Nacho Guerreros: La profesión del actor es matarte a estudiar y a trabajar
Hay tres palabras que identifican a mi entrevistado, sinceridad, compromiso y vocación. Todos queremos al “Coque” de “La Que se Avecina” pero quiero descubrir a un luchador nato, que nunca tira la toalla, con un corazón de oro, comprometido con los demás e interpretando desde la cercanía, Nacho Guerreros.
Su compromiso con la juventud es evidente, no quería que se repitiera lo que le pasó a él a los 13 años y por este motivo escribió en el 2017 “Yo también sufrí bullying”.
Por eso lo hice, por dar visibilidad. El mundo ha cambiado y antes lo que no era visible (este problema ha existido siempre) “no existía” hasta que se evidenció bastante gracias a las redes sociales. No lo hice con ningún tipo de fin lucrativo, lo hice por ayudar.
¿A la fundación ANAR?
Sí pero luego hubo otras asociaciones: MACAE y el Instituto Iñaki Piñuel; nos ayudan muchísimo en toda la investigación que hubo, nos pusimos en contacto con gente que había sufrido bullying y reitero, nos ayudaron muchísimo. Es una experiencia más, afortunadamente no me queda ningún poso de amargura ni de nada, tenía 13 años cuando me ocurrió, salí y queda como anécdota y a la vez se puede contar toda la vida, y, de hecho, no me avergüenza que me haya pasado. Lo he podido contar, he podido salir y si ayuda a otras personas a salir pues bienvenido sea.
Eres un actor estupendo, pero mucha gente no sabe facetas de tu vida como que trabajaste cuidando discapacitados.
Eso fue en mis inicios en Madrid, ya no era por vocación sino por necesidad de trabajar. Llegue a Madrid para estudiar Arte Dramático, necesitaba un trabajo para subsistir y trabaje para ayudar a mi familia a pagar mi carrera. En Madrid llevo 27 años y “no se me han caído los anillos” he trabajado dónde he tenido la oportunidad y dónde se me ha propuesto y aquí es donde más estuve, 6 años y una experiencia muy gratificante para mí, muy nutritiva y que te ayuda a vivir y empatizas muchísimo.
Otro compromiso sería la obra de teatro “Juguetes Rotos” que interpretas dando visibilidad al mundo transexual.
Creo que los artistas debemos ser un ejemplo en muchas cosas, debemos dar visibilidad a situaciones que no son visibles. ¡Qué mejor instrumento que el teatro para mostrar una historia conmovedora, una historia que te llega al corazón y que además cree ciertas preguntas que el público! Se pregunten el por qué de la marginación a estas personas, el porqué de la tasa de paro tan elevada, el porqué de la tasa de mortalidad tan elevada a una determinada edad, el porqué de la soledad que tiene en concreto Mario, que es mi personaje en “Juguetes Rotos”, no es una persona que haya existido son muchas personas en una.
Por eso Carolina Román directora y dramaturga de “Juguetes Rotos” decía que es una historia de muchas historias.
Exactamente.
También comentó que hemos ganado muchas cosas, pero también que hemos retrocedido en otras…
Hemos ganado en visibilidad. Afortunadamente tenemos una sociedad bastante más comprensiva que antaño. En este país no cuelgan a nadie, que eso ya es un avance importante, pero queda mucho por hacer. Como sociedad del primer mundo queda mucho por hacer. Algunos países de tercermundismo total respecto no a esta situación de transexualidad sino respecto a la mujer también.
Tú siempre has estado “unido” a muchas mujeres…
Mi carrera siempre ha estado rodeada de mujeres, sí, es cierto, todos mis éxitos han venido de mano de mujeres, mis profesoras de teatro, Matilde Fluixá, que fue la primera, y Gina Piccirilli después, pero sí que es verdad que entre medias ha habido otra gente, Eva Lesmes, Elena Arnau, directora de casting de “Aquí no hay quien viva”, que se fijó en mí, en Bent, dirigida por Gina Piccirilli. Siempre he estado rodeado por mujeres, mi representante, “LQSA” está dirigida por una mujer y que vengan muchas así, tan talentosas y tan majas.
Has sido muy sincero diciendo yo quiero un papel dramático, si no me lo dan me lo produzco yo. ¿Eres de los que nunca tiran la toalla?
Total, te digo que en esta profesión tirarla no la he tirado nunca pero sí que la he guardado y la he vuelto a coger porque es una profesión muy complicada.
