Los valencianos somos más de Orxata i Fartons que de Chocolate con churros
Chocolate con churros es una fiesta de música petarda, o lo que es lo mismo una baticao donde igual cabe una canción mítica del pop de los 80 que Camela o un remix extraño del anuncio de Wallapop. Un evento que triunfa en la escena gay de Madrid y Barcelona, aunque como es obvio también hace partícipe a los heterosexuales que quieren pasárselo bien con este tipo de música en un ambiente divertido y festivo. Sobre todo las de Barcelona son las que tienen mejor aceptación que las de la capital. El pasado fin de semana llegaba a Valencia la primera edición del Chocolate con churros y como no podía ser de otra manera lo hacía en la sala Picadilly -Deseo 54 la otra gran discoteca gay se desmarca de estos eventos que pretenden proporcionar a la comunidad LGTB una opción diferente a la oferta habitual-
Lo podía haber tenido fácil, ya que desde la última edición del evento patrio Orxata i Fartons, Valencia no había tenido la oportunidad de disfrutar de una de estas fiestas fuera del horario estrictamente nocturno. Sin embargo, el resultado fue decepcionante. Eso sí, gran parte de la culpa la tuvo la intensa lluvia vivida en la ciudad durante el pasado fin de semana. Las mayores lluvias vividas en los últimos nueve años. Picadilly estaba medio vacío. Demasiado. Y es que Chocolate con churros suena a muy castizo pero poco valenciano. Hace más de un año, incluso los grandes medios valencianos se hicieron eco de la primera fiesta Orxata i Fartons. Fue todo un éxito. Y aunque su repercusión bajo en sucesivas ocasiones, Orxata i Fartons es más nuestro que comer chocolate con churros. A los valencianos nos gusta más ver a les monleonetes y la paella rusa de Monleón, con los números de las transformistas de la casa que la fiesta sin chipa que, finalmente, resultó ser Chocolate con churros. No hay color. Faltaban risas, además de gente.
Chocolate con churros, apagón de luz incluido, decepcionó e hizo que echemos de menos al Orxata i Fartons, una muy buena idea made in la terreta y emulando a estos otros eventos mensuales que tienen lugar, sobre todo en horario de domingo por la tarde, en Madrid y Barcelona. Cuentan que ya no hay más Orxata, porque en las últimas el público no era el suficiente. Y es que, si no lo apoyamos los propios valencianos, ¿cómo luego podemos quejarnos de que no hay nada diferente en nuestra ciudad? A la próxima, esperemos, vuelva Orxata i Fartons, que los churros están ricos sí, pero a nosotros nos gusta más mojar el fartó en orxata d´Alboraia. Com Deu mana.