Miguel Noguera, un gran humorista y escritor, vuelve al centro cultural Ruzafa con 'Ultrashow'

-El público valenciano es un público críptico... No, todo ok. El público Valenciano siempre responde bien. En el Ultrashow explico ocurrencias que llevo anotadas en un papel: imágenes mentales, supuestos jodidos, pequeños detalles... y voy saltando de uno a otro. También proyecto diapositivas con dibujos míos y las explico. Hay material en Youtube, así es más fácil hacerse una idea.

-¿De dónde eres? ¿Dónde has vivido la mayor parte de tu vida?

-Nací en Gran Canaria, aunque me crié en Palma de Mallorca y resido en Barcelona desde que estudié allí Bellas Artes, hará unos veinte años. Por lo que ahora puedo decir que he vivido más años en Barcelona que en Palma. ¿Es vital para vosotros llevar la contabilidad Palma-Barcelona?

-¿Cómo te iniciaste en el teatro? ¿A qué edad?

-Durante la carrera me apunté a un curso de teatro en una escuela que ya no existe... la escuela de la vida, ¡pam! ¿Te imaginas? Qué embarazoso... No, no, la escuela se llamaba La Otra Orilla, y ya cerró. Ahí hice algo de teatro y clown. Pero en realidad no tengo una formación actoral extensa, ni me considero actor.

-Veo que eres actor y autor de tres libros: ultraviolencia, ser madre hoy y mejor que

vivir. ¿autor o actor? ¿con qué disfrutas más?

-Hay que decir que antes de esos, en 2010, publiqué "Hervir un oso" en coautoría con Jonathan Millán en la editorial Belleza Infinita. Y después de Mejor que vivir, el año pasado, salió "La vieja tigresa o el erotismo en la senectud", y en marzo de este año saldrá el siguiente. Puros churros infinitos. Disfruto con ambas cosas, pero si pudiese dedicarme solo a los libros o al show, me quedo con los libros, que es lo que llena de verdad mi tiempo.

-Surgió en 2004 como una lectura de textos que organizó un amigo en una tetería del barrio de Gràcia. La organizó para que yo leyera un poco delante de un público, vamos, para que hiciera algo, que yo estaba deprimido hollando en mis ideas, pero no hacía nada... Y a partir de ahí fueron surgiendo ocasiones de repetir ese "algo", que con los años ha ido instituyéndose como Ultrashow. Es decir, no proviene de la comedia ni del teatro, si no más bien de la explicación pública de unos materiales más bien estéticos, o formalistas; no tanto cómicos.

6. Parece que siempre se agotan las localidades y consigues un lleno absoluto, en

Valencia actúas ya este sábado y domingo. ¿Sabes si todavía quedan entradas?

Sí, ¡dios quiera que continúe así! Soy muy religioso... Qué va, lo digo con la risita de Satán. Para el sábado ya se han agotado. Y el domingo aún quedan, pero no sé cuántas... Quizá cuando el lector lea esta entrevista ya no tendrá acceso a ninguno de los shows, ¡pam!