¿Qué le falta al barrio del Carmen para ser lo que era?
A estas alturas, qué duda cabe, que declararlo zona ZAS (zona acústicamente saturada) transformó hace años la vida de este carismático barrio de Ciutat Vella. El Carmen no es ni mucho menos lo que fue. Consiguió revitalizar en los 80 y 90 el ocio en el centro de la ciudad y para muchos este barrio murió absorto en su propio éxito. Para otros, lo mataron.
Hoy en día los vecinos descansan más tranquilos, las pancartas que reclaman menos ruido se han trasladado a los balcones de Ruzafa, el archiconocido como barrio de moda hasta que una nueva declaración ZAS quiebre su alta renta per cápita en pleno centro de Valencia.
El Carmen es hoy en día un remanso de paz. Vivir en él es hacerlo en un barrio tranquilo, tanto de día como de noche, donde tan solo las risas y los gritos de algunos turistas jóvenes durante los fines de semana consiguen romper la inquietante calma que respira el barrio. Hasta ahí todo sería positivo pero los comercios y los restaurantes cierran, se van. “El Carmen está muerto”, repiten. ¿Por qué no se promociona el barrio? ¿no se está sobredimensionando ahora Ruzafa? ¿cuáles son las opciones que existen? Locales míticos como el Mata Hari, Café Quart, El Moraíto… ya han bajado la persiana. Y los nuevos locales que abren a duras penas, consiguen mantenerse.
Soluciones para el barrio del Carmen
Viajar por ciudades europeas como Ámsterdam, Dublín o Praga (por no hablar de las grandes capitales que nada tienen que ver con un tamaño similar al de Valencia) es observar como casan a la perfección una completa oferta de ocio y restauración con el centro histórico de estas ciudades. Y no pasa nada. Los locales no se ven obligados a cerrar y una perfecta insonorización hace que éstos puedan estar ubicados en barrios que poco tienen que envidiar al Carmen.
Falta promoción y eso es algo sabido por todos. Está claro que la gente va por modas, y si todos van a barrios como Ruzafa, es ahí donde se abren nuevos negocios. Falta promoción del barrio, ya no solo a la hora de vivir, sino también cara a dar permiso de apertura de nuevos locales que llamen la atención ya no solo del turista, sino sobre todo del ciudadano local.
En términos de rehabilitación y pese al cambio de gobierno, El Carmen sigue en gran parte olvidado. Demasiados edificios en ruinas y calles en mal estado que hacen de éste un barrio del que mucha gente huye incluso también las grandes cadenas de supermercados que ayudan a revitalizar barrios como estos.
Mucho ha cambiado el barrio en las últimas décadas, hace apenas diez años salir por El Carmen era una cita imprescindible, tanto para el público heterosexual como para el LGTB. Hoy en día, sobreviven menos restaurantes que antes, muchísimos menos pubs y discotecas y se multiplican las tiendas de souvenirs y take away para el disfrute del turismo.