La Sala Russafa ofrece el final del homenaje a Shakespeare dentro del festival de talleres clásico
En el cuarto centenario de la muerte de William Shakespeare, Sala Russafa le rinde homenaje en su Festival de Talleres de Teatro Clásico, que este año celebra su quinta edición.
Dentro de su programación, ha incluido un montaje de Julio César y este fin de semana estrena una versión de Macbeth (hoy 23-26 junio) donde chocan dos maneras opuestas de entender el mundo.
"Se suele simplificar diciendo que Macbeth es una obra sobre la ambición, pero hay muchas más cosas en ella que son muy interesantes", explica Chema Cardeña, director y autor de esta versión que se sitúa en Escocia, en un momento en el que la religión cristiana empieza a tomar posiciones, pero permanece una organización tribal, con creencias místicas.
Chema se focaliza en el inevitable el conflicto que surgirá entre una manera de vivir donde prima el apego a la naturaleza y la magia frente a un cristianismo que, en su intento de 'civilizar' al hombre, le impone un orden externo y lo aleja de su estado natural, de sus instintos.
El montaje que se estrena en Sala Russafa es resultado de seis meses de trabajo en un taller para postgraduados dirigido por Cardeña en el que se han profundizado y perfeccionado técnicas interpretativas.
Abraham García, Gracia Sánchez, Toni Guillot, Miguel de Aguilar, Robert Cerdán, Joan Daròs, José Torres, Juan Sastre, Juanki Sanchez, Érika Molina, Elia Sanmartin y Andrea Sisternes dan vida a esta historia, completando e incluso utilizando sus cuerpos para componer una escenografía presidida por una gran mancha roja de sangre.
"Al empezar la representación, los personajes están muertos y tres brujas los resucitan. De ellas recibirán los aires de grandeza y la premonición que les hace creer que van a conseguir el poder", apunta el dramaturgo y director de escena, destacando que el origen de la ambición del matrimonio Macbeth estará precisamente en su creencia absoluta en lo esotérico, en la magia, pese a que tengan que abrazar el cristianismo para optar al trono.
"Las brujas emplean el ansia de poder como herramienta para enfrentar a los personajes entre sí porque desean vengarse de 'los hombres de las cruces', como aparecen citados en el texto, convencidas de que van a destrozar la naturaleza", explica Cardeña para quien esta obra puede entenderse como la rebeldía de un mundo que se resiste a desaparecer ante el invasor.
Este trasfondo subyace en una fascinante trama repleta de asesinatos, traiciones y brujería que recrea una cruenta lucha por la corona. Un drama que nos muestra al Shakespeare más oscuro y que supone la cuarta propuesta dentro de la programación del V Festival de Talleres de Teatro Clásico que aún tiene por delante el estreno de Un enemigo del pueblo el próximo 1 de julio y de ¿Diez y Ocho?, una muestra de teatro-danza inclusiva que concluirá la programación el 10 de julio.