MANUEL ALGARRA SALINAS, Artista Fallero
Querido lector/a hace poco me dijeron: ¡Con la Cremà se han acabado las Fallas! Y le miré y le contesté: Amigo mío, las Fallas acaban de empezar. Esa es la actitud que tenemos los Valencianos frente a la vida, renacer, aceptar el cambio y vivir.
Mi sentir me llevó a alguien que su trabajo me impactó porque exhala un estilo de vida al que me siento muy unida. Sincero, cercano y amable como persona, trabajador, perfeccionista y detallista como profesional, creativo, apasionado y eficiente como artesano. Viuvalencia quiere rendir un homenaje por su trayectoria profesional a D. Manuel Algarra Salinas, aunque él, quiere que le llamen Manolo porque ha sabido transmitir una filosofía de vida, un mensaje con sus obras de arte que son sus fallas y ninots indultats.
C.S. – Para mí eres un gran Maestro Artista Fallero.
M.A. – Yo me quedo con Artista Fallero.
C.S. – Sabía que lo ibas a decir y por eso te estoy realizando la entrevista.
M.A. – (risas) Porque no tengo alumnos más que nada.
C.S. – Pues mucha gente te contestaría, además de tu humildad, te siguen por tu creatividad en tus obras de arte, las Fallas.
M.A. – Gracias. Conforme hemos ido creciendo ya no es un trabajo solo mío sino de todo un equipo, cada vez hay más gente vinculada, cada vez me siento más a gusto y al final me siento director; y contar con todos estos actores, que son primeras figuras, al final hacen que la producción sea fantástica.
C.S. –. ¿Qué has aportado tú a tu equipo y qué ellos a ti?
M.A. – Creo que una buena dirección, empecé haciendo Fallas muy humildes y entro a hacer Fallas de Sección Especial y de Primera cuando tenía a mis espaldas un montón de fallas pequeñitas y eso me sirvió para aprender el oficio desde la base, con ese aprendizaje, que es como la vida misma, veía todos los errores que se podían cometer. A un chaval joven cuando le ofrecen un trabajo no es que no esté preparado artísticamente sino, posiblemente, no esté preparado profesionalmente, y tienes que estar preparado artísticamente y profesionalmente, en las dos cosas. Cuando eres joven puedes tener mucho más.
C.S. - ¿Ímpetu?
M.A. – Sí, a la hora de querer hacer cosas, te comes el mundo, pero al final tienes dos manos y tienes que tener la profesionalidad de saber dirigir un taller, de saber delegar, de saber con quién tienes que contar y eso te lo da la experiencia.
C.S. – ¿Y cuántos años de experiencia tienes a tus espaldas?
M.A. – Más de treinta años.
C.S. – ¿Cómo has transmitido tu pasión por las Fallas a tu hijo Manuel Algarra?
M.A. – Yo no le he inculcado nada, le dejé libremente su decisión, él tenía sus estudios y llegó un momento que se planteó quedarse aquí conmigo y a mí me pareció estupendo. Habitualmente estaba en el taller, en el verano estaba conmigo. Ten en cuenta que mi suegro era Artista Fallero.
C.S. – ¿Ahí es donde empezó el germen?
M.A. – Imagínate, su abuelo, su padre, su madre, todos hemos estado vinculados con este oficio. ¡Es que lo ha mamao!
C.S. – ¿Qué son las Fallas?
M.A. – Mi forma de vida. Los artistas falleros y yo, personalmente me siento un privilegiado porque del arte pueden vivir muy pocos artistas. Como Artista Fallero puedo vivir de mi trabajo todo el año.
C.S. – ¿Ser artesano es un modo de vida o más bien un estilo de vida?
M. A. – Es a base de mucho trabajo. Ya estamos en plena producción.
C.S. – Este año, has hecho la falla de Sección Especial Almirante Cadarso-Conde Altea, el ninot indultat, la falla de Sección Primera, Maestro Gozalbo-Conde Altea, ayudar en la falla del Ayuntamiento de Valencia con Manolo García…
M.A. – Y La Falla de mi hijo y en verano la campaña de Alicante que hicimos una hoguera de Especial, también una de cuarta y una de quinta.
C.S. – ¿Cómo te planificas?
M.A. – Está claro que a mí no me gustaría hacer tanto trabajo, me gustaría hacer menos trabajo pero yo me debo a mi gente, a mi equipo y hay que sacar faena adelante para que todos podamos vivir de ella. Todos procuramos hacer de todo pero siempre hay un especialista “en”…
C.S. – ¿Y tú eres especialista “en”?
