La Academia de Gastronomía premia a Casto Copete, la bodega Celler del Roure y a Alberto Ferruz en un emotivo acto en el centro Gasma de Castellón
La gastronomía de la Comunidad Valenciana vive uno de sus mejores momentos, los cocineros, bodegueros y productores valencianos se han convertido en un referente a nivel nacional e internacional en muchos casos. En esta ecuación de éxito ha tenido mucho que ver la labor de promoción y apoyo enarbolada por la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana, en un primer momento abanderada por Cuchita Lluch, y en la actualidad por el arquitecto Sergio Adelantado.
Ayer, se celebraba la entrega de los premios de la Academia, unos galardones que desde hace una década reconocen los valores en alza de nuestra gastronomía. El lugar elegido para acoger esta fiesta de la gastronomía también es una prueba de la excelencia culinaria que se ha posado sobre la cocina valenciana, puesto que Gasma (Gastronomy and Culinary Management Campus) pese a su corta trayectoria, ya se ha convertido en un forjador de talentos.
De hecho, Sergio Adelantado, presidente de la Academia se mostró "muy contento de estar en Castellón porque el celebrar este año la entrega en Gasma, responde al espíritu vertebrador y de unidad del sector gastronómico que desde la academia queremos potenciar".
El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, agradeció a la Academia que este acto, el único del año que se abre a personas que no son académicas, se celebrara en un centro educativo de referencia, puesto que "esto denota la gran salud de la gastronomía castellonense lo que supone un incentivo más a nivel turístico para nuestra provincia".
Por su parte, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, agradeció a la Academia la labor que desarrolla para "reconciliar lo mejor de la tradición con lo mejor de la innovación" y "generar complicidad entre los productores, la agricultura, la universidad, la investigación y los cocineros y creadores, porque esto supone un salvoconducto que añadir al pasaporte de los valencianos".
Y como se trata de gastronomía, un acto como éste se enmarcó de buenos productos y mejor cocina. La antesala a la entrega de premios consistió en una degustación de productos castellonenses y un aperitivo preparado por los alumnos de este campus culinario castellonense.
Posteriormente y tras los parlamentos, se sirvió un almuerzo elaborado por los cocineros Rodrigo de la Calle y Miguel Barrera.
El acto formal comenzó con el parlamento del presidente de la academia, que desde el pulpito agradeció la labor y entrega realizada por la anterior presidenta, Cuchita Lluch, y ha recordó que "hablar de gastronomía es hablar de felicidad, de compartir, de disfrutar y de recordar" para mostrar a través de una leyenda cómo "la gastronomía influye en lo que comemos y en el cómo lo hacemos, en la identidad y en la cultura de nuestra comunidad" y ha añadido: "Incluso, como modifica el territorio en donde nos asentamos" para destacar que la Academia de Gastronomía es de la Comunidad Valenciana y "así es como imagino yo nuestra Comunitat; todos juntos comiendo y bebiendo, compartiendo y disfrutando, alejando las diferencias, los egoísmos y el pasado, unidos por nuestra Cultura Gastronómica".
Ricard Camarena, asesor de la academia, ha entregado el Premio Cocinero 2015 a Alberto Ferruz, alma de Bon Amb; Patricia Puerta, teniente de Alcaldesa, ha entregado el Premio Jefe de Sala 2015 a Casto Copete Fernández, maitre de Nou Manolin y ya Sergio Adelantado ha sido el encargado de entregar el Premio Bodega 2015 a Celler del Roure.
Casto Copete Fernádez recibió el reconocimiento a 37 años de trabajo dedicados al mundo de la hostelería como maitre, 21 de los cuales los ha desarrollado en el grupo Nou Manolín, en el cual día tras día se ha entregado para recibir y aconsejar al cliente con calidez y naturalidad.
El premio de Cocinero 2015 no responde al azar, Alberto Ferruz, comenzó su historia en Bon Amb en el verano de 2011 y en tan sólo 4 años ha logrado numerosas menciones en guías gastronómicas, una estrella en la Guía Michelín, el Premio al Plato de Alicante y dos Soles de la Guía Repsol lo que le convierten en el candidato perfecto a un premio más, el de la Excelencia.
El premio al Proyecto lo ha logrado la bodega Celler del Roure por haber trabajado para que esta empresa familiar de la Toscana Valenciana consiga poner sus caldos en las manos de los mejores summeliers de España y que sus etiquetas innovadoras sean identificadas rápidamente. No obstante, lo que los distingue de todos los demás, además de la calidad de sus caldos, es el afán por recuperar métodos de elaboración del siglo IV. Este método consiste en elaborar vinos en tinajas de barro enterradas.