Qué hay dentro del caballo de Jaume I en el Parterre
Obviamente la estatua de Jaume I sobre el caballo que podemos observar cada día al pasar por el Parterre no ha estado ahí siempre. Se “plantó” hace décadas en el 600 aniversario de la reconquista en una iniciativa personal del que fue director del periódico Las Provincias Teodoro Llorente.
Una estatua imponente y de gran solemnidad que, para muchos, es el mejor retrato y el mejor homenaje que se le pudo hacer a Jaume I. Fue obra de los hermanos Vallmitjana, fundida gracias a 5 cañones y un obús enviados desde Peñíscola junto a 15 toneladas de bronce. Pero ¿y el caballo? ¿fue un caballo inexistente imaginado por el artista? ¡no! existió y tuvo dueño.
Se basó en el caballo de un vecino del barrio de Marxalenes, Rafael Martí, antiguo soldado. Martí guardaba con cariño su pasado sirviendo a la patria: condecoraciones, medallas, uniformes e incluso su preciada gorra de soldado. Y aquí es cuando ocurrió el infortunio.
El secreto se encuentra en el interior…
Según el autor José Vilaseca, en el momento de introducir el metal en el molde, Martí emocionado lanzó la gorra hacia el cielo para celebrar la finalización de la obra. Pero Martí no recordaba que en esa gorra guardaba su paga, que correspondía a un año de trabajo. La gorra cayó en las “entrañas” del caballo de bronce y fue fundida junto al resto de la gran figura ecuestre.
Este es el secreto que esconde el caballo de Jaume I en el Parterre: en su interior podemos encontrar mil pesetas de finales del siglo XIX, toda una fortuna. Pero hay más detalles sobre esta figura a caballo de Jaume I aprobada por el Ayuntamiento de Valencia en 1876.
En 1878 aún no se había recogido el dinero necesario para el proyecto, sin embargo se decidió a llevar a cabo el primer paso: levantar el pedestal sobre el que se levanta la estatua a manos del arquitecto municipal Vicente Constantino Marzo y con una altura de siete metros y medio.
La fundición de la escultura se llevó a cabo en talleres valencianos como por ejemplo en La Maquinista Valenciana a razón de 30.000 ptas y fue dirigida por Francisco Climent. Finalmente a obra fue colocada el 12 de Enero de 1891 e inaugurada en julio del mismo año. Pesa la friolera de 11.500 kilos.