Patricia Campos, primera mujer española piloto de reactor en la Armada: "Las instituciones son un reflejo de la sociedad en la que vivimos"
Patricia Campos Doménech nació en Onda, tiene 39 años, fue la primera mujer piloto de reactor la Armada de España, es la primera mujer entrenadora de futbol en un equipo de Estados Unidos y voluntaria en Uganda.
Hace unos meses, presentó su libro "Tierra, Mar y Aire", una autobiografía en la que recorre su vida, entre otras cosas, relata su infancia, cómo tuvo que dejar la Armada por ser mujer y lesbiana y su pasión por el fútbol.
"Pensé en escribir Tierra, Mar y Aire cuando me fui en excedencia de las Fuerzas Armadas. Reflexioné sobre todo lo que había vivido, lo digerí y decidí que tenía que hacerlo. Quería plasmar la potencialidad que tenemos todos los seres humanos de ser conseguir nuestros sueños si creemos en nosotros mismos. También quería dar voz a todas las personas que sufren por su condición de homosexual o por el simple hecho de ser mujer en todo el mundo. Me entraron dudas sobre escribir el libro o no, pensaba y me decía a mí misma: Si no soy yo, ¿quién? No podemos esperar más. La realidad es que si nadie hace nada, no avanzaremos".
- Comencemos por el principio para conocerte un poquito mejor, ¿cómo fue tu infancia?
Fue una infancia que me ayudó a ser lo que soy. No fue la ideal, ni la perfecta. Pero miro atrás y me quedo con lo poco bueno que tuvo.
- ¿Desde pequeña tuviste claro que querías entrar en el ejército?
No, tuve claro que quería ser piloto o futbolista. Más adelante me interesó la aviación militar.
- ¿Cómo fue el primer día en el ejército?, ¿y el último?
Cuando aprobé la oposición de piloto fue uno de los mejores días de mi vida. Fue un sueño hecho realidad. Estaba inmensamente feliz. El último día fue una mezcla de sentimientos muy intensos.
- Según tu experiencia, ¿hay alguna forma de cambiar el machismo y la homofobia que reinan dentro de estas instituciones?
Es difícil de conseguirlo. Las instituciones son un reflejo de la sociedad en la que vivimos, por lo tanto, yo creo que la base es una buena educación y unas políticas que fomenten el respeto y la tolerancia entre todos.
- Ahora eres entrenadora de fútbol en Estados Unidos, ¿otro mundo en el que reina el machismo o es diferente?
Estados Unidos tiene una cultura del deporte diferente a la nuestra. Las deportistas se ganan la vida como profesionales, las marcas las patrocinan y las niñas quieren ser como ellas. Están un poco más avanzados que en Europa. Nos queda aún un poco para llegar ahí.
- Cuando tu trabajo te lo permite, viajas a África como voluntaria a entrenar a niños y mujeres con SIDA, ¿qué te ha dado África a ti y qué le das tu a África?
A mí me lo ha dado todo. Me ha enseñado a como ser feliz tan solo con la compañía de otros humanos. No me ha hecho falta ninguna comodidad. Yo espero haberles dado esperanza e ilusión. Al final, lo que nos quedará serán esos recuerdos que permanecerán para siempre dentro de nosotros.
- Hace unos meses salió a la venta tu libro "Tierra, mar y aire", es autobiográfico, ¿lo has contado todo o hay cosas que es mejor "guardar"?
He contado lo que pienso que puede ayudarnos a todos, lo que puede estimular a la sociedad a pensar diferente, a respetarnos y querernos un poquito más. Me ha quedado mucho por contar.
- Patricia, ¿tierra, mar o aire?
jajaja, para el fútbol me quedo con la tierra, para mis emociones con el mar y para volar me quedo con mi mente y el aire.
- En los JJOO de Brasil, hemos vuelto a comprobar que sigue existiendo el machismo en el deporte, a pesar de la lucha diaria de las mujeres, ¿cuándo acabará esto?
Acabará cuando todos nos tratemos con igualdad y con respeto. Espero que eso llegue algún día.
- ¿Volverás al ejército?
Estoy en un momento de mi vida muy positivo. Explorando nuevas sensaciones y no creo que fuera conveniente para ninguna parte que volviera. Es cierto, que echo de menos volar pero poco a poco lo voy superando.
- ¿Eres feliz?
Muchísimo. Estamos en este mundo para esto.
- ¿Te queda algún sueño por cumplir?
Muchos. Ojalá todos los niños tuvieran comida y acceso a la educación; ojalá, el respeto a los derechos humanos fuese una realidad y no una utopía. Con un poco de amor nos irían mejor las cosas.
- Un consejo-mensaje para todas las personas que día a día luchan por la igualdad de sexos y en contra de la homofobia.
Hay que luchar para que el resto del mundo no nos cambie a nosotros y para hacer ver de una vez por todas, que Todos Somos Iguales y debemos tener los mismos derechos.
Estos son los enlaces de Patricia por si alguien se quiere poner en contacto con ella para colaborar en su proyecto en Uganda.
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