M.A. – Yo soy aprendiz de todo y maestro de nada. Coordino todo, la verdad es que soy el comodín, lo mismo hago una cosa que hago otra, que barro (risas) cuando ves que la gente está ocupada y el taller está sucio pues cojo la escoba y barro, cuando no, estás pintando, estás rascando, etc
C.S. – Lo ves que con tus palabras describes tu cercanía, otras personas no dirían esto. Estoy segura que vives las Fallas ¿Cómo se mantiene esa pasión durante tantos años?
M.A. – Con los años me alegro de tener poca memoria, yo me acuerdo de mis Fallas, pero no me digas del año…. No me preocupa en absoluto porque me siento, cada vez, más fresco porque cuando me preguntan ¿Cómo te ha “sentado” el premio? Como tengo muy corta memoria me ha sentado como si hubiera sido el primero y es verdad.
C.S. – Has obtenido muchísimos votos por el ninot indultat 2017 “Pescados Amparín” Admiro “esa” complicidad que tienes con el público ¿Cómo te lo ganas?
M.A. – Somos cuidadosos con la anatomía de las figuras, con el modelaje, con el movimiento pero es más allá de todo eso, es la esencia, tienes que despertar el subconsciente del espectador, todo el mundo se ve ahí en cierta medida reflejado. Yo rescato secuencias que he vivido, y creo que no es que lo haya vivido particularmente sino que lo ha vivido todo el mundo, rescatas esas secuencias y las plasmas; si tienes suerte, llegas enseguida. Este año hasta me ha resultado hasta un poco violento porque esa diferencia de votos….
C.S. – Creo que es la tercera posición de votos de toda la historia.
M.A. – Creo que casi 13000 votos de diferencia, eso es una barbaridad. Yo iba con mi madre al mercado y me llevaba de porteador (risas) porque creo que no existía el carrito, y si lo había mi madre no lo tenía, y cuando pasabas por la pescadería las mujeres decían: ¿Eixe es el teu xic? ¡Mira qué guapo! Y a mí me ruborizaban y decían: No te fiques roig! Y yo más rojo todavía, (risas). Y le preguntaban a mi madre: ¿Reina que te fique? Y eso se te queda. Han pasado 40 años y se sigue respirando ese ambiente y la mayoría, en un momento dado, ha ido al mercado, mucha gente lo tiene en el subconsciente y lo que despierta es eso.
C.S. – Cuando estuve viendo la Falla de Almirante Cadarso-Conde Altea, una persona que estaba a mi lado dijo del ninot del Rey Midas: Se parece a una estatua de bronce. ¿Te encanta la mitología y la tratas en tus Fallas?
M.A. – La falla de este año vino en relación a la Falla del año anterior sobre Baco porque a Midas le concede un deseo Baco. Baco fue porque queríamos sacar una falla sobre la vendimia y empiezas a investigar, porque al final, la falla no deja de ser un trabajo de investigación. Mi pintor favorito es Caravaggio y Caravaggio tiene un Baco que siempre me ha atraído la posición de él pero no me ha gustado el modelo que utiliza en sus obras. Por eso pensé en vez de la vendimia es Baco como Dios de los festines, de la fiesta, del vino haciendo una belleza actualizada, de ahora, con los cánones de la belleza actual y creo que fue un éxito.
C.S. – También te gustan los temas valencianos. La Falla de Maestro Gozalbo- Conde Altea, sobre el bautizo, creo que es deliciosa ¿Cómo sabes darle un toque pueril a ciertos ninots, a otros míticos, a otros caricaturescos? Se nota una gran antítesis.
M.A. – Son trabajos separados, pero uno enfrente del otro, son trabajos muy próximos. Yo no puedo hacer un trabajo que sea una repetición del otro. Intentas que visualmente el espectador piense que son dos trabajos de dos artistas diferentes y creo que están encantadas las comisiones.
C.S. – ¿Cuál es tu sello personal?
M.A. – Cada vez con los años, estas bocanadas de participaciones con otras gentes a mí eso me da vida. En Alicante he trabajado con José Gallego cuatro años juntos, llevamos dos años seguidos llevándonos el primer premio de Especial, es lo máximo y digo: ¡Ostras José o repetimos o bajamos, aquí ya hemos tocado techo!
C.S. – ¿Qué se siente?
