El investigador Andrea Bombi sitúa las primeras representaciones líricas de València a finales del siglo XVII
Andrea Bombi, profesor titular del Departamento de Filología Francesa e Italiana de la Universitat de València, ha avanzado al menos al último cuarto del siglo XVII las primeras representaciones de teatro lírico en València. Las mejor documentadas son dos producciones ligadas a la Academia de Valencia: la reposición, en 1690, de La fiera, el rayo y la piedra de Calderón; y Aire, tierra y mar son fuego, de José Ortí y Moles, representada en 1682.
Además, el investigador de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación recuerda que la Academia de Valencia, al menos desde 1691, fue produciendo fiestas teatralizadas con música asimilables al teatro lírico. En este sentido, Andrea Bombi considera que la localización de un libreto que documenta la representación en València de la obra La entrada de Baco en Tebas, el 6 de febrero de 1705, en absoluto identifica la primera representación de teatro lírico en Valencia, como se difundió a mediados de abril a raíz de una investigación de Nieves Pascual, catedrática en el Conservatorio Superior de Música de València.
El experto de la Universitat de València apoya su tesis en que también el filólogo Pasqual Mas i Usó reconstruye en su tesis doctoral (1993) la genealogía de estas fiestas “azarzueladas” a partir al menos de 1685. Además, recuerda Bombi, el erudito Arturo Zabala incluye estos episodios entre las manifestaciones de teatro musical anteriores a las producciones de ópera italiana de Francesco Corradini, tanto en el Palacio Real como en el Teatro de la Olivera de València, entre 1728 y 1731.
Según el profesor de la Universitat de València, la localización de La entrada de Baco en Tebas “es un logro importante y útil para completar un cuadro histórico ya reconstruido en sus líneas maestras”, y proporciona “un documento más de la difusión del teatro lírico hispano, bien asentado en la Península desde mediados del siglo XVII”. Sin embargo, “relacionar, como hace Pascual, esta producción con la recepción en València del teatro musical italiano solamente crea confusión”, al tratarse de dos fenómenos bien distintos. En este sentido, concluye el especialista, “interpretar las fuentes en cuadros coherentes es más importante que establecer este o aquel hito cronológico”.
Andrea Bombi considera que un hallazgo de esta relevancia debería haberse difundido en el ámbito científico previamente a los medios de comunicación, contrastándolo más pausadamente con la investigación producida por el personal especialista en musicología y filología de los últimos 20 años, a fin de poder completar el ámbito teatral valenciano de los siglos XVII y XVIII.