Escoband y Nudo Windsor, juntos, en el Wah Wah Club el próximo 19 de febrero

Foto: Flickr.

Los valencianos Ecoband son jóvenes, pero son conscientes de que no hay otra senda para lograr el reconocimiento que el trabajo. El trabajo incesante. Desde que comenzaran a dar sus primeros pasos, hace poco más de un par de años, son seis ya las entregas discográficas que han facturado.

Lo han hecho empleando dos idiomas, primero el inglés y luego el castellano, y han puesto en práctica el clásico aprendizaje por el que pasa cualquier banda que aspira a encontrar su propia voz para hacerse escuchar en el sobresaturado panorama del pop y el rock estatal, moldeando su propuesta a través de diferentes estilos. Seguramente por eso, su nuevo EP,El Arte de Estar Solo, esté más cerca que ninguno de sus precedentes de dar la medida real de sus posibilidades. Tras sus anteriores trabajos, los EPsRe-born(2012),Involution(2013) yZero(2014) y los álbumesFirst Season(2013) yTiempo(2015), el quinteto que forman Enrique Corona, David Sanchis, Andrés Sanchis, Carlos Alonso y Francisco J. Martínez vuelve ahora con cuatro nuevas canciones que bajan las revoluciones y tratan de hacer de los claroscuros emocionales su principal razón de ser.

El paso al castellano les dio el aval para que su mensaje llegue, con menos mimetismos y envaramientos, a ese público amplio al que apelan sus canciones, que al fin y al cabo es el de esos festivales cuya asistencia se cuenta por decenas de miles.

En su favor hay que decir que lo hacen sin excesivas deudas, porque ni se fijan con descaro en esa élite de bandasindiesque son presencia recurrente en todas las grandes citas ni tampoco se les ocurre abusar del manido patrónpost punk, pese a que la pesadumbre sea el nexo común que une "Bipolar", "El Arte de Estar Solo" (estrenado hace unos días, acompañado de su correspondientevideoclip), "Miserias" o "Si Te Vas". Cuatro canciones que fluyen con la naturalidad de la ausencia de pretensiones y con unos textos sencillos, en absoluto crípticos.

Cuatro canciones en las que desechan la fibra de anteriores discos para robustecer las texturas, tramando letanías que podrían remitir a la tradición de los años 80 hispanos, aquella época en las que las canciones sin dobleces eran moneda común en cualquier emisora de FM. Tanto en su versión más pop como en la más sombría, que es la que acaba prevaleciendo en estas cuatro composiciones. El quinteto valenciano sabe que las canciones pueden ser el reflejo más honesto de la experiencia que supone vivir, y que el crecimiento creativo solo se adquiere a base de humildad y trabajo. La última palabra, como siempre, la tiene el público. Pero la parte del trato que a ellos les corresponde ya está hecha, y lista para ser rodada en cualquier escenario.

Carlos Pérez de Ziriza.

Nudo Windsor

Las canciones que contiene Diaresïs beben de la potente escena que, bajo el nombre de post-punk, cambió la cara del rock internacional hace varias décadas. Un sonido eléctrico y poderoso que, al mismo tiempo, también invita al baile, siguiendo con acierto e inspiración los preceptos de una fórmula que cultivan con éxito otras formaciones como Franz Ferdinand.