Vinícolas by Raúl Aleixandre quiere potenciar la oferta nocturna del restaurante porque "la noche al borde del mar está por descubrir"
Raúl Aleixandre capitanea el restaurante Vinícolas by Raúl Aleixandre desde el año 2014. Criado entre fogones, afronta 2018 con una idea clara: que su local, ubicado en La Marina de València, se convierta en un nuevo foco nocturno que atraiga a la clientela al borde del mar. “Tan sólo siete minutos nos separan del centro de la ciudad”, destaca. “Hay que empezar a mover a la gente para que disfrute la dársena por la noche porque abre posibilidades infinitas, incluso con lluvia”, señala.
Cuatro años después, el restaurante ha logrado situarse en el club de los mejores restaurantes de Valencia y uno de los referentes nacionales. Ubicado junto al canal marítimo y con vistas a la dársena, Vinícolas, que cuenta con dos soles de la Guía Campsa, es un moderno espacio diáfano y transparente, con 250 metros cuadrados y una terraza frontal con vistas panorámicas.
El restaurador valenciano es Premio Nacional de Gastronomía. Tras un aprendizaje que le ha permitido conocer los fogones de El Bulli o El Celler, experimenta cada día en su cocina con la premisa de que la carta, donde se mezclan las últimas técnicas con la tradición mediterránea, logre un sello made in Aleixandre. Al chef le cuesta destacar algunas de sus creaciones, pero no duda en destacar los buñuelos de bacalao, la ortiga de mar en tempura, navajas en gelée con salpicón de verduras o la merluza con jugo de hervido valenciano. “Pero el plato que mayor demandan nuestros clientes es el arroz a la plancha, sin duda ninguna”, señala.
“Fue mi socio, Nicolás Quiles, quien me trajo por vez primera a La Marina de València. El flechazo con el lugar fue inmediato”, recuerda. “Este es mi barrio, los paisajes en los que he crecido y aquí están mis raíces”. Además, en un doble salto, decidieron contar con su propia bodega “lo que nos permite una amplia variedad de precios y diría que una de las ofertas más originales del momento. En Vinícolas tratamos el vino como materia prima, es decir, con mucho mimo y con un filtro de selección muy alto”.
A la hora de confeccionar, de pensar en el abanico que compondrá el menú, el cocinero valenciano dice que lo tiene fácil. “Sólo la posibilidad de ir a la lonja de pescadores todos los días, ver el género recién descargado de los barcos nos abre nuevas posibilidades en la elaboración de platos forma permanente. Nos pone las pilas cada mañana”, destaca. El cocinero centra su trabajo en aplicar nuevas técnicas a la cocina de siempre pero con el reto de conseguir una oferta de platos que logren un sabor que recuerde siempre dónde vivimos: junto al mar.
Dedica casi todas sus horas al restaurante. “Además de trabajar, disfruto de este espacio marítimo innovador y abierto que pocas ciudades europeas tienen. Siempre me he preguntado por qué a la gente, en general, le cuesta tanto coger el coche y venir a La Marina de València. Hay aparcamiento y está vigilado. No sé qué más podemos pedir los valencianos”.
Junto a la clientela habitual de poder adquisitivo alto-medio, el chef quiere que pueda acudir un público más variado. “Para ello lanzamos de forma habitual promociones en portales digitales especializados a partir de 25 euros, una cantidad más que razonable si tenemos en cuenta tanto el producto que ofrecemos como el entorno increíble en el que nos encontramos”.
La Marina de València se ha situado como cita gastronómica obligada de la ciudad. Con 18 restaurantes, destaca por una oferta que incluye todo tipo de comidas y de menús para todos los bolsillos. Entre ellos, Vinicolas by Rául Aleixandre intenta, además, que los valencianos disfruten del ocio nocturno a la dársena.
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