La calle Nicasio Benlloch va desde Campanar, a la altura de la Avenida General Avilés, hasta el Palacio de los Congresos. Una calle de gran importancia en esta zona de la ciudad y que toma el nombre de un valenciano del que sentirnos orgullosos.

Nicasio Benlloch Giner nació en el barrio de Patraix en 1888. Siempre demostró una gran admiración por los estudios, terminando tanto el colegio como el bachillerato con notas excelentes y siendo uno de los expedientes más brillantes de su promoción.

Benlloch, siguiendo la tradición familiar, decidió estudiar la Licenciatura de Medicina en la Universidad de València, en la vieja facultad que por aquel entonces estaba situada en la calle Guillem de Castro y terminando en 1911.

Volvió a destacar entre sus compañeros llegando a ser alumno interno en la cátedra de Patología General y en la de Anatomía Topográfica y Operaciones (1909) y obteniendo premio extraordinario en la licenciatura. Tras finalizar decidió irse a Madrid a estudiar el doctorado y presentó la tesis Los accidentes grávido-cardíacos un año más tarde, en 1912.

Uno de los mejores urólogos de España

Benlloch no cesaba en prosperar y el ya prometedor médico valenciano decidió presentarse inmediatamente a una oposición, logrando la plaza de profesor auxiliar numerario de Patología Quirúrgica en la facultad de Medicina de Valencia. Pero él quería saber más así que al año siguiente se fue a París a la clínica urológica del Hospital Necker para formarse en dicha especialidad donde terminará destacando sobremanera.

El estadillo de la I Guerra Mundial le obliga a adelantar su regreso a València, donde ya sí comienza el ejercicio profesional. Pocos años más tarde se inauguran los estudios del doctorado en la facultad de Medicina y en 1929 es designado profesor agregado de Urología.

Más tarde, también mediante oposición, logra una plaza de cirujano general en el antiguo Hospital Provincial, donde ejerce la Urología hasta su renuncia en 1942 ya que decide hacerse cargo de la cátedra de Terapéutica Quirúrgica en la facultad de Medicina, que desempeñó hasta su jubilación en 1952.

Convertido ya en una eminencia en la urología, no solo en el cap i casal si no también en toda España, llegó a ser presidente de la sección de Cirugía del Instituto Médico Valenciano, numerario de la Real Academia de Medicina de Valencia donde fue vicepresidente y posteriormente tras su muerte presidente de honor (1957).

Este laureado urólogo valenciano de Patraix también fue miembro de la Asociación Española y de la Sociedad Internacional de Urología, especialidad dónde hoy en día es considerado como su patriarca, siendo mentor de una destacada generación de urólogos valencianos