"Tenemos siempre varios retos, conseguir que toda mujer o pareja, que tenga problemas de infertilidad, pueda tener un bebé sano en casa"
Viuvalencia.com se solidariza con la realidad social existente e invita, a través de su portal digital, a la “Jornada sobre Infertilidad y Reproducción Asistida” que se celebrará el día 1 de abril en Valencia, en el IVI, pl. Policía Local, 3.
La entrada es gratuita pero es necesario inscribirse. Puedes hacerlo en: https://goo.gl/forms/cHBlQWwY47sE661h1 Para más información: hola@redinfertiles.com
Todo tiene un por qué, debido a la comunicación de Mari Orero, Delegada en Valencia de la Asociación Red Nacional de Infértiles, nos motivó sus palabras:
“Hoy vivimos en una sociedad de libertades donde cada cual decide su camino, hoy una mujer decide una vida sin hijos sin esa obligación divina de tener que concebir. Hoy tener hijos ya no es un “se debe”, Hoy tener hijos es más bien un deseo, un “querer”. Admiro y respeto quien decide esa vida sin la obligación de crianza, pero yo deseo, yo quiero y con dolor digo, no puedo.”
“Pero aun así mi naturaleza humana se pregunta ¿Quién se cree la vida para arrebatarme el poder de dar vida? Aún así, mi orgullo se pregunta ¿Por qué a mí?”
“Mi objetivo es ser madre por encima de todo y da igual de la forma que sea, porque ser madre no es parir, ser madre es vivir amando y dando lo mejor de ti para que ese niño/a dé lo mejor de sí en la vida”
Desde 1990 Valencia cuenta con el IVI, Instituto Valenciano de Infertilidad, reconocido internacionalmente y al frente, desde 2003, su Directora Amparo Ruiz. Si me permiten, queridos lectores/as, los genios son verdaderamente humildes y además se dan a los demás, en este caso a generar lo más bonito de la creación, la vida.
C.S. – IVI, Instituto Valenciano de Infertilidad está reconocido internacionalmente y lo tenemos en Valencia. ¿Cómo empezasteis?
A.R. – Empezamos como Centro, el primero en España, que estuviera dedicado al estudio y tratamiento de la infertilidad.
C.S. – De esto hace 27 años.
A.R. – Exactamente, el 20 de marzo del 1990, empezamos con una vocación muy clara de investigación, de docencia, de formación continuada; empezamos en una clínica muy bien montada, pequeña entonces pero ya queríamos que fuera un referente en infertilidad. Nosotros habíamos vivido el modelo americano del trabajo en equipo para conseguir la excelencia profesional.
C.S. – ¿Cuáles son los pilares del IVI?
A.R. – Tres, la excelencia en el tratamiento, es decir, conseguir los mejores resultados y el mejor trato humano, la formación en la docencia, como en nuestra propia formación continuada y la investigación, porque en este camino de la medicina y especialmente de la reproducción, que va tan rápido, sino avanzas, atrasas. No basta con trabajar bien y hacer lo que leemos o estudiamos, cierto nivel de investigación es necesario, ensayos clínicos de la conservación de la propia calidad, aquí no se puede estar parado. En los tratamientos de reproducción se necesita que los pacientes acudan a la clínica varios días, durante el tratamiento, con lo cual es muy incomodo tener el centro de reproducción lejos de casa porque te tienes que desplazar, ahora, la tecnología y la experiencia nos ayudan a poder hacer el menor número de controles o visitas posibles. Siempre es necesario durante un ciclo de reproducción hacer varias visitas durante unos quince días.
C.S. – Tienes un gran legado familiar plasmado en ayudar a los demás…
A.R. – Legado heredado de mi padre, de mi abuelo y de mi bisabuelo, de hecho, mi hijo es la quinta generación de médicos de la familia.
C.S. – Para mí has sido una gran emprendedora muy exigente consigo misma.
A.R. – Todos los que estamos en una profesión de cierta cualificación solemos ser gente exigente consigo misma porque necesito ser muy exigente con mi equipo y eso si no empieza por uno mismo no tiene credibilidad.
