La ruta Jack el Destripador en Whitechapel

Londres, otoño de 1888. Una serie de terribles asesinatos y mutilaciones crean el pánico en el marginal y empobrecido distrito de Whitechapel, un municipio londinense perteneciente a la zona de Tower Hamlets. Nadie aseguró ver nada, ningún vecino escuchó oír el dolor de las víctimas, todas ellas prostitutas, pero lo que se encontraron al despertar eran cuerpos salvajemente asesinados con una crueldad nunca antes vista en esta, aún hoy, zona modesta de la ciudad. La autoría de estos asesinatos nunca se supo, solo que fueron ejecutados por una misma persona.
Un sigiloso asesino en serie que actuaba de noche, con la ayuda de la siempre presente niebla londinense. La sangre en los adoquines y las víctimas degolladas en los portales era la única prueba de un suceso que ha pasado a los anales de la historia y que 120 años después aún se recuerda, la del conocido Jack el Destripador.
La prensa recogía las andanzas de este asesino al que llamaron Jack y aunque ésta fue acusada de inventarse en cierta forma esta historia, lo cierto es que Jack el Destripador ha alimentado leyendas, libros, películas y colocó para siempre a esta zona de Londres en el mapa del mundo. También conocido como El asesino de Whitechapel, éste residió en una época de grandes cambios en la ciudad. Inmigrantes irlandeses llegaban por doquier, así como refugiados judíos del este de Europa y de Rusia y, con ello, la inseguridad en las calles inglesas.
Eran años de violencia, robos y alcohol, y por aquel entonces la Policía Metropolitana de Londres estimaba que había un total de 1200 prostitutas y 62 burdeles solamente en el distrito de Whitechapel. Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly, las cinco víctimas de Jack fueron asesinadas en el transcurso de poco más de dos meses, todas ellas con horribles mutilaciones, aunque pudieron ser más de una decena según otros asesinatos sin esclarecer ocurridos entre el 3 de abril de 1888 y el 13 de febrero de 1891.
La ruta perfecta
Actualmente, son muchas las agencias que ofrecen una ruta por los lugares donde transcurrieron estos hechos, aún presentes en el imaginario colectivo gracias, sin duda, a la promoción que se ha hecho de la historia durante las décadas posteriores. ¿Qué lugares debemos visitar si queremos hacer esta ruta por nuestra cuenta? La iglesia de Saint Botolph es la primera parada. Aparte de su belleza con más de 200 años de antigüedad, en sus inmediaciones se dejaban ver las prostitutas del Londres más pobres quedando a merced de las miradas de los posibles mercenarios. También los pubs que se encuentran en los alrededores de esta iglesia han sido testigos de la fama de esta ruta y alimentan su propia leyenda aprovechando la oleada de turistas que visita la zona. Entre ellos, destaca sin duda The ten bells, que lleva en el mismo sitio abierto desde el año 1752 y situado en el 84 de Commercial Street, sin duda el mejor testigo de la realidad de lo que ocurrió durante aquel periodo.
La primera muerte a manos de Jack El Destripador fue el 3 de abril de 1988 en Aldgate East y en Old Brewery Truman apareció la segunda víctima. Ahora, ambos, son epicentros de mercadillos baratos y zonas de tapeo. Londres no es solo Big Ben, grandes fachadas y glamurosos palacios, también es zona de grandes suburbios, como toda gran capital que se precie y contemplar el estilo de vida de éstos es también observar la otrora realidad de una ciudad donde no es todo oro lo que reluce.
El Barrio de Whitechapel es una buena muestra de ello y a lo largo del mismo y consciente de su propia historia, el recuerdo a la figura de este misterioso asesino siempre está presente, bien sea en dibujos como en graffitis en los muros de sus calles. También es conveniente visitar la estación de Tower Hill, lugar elegido por Scotland Yard y la policía de la City para comenzar sus rondas en busca del asesino, que empezaban hacia las siete y media de la tarde. En la actualidad, Whitechapel, junto con los enclaves de Wapping, Aldgate, Bethnal Green, Mile End, Limehouse, Bow, Bromley-de-Bow, Álamo, Shadwell y Stepney, forman lo hoy conocido como el East End, una zona multicultural donde reside gente de todas las nacionalidades, artistas y bohemios.