Foto: Jdiezarnal

Las podemos encontrar muy cerca de los Jardines del Real o Viveros de València, a modo de dos grandes torres que nos dan la bienvenida al elegante Paseo de la Alameda que llega hasta la zona de la Avenida de Francia.

Las torres de los guardas de la Alameda han sido restauradas en diferentes ocasiones pero conservan su estructura original y sobre todo ese aire solemne y portentonso del que hacen gala.

Aunque, dado su buen estado de conservación, podemos pensar que se tratan de obras modernas, ni tan siquiera centenarias la realidad es bien distinta. Fueron levantadas en la cabecera de la Alameda nada más ni nada menos que hace más de 300 años, concretamente en 1714 por orden del Intendente de la ciudad Rodrigo Caballero.

La función de las torres de la Alameda

Fueron dedicadas a los santos San Felipe y San Jaime y coincidieron con la mejora de las instalaciones de este lado de la ciudad. Y es que cuando se construyeron las torres, también se replantaron los árboles y álamos que hoy en día aún les acompañan. Las torres y los álamos ofrecían un paseo idílico para los carros de caballos que paseaban por esta privilegiada parte de la ciudad. Junto a ellas también había una ermita, la de la Soledad, hoy desaparecida.

Pero ¿cuál era la función de estas torres que aún hoy en día vemos en la Alameda? Hoy convertidas en oficinas municipales, en su origen fueron casas dónde vivían los arrendatarios de las huertas cercanas y del paseo en particular. Ricos hombres y mujeres que controlaban las que, probablemente dada su ubicación, eran las huertas más deseadas de toda la ciudad de València.

Como aún podemos, ambas torres prácticamente idénticas tienen balcones, tanto en la fachada principal como en las laterales y buhardillas en cada una de sus cuatro caras. U en su fachada principal cinco blasones o escudos, los de las armas reales de Felipe V, las armas municipales y las armas del intendente Caballero.

Cuando se construyeron estaban de dos pequeñas, una a cada lado de la Alameda que la cerraban con bancos de piedra pero fueron destruidas más tarde probablemente por la Guerra de la Independencia.