M.A. – Yo conocí a Gallego, en Almirante Cadarso, él hacía la infantil y yo la grande, hay una diferencia de edad pero hubo buen feeling desde el primer momento y luego coincidimos en una hoguera en Alicante y una persona nos propuso porqué no nos juntábamos y hacíamos el proyecto. La línea de Gallego, es una línea que va muy bien para Alicante, mira los resultados y yo me puse al servicio de José, discutimos los proyectos. Yo me encargo de la estructura grande y él de los ninots y de los elementos estéticos. Ese año nos dieron el cuarto premio y nos supo maravillosamente bien. Era la primera vez que trabajamos. Estábamos acojonados porque era el presupuesto más bajo. Aquello fluyó muy bien, nos sentimos muy a gusto, nos divertimos trabajando. Cuando hogueras rompo mucho mi línea estética. Con Gallego era una bocanada de aire fresco, de colores, de texturas, era algo totalmente diferente. Eso, a mí me rejuvenece.
C.S. – ¿Las críticas constructivas que haces a través de tus Fallas, no eres hiriente?
M.A. – Mis Fallas no pueden dejar indiferente. La mitología me da un juego tremendísimo. Todo el mundo, en la mitología, conoce más o menos al Rey Midas; esa estética me daba pie que todo lo que tocaba lo convertía en oro. Hoy en día, hay muchos personajes que todo lo que tocan no lo convierten en oro. Está Juan Roig, el de Mercadona, que está con un carro que se convertía en un carro de combate y todo lo que tocaba lo convertía en la marca Hacendado y bajo estaban las botigas que habían desaparecido porque no podía hacer frente a estos supermercados. ¿Con ello que estás diciendo? Lo que nos beneficia al consumidor está perjudicando al pequeño negocio. Intentas que haya varias lecturas.
C.S. – ¿Un mensaje?
M.A. – Me gustaría que la gente le prestara un poco más de atención a la falla. En la falla hay mucho trabajo que hay detrás. Nosotros intentamos comunicar, intentamos contar, no nos quedamos solamente con lo estético. Cada vez es más patente que la gente llega, le pega el vistazo y ya está y se va, ¿Y todo ese trabajo que hay, que genera y que en realidad es lo que da sentido a la falla? Estamos perdiendo el público y eso es preocupante. La gente se acerca a la puerta pero no entra.
C.S. – Pero la gente habla de tus fallas, la de los vampiros, la del bautizo, la de Baco, la del Rey Midas, etc.
M.A. – La gente no puede pretender ver fallas de especial en todas las Fallas. La de Especial es de especial porque tiene un presupuesto, permite unos volúmenes y permite una serie de cosas. En Primera no hay que intentar emular a una falla de especial, en especial se pide que haya monumentalidad pero en una falla de primera, no.
C.S. – ¿Cómo se trabaja un ninot, con la idea que sea un ninot indultat?
M.A. – Es especial desde el primer momento. Lo tratas de otra manera, primero por las medidas de las que no me puedo salir, un metro por un metro y por dos cincuenta de altura y medio para el ninot, ambientación y lo que quieras colocar.
C.S. – ¿Sino estarías descalificado?
M.A. – Claro, te descalifican. A duras penas puedes meter dos ninots en un metro por un metro; si quieres que haya una intercomunicación entre todos los personajes que estás haciendo pues al final tienes que tirar de personajes más pequeños. El ninot que estás viendo tiene que tener tus medidas y lo puedes acompañar, a lo mejor con un niño para que no se quede la cosa preta. Visualmente estás creando una espiral y lo rematas con algo que haya por bajo.
C.S. – ¿Expectativas para el año 2018?
M.A. –Para empezar, tienes que pensar en los proyectos. Poner en marcha todo el equipo de colaboradores porque tienes que ilusionarlos. Cuando se tiene una idea, nos juntamos y la hablamos y sugieren: ¿Por qué no tratamos este tema? ¿Y si hacemos esto? Va surgiendo así, que es como mejor resultado da. Tienes que tener la suficiente confianza con la gente cuando dices una idea y la gente dice: “Nano no, por ahí no”. Eso te lo dice la gente cuando tiene mucha confianza contigo sino no te lo dirían sino dirían: Ah, pues bien lo ha dicho el jefe y ya está. A veces no me viene nada bien, pero lo acepto.
C.S. – ¡Pero eso está muy bien, es una buena característica de un jefe!
M.A. – Lo asimilo.
C.S. – Y lo reconduces.
M.A. – Normal, porque nosotros tenemos que estar continuamente y continuamente.
Fotos realizadas por J. Félix Gimeno.
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