faquir o una jovencita con rastas hecha un amaranto, entre otras imágenes. Conocimientos de botánica de andar por casa (ajardinada) se combinan con su visión fantástica de las flores (desde las comunes a las más estrafalarias), poniendo un punto de ternura aquí y otro de regusto algo cínico allá. Cada hoja tiene la misma mesura y cuidado; como ella afirma, «florituras, las justas, y ajustadas».
La revisión del texto, a cargo de la misma Zapater, se ha limitado «apenas a unos casos puntillosos relativos a la combinación de este signo (el punto) con las comillas, casos en los que no siempre hay consenso entre los mismos lingüistas». A esta periodista atípica le gusta poner los puntos sobre las íes «y la ilusión a punto», puliendo obsolescencias prescindibles pero también manteniendo barricadas contra la propia Real Academia, como a la hora de seguir distinguiendo entre 'sólo' y 'solo': «No es lo mismo, ni lo será jamás, "entrar al bar solo para distraerse" que "entrar al bar sólo para distraerse". Yo sigo fiel a la vieja escuela».
Estas flores o historias, enlazadas por un galán que irrumpe en un bar, precisamente, han sembrado en este tiempo la imaginación del círculo de los sabuesos lectores que apostaron por deshojar sus páginas. De ellas brotan personificaciones de 32 flores, «en un escaparate original y mimado en el que cada palabra ha sido escogida y ubicada con exactitud para dejar sus notas de fondo en el receptor», según Zapater. El poeta Blas Muñoz Pizarro ya apuntó de esta autora que, tanto en verso como en prosa, «'orfebre' sería la primera acepción que ella merecería por su trabajo literario». La periodista Eugenia Martínez, en la única reseña con la que esta obra cuenta, coincidió también en señalar que en esta obra «Zapater cautivará al lector por su excelencia».
En la flor de la rambla sólo está disponible físicamente en La Huerta de Pilar, donde también el curioso encontrará la novela Felio y la antología poética Sol de hastío, ambas de M. J. Zapater. La autora sirve ella misma sus obras, que también pueden adquirirse bajo demanda en plataformas como Amazon.