Sierra Leona: ''En la sociedad ya existen demasiadas etiquetas, así que en la música me gusta seguir mi instinto''

Es la banda con la que empecé, crecí y que me enseñó un montón de cosas. La banda decidió parar en 2016 por una falta de ilusión, llevábamos muchos años. Tras eso continué haciendo canciones, que es lo que realmente me llena, y surgió el proyecto de Sierra Leona en solitario con una banda de músicos maravillosa.

De 'Flaco favor' me llevo la experiencias, las tablas como se suele decir, porque fueron las primeras veces y aprendes de los obstáculos que te vas encontrando. Fue un poco como el primer amor, lo descubrí todo con aquella banda. Y Sierra Leona es la libertad absoluta, es poder hacer lo que quiera y tener gente que me deja crear en todos los sentidos. El proyecto surge el mismo año de la pandemia, tan solo un mes antes presentábamos el primer disco, y eso dificultó la difusión. Fue complicado porque ya habían muchas cosas programadas e ilusión, pero le pasó a todo el mundo, no fue un caso excepcional.

Fue muy bonito, emotivo. Después de trabajar en las canciones llevarlas al directo parece el último paso. Son momentos muy especiales y que disfruté tanto en acústico como en electrónico. Se trata de presentar a la gente las canciones. El proceso de creación es maravilloso pero el directo es la guinda del pastel.

Con 'Cruzar un río' tuvimos muy buena acogida, de hecho estuvo nominado a los premios Carlos Santos a mejor disco de pop, y con este segundo, 'Oro' nos han abierto las puertas a festivales. Pero somos conscientes de que esto es un trabajo de fondo, y voy con mucha cautela. Esto va de ir sacando fuerzas y música para ver por dónde va la historia. El feedback suele ser bastante positivo en ese aspecto, y es muy bonito cuando viene alguien después de un concierto y te dice que ha sentido mucho una canción. Es emocionante que ocurran esas cosas.

Totalmente (ríe). Da mucha rabia y es algo que he hablado con más gente, no sé por qué ocurre. Hay canciones en ambos discos que son muy importantes para mí que pasan desapercibidas, y luego hay canciones que no son de relleno -porque nunca pongo nada para rellenar-, pero que no te han costado tanto de componer y la gente prefiere. Y dices, ¿En serio? Si no la iba ni a meter en el disco.

Siempre he sido exigente, y he tenido que trabajar esto en terapia, porque te lleva a muchas frustraciones, a marcarte objetivos, etc. Estoy aprendiendo a soltar el látigo y darme mas palmaditas en la espalda, porque eso ayuda a que todo el proyecto funcione mejor. Como yo lo soy tanto, también lo soy con la gente con la que trabajo, y eso hay que trabajarlo a diario.

Sí. Yo no vivo de esto, y el proyecto cada vez demanda más atención. Soy una tía a la que le gusta trabajar, y dedicar tiempo a lo que hago. Desde la portada hasta el estilismo, me gusta estar pendiente, y es mucha carga del trabajo. Al final hay un agotamiento y tienes que delegar, pedir ayuda, porque los proyectos cada vez van a demandar más tiempo. Yo también soy trabajadora social y me encargo de una empresa de tatuajes junto a mi mujer. No puedes hacerlo todo.

Yo siempre me he movido entre dos pilares como son el pop y el rock. También he jugado con otros géneros conocidos como elindie, pero con berenjenales en los que no me meto porque para mí es muy importante quitarme las etiquetas trabajando. A veces me apetece hacer una versión de Rocío Jurado, y otras un tema más 'underground' o 'cortavenas'. La sociedad ya tiene suficiente necesidad de etiquetarlo todo, y yo me he movido por instinto. Por ejemplo, el primer disco es mucho más intenso y pausado, y 'Oro' tiene toques de 'Coldplay' o 'Florence'. A mí lo que me gusta es trabajar según la necesidad que tenga, y eso tiene sus contras porque no acabas de entrar en muchos formatos de los que se consumen ahora mismo. Por una parte, hacemos la música en sintonía con lo que escuchamos y se escucha, pero sin acabar de desvirtuar lo que eres. A mí me gusta la música urbana pero no me veo haciéndola, no pega conmigo.

(Suspira). La verdad es que ahora mismo no tengo esa meta, mi meta es sobrevivir. Es cuestión de tener un equilibrio y poder hacer música mientras soy feliz sin morir en el intento. He vivido en numerosas ocasiones estar al borde de morir en el intento, y no es nada recomendable, porque al final lo que nos hace felices es hacer música, e independientemente del desarrollo que tenga Sierra Leona voy a escribir canciones toda la vida. Yo soy una persona pura con la música porque con el resto del mundo tenemos roles.