Alimentación y nutrición saludable en las personas mayores
El proceso de envejecimiento obliga a las personas más mayores a tener un cuidado especial en su alimentación, al afectar el paso de la edad a los procesos de digestión, y al ser la absorción de nutrientes mucho más lenta, que en los más jóvenes.
Este especial cuidado es algo que siempre tienen cuenta los nutricionistas y dietistas especializados en la alimentación de personas mayores que elaboran los menús diarios que se reparten en los centros de día y residencias de mayores, como la residencia de El Puig, en la provincia de Valencia.
Este tipo de menús suelen cumplir una serie de líneas comunes como estas:
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La dieta debe incluir todos los nutrientes necesarios para una completa alimentación.
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La variedad debe ser un pilar principal, incluyendo todo tipo de alimentos.
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Las frutas, legumbres, verduras y cereales, serán uno de los pilares de la alimentación de los mayores. Su aportación de vitaminas, minerales y fibra son imprescindibles.
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Se debe apostar por productos ricos en calcio y vitamina D, para el cuidado de los huesos y la piel.
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Es también importante limitar el consumo de la sal y del azúcar.
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Asímismo, debemos tener siempre presente la importancia de beber agua y líquidos, para asegurar una correcta hidratación del organismo.
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Se debe reducir la presencia de grasas saturadas en los platos, especialmente presentes en carnes rojas y embutidos.
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No debemos olvidar la importancia de las grasas con ácidos esenciales como el omega-3 y omega-6, presentes especialmente en algunos pescados.
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También se debe fomentar la utilización de grasas vegetales, apostando por el aceite de oliva frente a otras grasas saturadas.
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En cuanto al consumo de lácteos, se debe apostar siempre por productos desnatados o, en todo caso, semidesnatados.
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El control del hierro a través de la nutrición también es importante. Y aunque los mayores tienen unos requerimientos de hierro menores que los adultos, es cierto que algunos sufren su déficit debido al aporte insuficiente en la dieta o por pérdidas hemáticas. En estos casos, los alimentos recomendados con alto contenido en hierro son el hígado, la carne, la yema de huevo y las lentejas.
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En el caso de los mayores, se recomienda que la ingesta diaria se fraccione al menos en cuatro comidas: desayuno, comida, merienda y cena, siendo deseable un sobredesayuno o refuerzo suave a media mañana.
En cualquier caso, y a pesar de tratarse estas de unas líneas comunes a seguir, siempre se deberá tener en cuenta las recomendaciones que los expertos sanitarios hagan sobre sus pacientes.
Estos expertos tienen siempre en cuenta que estas dietas deben adaptarse a las necesidades de las personas mayores, que son variables en función de la edad, del sexo, de la actividad física o del ejercicio que lleven a cabo, problemas de salud que padezcan o los medicamentos que deban tomar, entre otras variables.