C.S. – ¿Es posible obtener óvulos de células de tu propia piel?
A.R. – Igenomix ha conseguido obtener óvulos a partir de células de la piel, en lugar de fecundar un óvulo con un espermatozoide, se trata que las mujeres que no tienen ovarios o no producen óvulos de buena calidad puedan, y esto son los avances que se están haciendo para que una mujer no tenga que recurrir a una donación. Por el momento es experimental y mientras, el tratamiento de ovodonación es estupendo, muy eficaz, tiene muy buenos resultados. España es el país número uno en donaciones de órganos, año tras año desde hace más de diez años. Por eso tenemos bastantes donantes, tanto de semen como de óvulos, y eso permite que muchas parejas y muchas mujeres puedan tener hijos aún de no producir sus propios óvulos…
C.S. – ¿En qué estado está?
A.R. – Todavía falta bastante para que pueda aplicarse a nivel clínico, pero ya se ha conseguido paso crucial, el primer paso.
C.S. – ¿Cuál es el reto del IVI?
A.R. – Tenemos siempre varios retos, conseguir que toda mujer o pareja, que tenga problemas de infertilidad, pueda tener un bebé sano en su casa, queremos tener los recursos científicos necesarios para poder seleccionar un buen embrión que implante y que dé lugar a un niño sano en casa sin efectos adversos, ese es nuestro objetivo principal. Pero más allá, en el campo de la medicina, cuando realmente mejora es cuando pasa de curar a prevenir. Hace unos años, en infertilidad parecía imposible la prevención de la patología, de la infertilidad, parecía que solo podíamos curar, o incluso ni siquiera curar, solucionarla puntualmente.
C.S. – Pero estáis haciendo campañas muy buenas de prevención.
A.R. – Lo que queremos, tanto con la posibilidad de obtener óvulos de las propias células somáticas de la persona o con la preservación de la fertilidad o con todos los frentes que estén a nuestro alcance, es prevenir la infertilidad causada por la edad, que es la más frecuente hoy en día. Estamos haciendo la campaña del conocimiento de la propia reserva ovárica para la preservación de la fertilidad para cuando sea necesaria. Mi ilusión sería que todas las mujeres la incluyeran en su revisión ginecológica, igual que todos los años comprueban que no tienen células que se puedan convertir en cáncer de cuello de útero, pues que comprobaran cómo está su reserva ovárica y cuando vieran que su reserva estuviera en un nivel comprometido tengan la opción de congelar sus óvulos cuando todavía son buenos para la reproducción, tampoco queremos que las personas vengan a preservar la fertilidad cuando no hay nada que preservar.
C.S. – ¿A qué edad?
A. R. – Antes de los 35 años, si vienen más tarde y tienen óvulos de buena calidad también lo preservamos. El mensaje es: Lo importante es conocer tu reserva ovárica, porque la de cada mujer es diferente. A lo mejor, una persona de 32 años puede tener mucha menor reserva ovárica que otra persona, también de 32 años, en las mismas circunstancias, porque todas no nacen con los mismos óvulos, ni gastan los mismos óvulos cada mes (porque no se gasta un óvulo cada mes, se gastan muchos) La biología nos empuja a tener hijos a una cierta edad, pero la sociedad nos empuja a tenerlos más tarde. Lo que tratamos es de coordinar la realidad biológica con la realidad social. Lo primero es conocer la reserva ovárica de una manera muy sencilla porque se trata de medir el nivel de la hormona antimülleriana en sangre, y lo hacemos de forma gratuita, porque estamos intentando concienciar a la gente de una necesidad que no sabe que tiene. Las mujeres con edad inferior a 35 años ni se imaginan en ponerse a pensar en su fertilidad y menos a los 28 o 30 años o si lo piensan, no piensan que tienen que dar un paso adelante. ¿Qué hacemos para concienciar? Necesitamos un cambio de mentalidad. Es lo mismo que cuando yo empecé en la infertilidad, la fecundación in vitro era algo de otra galaxia, porque no estaba en la mentalidad de las personas en aquella época. Nosotros nos empeñamos en ello, una labor de divulgación enorme. Hoy en día no hay nadie que no sepa que existen los tratamientos de reproducción y que están al alcance. Ahora el siguiente reto es hacer lo mismo con la preservación de la fertilidad.
