Las DipuOlimpiadas facilitan la conciliación laboral en verano
Llegan las esperadas vacaciones, y con ella los malabarismos para mantener ocupados a los niños mientras los padres trabajan. Desde hace 14 años la Diputación de Valencia da ejemplo de conciliación con la Escoleta d’Estiu, acogiendo durante el mes de julio a los hijos de sus trabajadores con talleres temáticos, actividades deportivas y también ejercicios de relajación.
“Gracias a la Escola d’Estiu, los padres pueden ir tranquilos a trabajar sabiendo que sus hijos están bien atendidos”, ha afirmado la diputada de Bienestar Social, Mercedes Berenguer. La diputada, que no ha faltado al festival anual de la escuela, ha señalado que la conciliación laboral “es un tema fundamental para el bienestar de la familia, y por eso continuamos trabajando en esa línea”.
Por su parte, el director de la escuela, Pepe Pla, ha recordado que la finalidad de la ‘escoleta’ “es poner su granito de arena para conciliar la vida laboral y familiar, con un horario adaptado al trabajo de los padres”. Pla ha destacado que los trabajadores de la institución están satisfechos de ver a sus hijos contentos porque, en sus palabras, “aquí hacen todo tipo de actividades con monitores muy preparados”.
Las DipuOlimpiadas
El aburrimiento puede desarrollar la creatividad, pero durante las largas vacaciones los niños necesitan algo más que tiempo libre para estimular su imaginación. Para ello, este año los monitores titulados han creado las DipuOlimpiadas, temática que funciona como hilo conductor para el programa educativo y de ocio.
Durante todo el mes, los niños realizan talleres de teatro, dinámicas de grupo y “formas de expresión a todos los niveles” al mismo tiempo que aprenden sobre la cultura de la Grecia clásica. “Utilizamos el teatro como herramienta pedagógica y de expresión”, ha insistido Xusa Arrufat, coordinadora de la escuela de verano.
Jornada intensiva también para los niños
A las 8 de la mañana, los alrededor de 140 niños se reúnen en el patio para hacer una breve meditación, estirar el cuerpo y presentar las actividades del día con una obra de teatro. A esas horas tempranas, los pequeños se activan para los juegos y talleres que realizan en el colegio IVAF-Luis Fortich hasta que sus padres terminan la jornada intensiva.
“A través de la deportividad -y no la competitividad-, los pequeños tratan de encontrar la unión de los seres humanos sin diferencias”, ha contado la animadora. Xusa ha destacado que los niños trabajan su autoestima y participan en el programa de actividades “proponiendo ideas y dando espacio a la improvisación”.
Todo lo aprendido, las canciones, los murales coloreados, los bailes y la meditación, los “juegos dramáticos” representando a dioses del Olimpo, lo mostrarán a sus familiares durante el festival de la escuela. “Muchos padres están notando cambios en sus hijos, gracias a la escuela los notan más relajados y con más facilidad para expresarse”, ha contado la coordinadora de la Escola d’Estiu.
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