Modelitos falleros, ¿y tú que te pones para salir a la calle en Fallas?
Espero que el titulo no llame a confusión, no voy a escribir sobre la indumentaria valenciana que sé que vamos a ver lucir los próximos 30 días, ni tampoco de profesionales de la moda que llenen las pasarelas con prendas del mundo fallero.
Quiero referirme a lo que van a llevar quienes no se visten con el traje regional, pero si tienen muy en cuenta la indumentaria que van a lucir en las fiestas falleras. Hablo de los valencianos que participan en los actos falleros con ropa de calle, que van a las mascletás, a los castillos, a cualquier acto de los días que quedan hasta el 19 de marzo cuidan su indumentaria.
La llegada del mes de marzo a Valencia trae además del olor a pólvora a las dos del mediodía, una subida de las temperaturas en las horas centrales del día que animan a enseñar los brazos y lo que no son los brazos, a tomar el aperitivo y el sol en las terrazas que nos inundan y a pasear por nuestra ciudad. La calle y nuestro armario se llenan de nuevos colores y formas que seguramente permanecerán con nosotros dos estaciones.
Esto no quiere decir que tengamos que guardar la ropa de abrigo, nada más lejos de la realidad. De todos los valencianos y de quienes nos han visitado alguna vez es sabido que el frio de las noches de fallas es legendario. Es en esta época del año cuando nuestro armario es doble. Todavía no puedes ni debes guardar las prendas de invierno.
Este cambio de temperaturas y hábitos conllevan novedades en nuestro armario que pasaran mucho tiempo luciéndonos por la calle. La ilusión con la que pensamos y organizamos la ropa que nos pondremos, que colores son los que esta primavera estarán de moda, más claros y luminosos que los que nos hemos lucido este invierno, son comportamientos que nos acompañan, que disfrutamos y de los que no somos plenamente conscientes.
Luego cada cual resuelve el tema a su manera: están quienes compran la ropa como si se tratara de alimentos, por necesidad. Acuden a un centro comercial y van colocando en una cesta las prendas que eligen sin darle mayor importancia. Pero lo hacen, se renuevan para el tiempo que viene.
Y esta también quien hace un ritual del que disfrutar de este cambio: queda con sus amigos para salir a comprar, mira y remira, coteja con la información de las revistas de moda y con la información de internet… y con todo ello ELIGE Y LUCE.
Quizás he expuesto las interpretaciones más extremas, pero cada uno a su manera “muta” estos días para lucir de manera pre-primaveral con nuestras fiestas y con el clima del que disfrutamos.