Visita a las obras de rehabilitación del Tinglado 2
El Director General del Consorcio València 2007 (CV07), Vicent Llorens, y el Director Estratégico, Ramon Marrades, han recibido hoy a las 9h al Presidente del CVO7 y Alcalde de València, Joan Ribó, y al Vicepresidente Segundo del CV07 y Conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, para visitar las obras de rehabilitación del Tinglado 2, que se iniciaron el pasado 24 de mayo. También han asistido a la visita representantes de Arkitera S.L.P, autores del proyecto, y de las empresas contratistas, la UTE Grupo Bertolín SAU- Martín Casillas SLU.
Los asistentes han podido accedir a una muestra del proyecto original del Tinglado 2, inaugurado en 1917, cuyas fotografías conserva todavía la Autoridad Portuaria de València. Según han explicado desde Arkitera, estos documentos han permitido elaborar un proyecto de rehabilitación de gran rigor y exactitud histórica.
La sociedad valenciana de arquitectos Arkitera S.L.P dirige esta actuación cuyo objeto es recuperar la seguridad, la salubridad y los elementos de decoración de este edificio histórico catalogado como Bien de Relevancia Local.
La rehabilitación del Tinglado 2 contempla actuaciones en la estructura metálica, en la estructura general (muros, arcos, columnas etc), en los revestimientos, en la decoración, en la carpintería y en los vidrios. El presupuesto es de 554.014’45 € (IVA excluido) y el plazo de ejecución es de 23 semanas.
Según estas previsiones, en el otoño de 2018, el Tinglado 2 volverá a lucir su belleza original, en perfectas condiciones de seguridad. Con esta obra, el Consorcio València 2007, promotor de la misma, recupera patrimonio histórico y pone a disposición de la ciudadanía un espacio versátil y de calidad, para el disfrute de las personas y para que colectivos y asociaciones locales puedan realizar sus actividades. Con la mejora del espacio público, el CV07 contribuye a la apropiación ciudadana y a la activación productiva de La Marina de València.
El Consorcio trabaja también en el proyecto de recuperación del entorno del Tinglado 2, edificio histórico que liga al mar con la ciudad. Sobre un área de 12.250 m2, se creará una gran plaza arbolada, dotada de elementos de sombra, juegos y zonas deportivas, que aproximará físicamente La Marina a los barrios cercanos.
Según palabras del Alcalde Joan Ribó, iniciativas como esta demuestran que “La Marina está funcionando” y que “Valencia va a estar mirando al mar.” El Conseller Vicent Soler ha destacado también el valor de recuperar “una gran ágora” para la ciudadanía.
El Tinglado 2
Los tinglados constituyen uno de los conjuntos arquitectónicos más emblemáticos en la construcción de un imaginario cosmopolita consagrado a la industria y el comercio, que asocia a València con el progreso y la modernidad.
A finales del siglo XIX e inicios del XX, el aumento del tráfico de mercancías en el puerto de València, debido a la exportación frutícola y vinícola, motivó la necesidad de crear naves de almacenamiento inexistentes hasta el momento. Así fue como, entre 1911 y 1923, se construyeron los tinglados, cobertizos destinados a depositar y clasificar mercancías, sobre todo naranjas, uvas, arroz y cebollas, las principales especialidades derivadas del nuevo modelo de agricultura valenciana.
La edificación de los tinglados se enmarcó dentro del Plan General de Ensanche y Mejora del Puerto de València (1910), dirigido por el ingeniero José María Fuster. Siguiendo las directrices de Fuster, el subdirector de obras del puerto, Federico Gómez de Membrillera, diseñó la disposición, distribución y el estilo arquitectónico de seis tinglados, de los cuales hoy se conservan tres (el 2, el 4 y el 5).
Los tinglados son elementos patrimoniales singulares por su dualidad de lenguajes arquitectónicos. Por una parte, su funcionalidad se evidencia en la
robustez de su estructura de hierro, material noble propio del nuevo orden industrial y moderno, utilizado como estructura de los edificios hasta la llegada del hormigón armado. Es el caso, por ejemplo, de la Estación del Norte y el Mercado Central de València que, junto a los tinglados, proyectan el espíritu de toda una época. Por otra parte, los tinglados destacan también por sus elegantes líneas y ornamentos de inclinación neo barroca propia del eclecticismo valenciano, como los relieves alusivos al comercio y a la navegación o los mosaicos cerámicos policromados de temática frutal.
Tras haber sufrido bombardeos, riadas, varias modificaciones y daños, en 1984 el Puerto Autónomo de Valencia redactó un proyecto de restauración cuyo resultado es el aspecto actual del Tinglado 2. Desde entonces, los tinglados fueron reduciendo su actividad de trasiego de mercancías, debido a un desplazamiento de la actividad portuaria desde la dársena histórica hacia otras zonas.