Hacia la belleza de David Foenkinos

Antoine Duris acude al Museo de Orsay, donde ha concertado una cita con Mathilde Mattel, jefa de recursos humanos, que necesita un nuevo vigilante para una de las salas. Antoine es un prestigioso profesor en la Academia de Bellas Artes de Lyon que ha decidido dejar la docencia repentinamente pues aduce que necesita estar sentado entre las pinturas. Fascinada, Mattel decide darle una oportunidad, asignándole la sala de Modigliani, donde a veces le sorprende hablando en voz baja al retrato de Jeanne Hébutherne, la novia del pintor, que tuvo un destino trágico. Algo terrible le ha sucedido, pero ¿qué? De momento, para sobrevivir, Antoine solo ha encontrado un remedio: dirigirse hacia la belleza.
Pero también hay otro personaje roto en la novela, Camille, una brillante estudiante de Arte y prometedora pintora cuya desgarradora historia se enlazará con la del profesor.
Hacia la belleza es un libro muy personal. Cuando el escritor francés tenía 16 años tuvieron que operarlo del corazón y fue entonces cuando descubrió la literatura y el arte. De eso trata la novela, de cómo el arte nos acompaña en los momentos decisivos en los que tenemos que reconstruir nuestras vidas.
La novela es una reflexión sobre el arte como refugio. El arte no puede curarlo todo, pero sí la melancolía y, a veces, la dificultad de vivir. La belleza nos permite escapar de nosotros mismos para encontrar una forma de consuelo.