C.S. – ¿Cuántos niños han nacido gracias al IVI?
A.R. –. Más de 125.000 niños y más del 4 % de las personas que viven en el mundo son por reproducción asistida, es una realidad total, muchos son por donación de óvulo. Alguna pareja y especialmente a una mujer le dicen: Tu única opción es la donación de óvulos; es un choque importante. Necesita asimilarlo y no es fácil de repente aceptar que el hijo que querías tener no llevará tus genes. ¿Podemos evitarlo? Sí, porque lo que vas a hacer es preservar tus óvulos para ser tu propia donante. Eso ha sido gracias a los avances en la vitrificación que hace que un líquido se convierta en sólido sin producir hielo, es una congelación ultra rápida y de esta manera, no se producen los cristales de hielo que dañan las estructuras en el interior de la célula.
C.S. – Otro reto, me comentabas, que sean embarazos sanos y evolutivos que consigan un niño sano…
A.R. – La mayor causa de infertilidad es la edad, cuando nosotros empezamos la mayor causa era la obstrucción de trompas. El problema de la edad es que no solo no hay óvulos de buena calidad que consigan embriones, es que además los embriones que se forman, en un elevadísimo porcentaje, tienen alteraciones cromosómicas. ¿Qué es súper importante? Analizar cromosómicamente los embriones. Hacemos un diagnóstico genético preimplantacional (DGP). Nosotros, de los embriones obtenidos en el laboratorio, estudiamos cuáles son cromosómicamente normales y cuáles no, pudiendo transferir siempre un embrión que tenga una buena morfología y que además, sea cromosómicamente sano. Desde que indicamos Diagnóstico Genético Preimplantacional a todas las mujeres, a partir de 38 años, desde que hacemos todas las transferencias de embriones en el estadio más avanzado posible, desde que tenemos laboratorios de nueva generación, de hecho hemos reformado todo nuestro laboratorio con incubadores de última generación, en los últimos 10 meses hemos aumentado las tasas de implantación en 9 puntos que eso en el nivel que ya estábamos es muy elevado.
C.S. – Que el donante tenga una misma mutación que el paciente. ¡Esto es súper importante!
A.R. – Hablamos de la prevención de recién nacidos con graves enfermedades genéticas, porque una cosa son alteraciones cromosómicas como por ejemplo el síndrome de down y otra cosa las enfermedades genéticas que están producidas por la alteración de un solo gen. Existen las enfermedades de herencia dominante y recesiva, en herencia dominante con que se herede la mutación de uno solo de los padres ya lo transmiten al hijo y herencia recesiva, que es más rara, es necesario que una persona herede el mismo gen afectado de sus dos progenitores para manifestar la enfermedad. La mayoría de las personas somos portadores de entre 2 y 8 mutaciones causantes de enfermedades raras y graves, pero portadores sanos porque solo tenemos la mutación transmitida por uno de nuestros progenitores. Nosotros podemos analizar 15.000 alteraciones genéticas responsables de más de 600 enfermedades recesivas en los dos progenitores para así saber si tienen una posibilidad aumentada de que el niño nazca con una de esas enfermedades. Lo que hacemos nosotros es el cribado genético a todos nuestros donantes de semen y a todas nuestras donantes de óvulos, pudiendo asignar el o la mejor donante compatible que no tenga las mismas mutaciones que el/la paciente.
C.S. – Amparo me quedo con tu lema de información y prevención, muchas gracias por la enorme información que has tenido a bien dispensarnos y enhorabuena por la iniciativa de las jornadas con la Asociación Red Nacional de Infértiles y el IVI, Instituto Valenciano de Infertilidad.
Foto cedida por IVI, foto cedida por María Orero y foto realizada por J. Félix Gimeno.
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