Dijiste que es una profesión de muchos desesperos…
Lógicamente, el público ve la parte positiva, nos ve en televisión cuando nos entregan un premio, vamos todos guapísimos en la alfombra roja, pero esa no es la profesión de actor ni de cantante. La profesión del actor es matarte a estudiar, matarte a trabajar, buscarte tus proyectos, financiártelos, crear trabajo, montar una empresa y creártela.
Esto no lo hace todo el mundo.
Porque he podido hacerlo, gracias mí trabajo en televisión me ha dado pie a montarme mis propios espectáculos.
Pero tú podrías estar en una zona de confort y sinceramente no creo que tú seas una persona que te quedes en ella.
Yo me aburro mucho en la zona de confort, es verdad que hay un momento que la disfrutas pero tienes que seguir caminando y ver lo que te llega y eso es lo que estoy haciendo, de hecho hemos tenido mucho éxito con “Juguetes Rotos”. Hemos estado mi compañero Kike Guaza y yo nominados a los Premios Max. Volvemos a Madrid este otoño con la función y tenemos función para rato.
Nacho Guerreros ha tenido premios y no como actor cómico, en el 2001 por “Haevn” como en el 2018 por “Cariño”.
Lo de los premios está muy bien, te reconocen muchísimo pero a mí me gusta llenar el teatro. Cuando cuelgo en el teatro el cartel de no hay localidades.
Nacho ¿qué se siente?
Eso es un placer, es una auténtica maravilla. Me encantan los premios pero que, si trabajas, si la gente te quiere y tienes familia, estás bien de salud, porque no valoramos suficientemente la salud. Si tienes salud y puedes hacer cosas, eso es una maravilla.
Y el cariño del público, que me consta que lo tienes ¿Qué es lo más bonito que te hayan podido decir? ¡Aunque se puede decir tantas cosas con una mirada!
Críos que te abrazan llorando y sin decir nada porque se quedan muy sorprendidos, chavales que se arrodillan por la calle y te dicen te quiero ¡Es muy fuerte! Cuando pasas por delante de un instituto, chavales se ponen la mano en el corazón y te dice ¡Te queremos! Eso es muy gratificante, muy bonito.
Llevas muchos años de actor, pero todavía sientes las cosquillas en tu estómago antes de la función
Llevo 25 años y sí, siempre. Eso no se debe perder, cuando desaparecen esas cosquillas debes retirarte de la profesión. Siempre el rato antes de salir que tú te concentras para la función tienes que respirar hondo y situarte dónde estás.
¿Cómo te sitúas?
Parece una tontería, pero miro arriba, pienso en mis seres queridos que no están y salgo.
Doce años ya en “La que se avecina” has dado forma a “Coque” aunque lo hayan creado los guionistas…
Hay Gente detrás que te apoya y cuando pasamos de “Aquí no hay quien viva” a “LQSA” le dije a Laura Caballero, la directora ¿Qué te parece si a “Coque” le ponemos una cresta y un bigote? Le pareció bien y luego el personaje sale solo, porque después de tantos años, me pongo la americana de portero y la cresta y no me hace falta nada más, la dirección de ella claro y los compañeros, porque no estás tú solo, pero yo ya me siento “Coque”.
¡Hay buen rollo en el equipo y eso se transmite!
Por supuesto.
¿El personaje de “Coque” qué te ha dado?
Me ha dado una estabilidad económica, que antes no tenía, me ha dado un reconocimiento del público, no sólo en España si no fuera, porque “LQSA” se ve muchísimo fuera de España, y me ha dado la posibilidad de trabajar con compañeros que en mi vida había pensado que iba a trabajar, como Verónica Forqué, por ejemplo, crear mi productora, me ha dado mucho en la profesión y creo que siempre hay un antes y un después, me han venido cosas grandiosas como “Aquí no hay quien viva” y “La que se avecina”.
Discúlpame, pero con los tiempos que corren, ¿No estás loco teniendo una productora?
Pero teniendo una mercería, un bar o cualquier cosa que tengas de propiedad tienes que tener mucho sacrificio para llevarla adelante. Hay que tener buenas ideas y conectarte con gente válida. Es muy importante que tengas a tu alrededor gente válida.
¿Proyectos futuros?
Mi productora Rokamboleskas, tengo un socio, Fabián Ojeda, hemos coproducido con Octubre Producciones, Come Calla y Barco Pirata una obra titulada “Conductas Alteradas” que se estrenará en agosto en Vitoria, con Canco Rodríguez y Ana Morgade, es una comedia desternillante dirigida y escrita por Natalia Mateo.
Entrevista realizada por Carmela Sánchez
Fotografías realizadas por J. Félix Gimeno
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