Valencia podría estar donde actualmente se encuentra Ciudad Real pero ¿por qué?
Obviamente el mapa de nuestro país es el que es y a los valencianos y valencianas que no nos toquen la terreta, ¡ni por asomo! El creador del mapa de la fotografía de este artículo ha llevado a cabo una curiosa redistribución del mapa del país basándose en criterios de tamaño y de población.
En realidad es un curioso ejercicio de imaginación cartográfica que consiste en reasignar los territorios, de modo que la provincia más poblada ocupe el territorio más grande, y así sucesivamente. Es decir cuánto más habitantes tiene una provincia, mayor tendrá que ser su territorio. Y así hasta completar las 48 provincias españolas, a excepción de Ceuta y Melilla.
Por su número de habitantes, a Valencia le tocaría un territorio más grande que el actual. O lo que es lo mismo cambiaríamos nuestra Albufera, nuestro Mercado Central, la Lonja, la playa de la Malvarrosa, la preciosa iglesia de San Nicolás o nuestros carismáticos barrios del Carmen o el Cabanyal por… ¡atención!
En vez de visitar la Basílica de la Virgen de los Desemparados iríamos a ver la Catedral de Nuestra Señora del Prado. Cambiaríamos la Iglesia de Santa Catalina por la Iglesia de San Pedro, la Biblioteca de San Miguel de los Reyes por el Convento de las Carmelitas Descalzas, las Torres de Quart por la Puerta de Toledo, los Viveros por el Parque de Gasset… vamos nuestros sitios más emblemáticos serían ahora los de Ciudad Real y en vez de arrozales veríamos molinos en los aledaños de las carreteras.
Valencia se quedaría sin mar pero no seriamos los únicos. Los canarios dejarían sus preciosas islas para ser también provincias de interior, concretamente ocuparían lo que hoy es Aragón. Mientras que, de repente, Cuenca, Teruel, Ávila, Guadalajara, León, Segovia o Soria, ciudades de interior, pasarían a tener mar. Valencia sería ocupada por otra provincia que saldría beneficiosa en lo que a mar se refiere: Gerona.
Con este nuevo mapa, el poder económico del país -las ciudades más ricas de España- se concentrarían en el centro oeste de la Península lindando con Portugal. Extremadura cambiaría Cáceres y Badajoz por Barcelona y Madrid, nosotros tendríamos de vecinos a Vizcaya, Málaga y Coruña. Y nuestros actuales vecinos, Castellón y Alicante se irían bastante más lejos. Alicante ocuparía el actual territorio de Huesca cambiando el mar por los Pirineos, mientras que Castellón pasaría a ser un territorio del interior de Castilla y León, en concreto Valladolid. ¡Un desacato!