UNA FICCIÓN ABSOLUTAMENTE REALISTA Y DE PLENA ACTUALIDAD
La progresiva apertura de miras hacia la identidad sexual y de género convierte a Johnny Chico en una pieza completamente oportuna,
que no oportunista. "La obra se escribió en los años 90, en Australia,
en un contexto totalmente distinto. Y empezamos a trabajar en este
proyecto en 2018, así que ha sido pura casualidad que el
espectáculo vuelva al escenario justo ahora, cuando se está debatiendo
una ley que trata precisamente estos temas", comenta Palmero.
Johnny Chico recrea el viaje interior y de autodescubrimiento
que realiza un joven capaz de agredir a homosexuales para agradar a su
mejor amigo, de quien está secretamente enamorado. Un choque entre su
interior y exterior que da lugar a momentos crudos, que contrastan con
la belleza y la poética de la puesta en escena.
"He trabajado con maestros de la escena valenciana, como Carles
Alberola, Gema Miralles o Chema Cardeña. Y he aprendido lo importante
que es no aburrir nunca al público. En esta ocasión tenía a un solo actor para dar vida a toda una historia, un relato que va in crescendo y donde no nos podíamos permitir que los espectadores desconectaran ni un momento. Así que nos hemos apoyado en la iluminación, el vestuario, la escenografía y la música para que no haya ningún corte, para que la transición del personaje y del público vayan de la mano", describe el director de la obra. Un montaje que Costa está convencido de que cumple con el cometido de despertar conciencias:
"estamos súper orgullosos de que la gente conecte, se emocione, se
identifique con la obra". No en vano, el conflicto de identidad sexual
marca a un personaje que sufre muchas otras desorientaciones, que no
termina de decidir quién es o hacia dónde camina, que se siente abocado
al desastre. Algo muy común en varias fases de la vida, sobre todo la
juventud. "Pero que en tiempos de COVID también es muy actual", sostiene
Costa.
Precisamente, el confinamiento por la crisis sanitaria frenó la exhibición de un espectáculo gestado en Valencia, con equipo valenciano, y que
la formación Moriarty & Holmes retoma ahora, con la presentación en
Sala Russafa del 14 al 24 de enero, de jueves a domingo. Las
funciones tienen un aforo reducido y horario adaptado para cumplir la
vigente normativa de la Generalitat, además de un protocolo de higiene
que hace del teatro un espacio seguro. Es la primera parada de una gira
que llevará la pieza por otras localidades de la Comunitat (el 26
febrero visitará Onda) y España. |