Save the Children advierte de que las bajas temperaturas ponen en riesgo las vidas de los niños
Save the Children advierte de que las bajas temperaturas, que está previsto que lleguen a los -20º en algunos puntos, ponen en riesgo las vidas de los niños que se encuentran en la ruta de los refugiados, exponiéndolos a hipotermia, neumonía u otras enfermedades respiratorias graves.
Los trabajadores humanitarios que se encuentran en el centro de recepción de Presevo, en la frontera serbia, describne que hay más de 15 centímetros de nieve y que los niños llegan con los labios morados, en shock y temblando de frío. Las madres, exhaustas, explican que son incapaces de mantener a sus bebés calientes y secos y que se resbalan en el hielo con ellos en brazos. El personal de Belgrado de Save the Children ha reportado varios posibles casos de hipotermia y congelación.
A pesar de las gélidas temperaturas, cerca de un millar de refugiados de Siria, Afganistán e Iraq cruzan cada día a la isla griega de Lesbos, donde está nevando esta semana. Hasta Lesbos están llegando niños que han hecho el viaje en botes de goma, empapados y vistiendo tan solo una camiseta.
Nasir, que huyó de la guerra en Siria hace cinco meses con su mujer y sus dos hijos pequeños, ha contado al personal de Save the Children que ha intentado cruzar de Turquía a Grecia dos veces, después de que la primera naufragaran. "El viaje en barco ha sido lo más duro. Hacía muchísimo frío, todo estaba mojado y los bebés estaban enfermos. Tiramos nuestras bolsas al agua para evitar que nos hundiéramos". "A veces tengo miedo por mis hijos. No podíamos quedarnos en Siria, pero allí no hace tanto frío, nunca hemos pasado tanto frío", añade Nasir.
Save the Children tiene en marcha un espacio seguro para niños en Presevo, donde madres con niños y menores solos pueden pasar la noche. La ONG también entrega chubasqueros, calcetines y zapatos para los niños, bebidas calientes y artículos de higiene en la frontera de Serbia y en otros puntos de la ruta.
Los niños refugiados están expuestos a temperaturas gélidas y son forzados a caminar largas distancias y a dormir en la calle durante su viaje. En Idomeni, en la frontera de Grecia con Macedonia, donde se espera que la temperatura baje hasta -13º esta semana, las autoridades han bloqueado el acceso al campo de tránsito donde las organizaciones están repartiendo ayuda. Las familias están siendo forzadas a dormir fuera en una gasolinera.
"Las condiciones aquí son muy, muy difíciles, y con la previsión de -20º, las vidas de los niños corren peligro", afirma Valentina Bollenback, que trabaja en Presevo con Save the Children. "Las madres que he conocido aquí están angustiadas porque son incapaces de dar calor a sus hijos y mantenerles a salvo. Vemos niños con síntomas de hipotermia, con los labios y las manos moradas, con fiebres altas y problemas respiratorios. En lugar de centrarse en cerrar sus fronteras, los gobiernos europeos deberían hacer más por darle a la gente que huye de la guerra un trato humano y digno", agrega.
Save the Children pide a los gobiernos que prioricen la protección inmediata y las necesidades humanitarias de los niños y sus familias. Esto incluye que se tramiten sus peticiones de protección internacional y asilo, de acuerdo con las leyes de refugiados y derechos humanos.