José Luis Vilanova: "Los empresarios deberíamos dar un paso más y liderar proyectos políticos"
Gallego de nacimiento y valenciano por amor. Economista, viticultor e interiorista, lidera Novavila, una bodega pontevedresa que produce albariño desde hace medio siglo: 8.000 botellas anuales que se comercializan en Italia, Francia, Madrid y, sobre todo, Valencia y Galicia. Y algo más: velas aromáticas, presentes, por ejemplo, en el despacho de Mariano Rajoy en la sede del PP de la calle Génova, y micados. Anda enfrascado en un nuevo proyecto decorativo acuñado como Arte en la Mesa y en el día a día de su Novavila Design Wine Hotel en Pontevedra, espacio de Enoturismo. Se ve humilde, sencillo y discreto como buen gallego y hablador como buen valenciano. Se enciende reivindicando un adelgazamiento profundo e inmediato de la Administración, como paso previo a una bajada de impuestos, con tarifa plana para autónomos y un tratamiento laboral idéntico para empleados privados y públicos. Anima a los empresarios, y se incluye, a dar un paso al frente, liderando proyectos políticos: “Nos dirigen funcionarios que no dan margen para el emprendedurismo”. Y anima a los pubs a servir copas de vino en vez de destilados.
¿Estamos ante un economista atípico?
Siempre ha corrido el diseño por mis venas y, de hecho, ahora estoy trabajando en una línea de diseño de Arte en la mesa. Pero, además, como soy creativo y la tradición familiar manda, somos viticultores con viñedos propios en Rías Baixas y vivo a caballo entre Pontevedra, Santiago y Valencia. Lo mío es crear antes que cuadrar balances.
¿El vino es Arte?
Sin duda. Es tradición pero también innovación para llegar a la excelencia. Hacemos un seguimiento de la viña, abonamos con agua de mar, que es algo muy tradicional, y utilizamos la tecnología más puntera sin dejar de ser un proceso artesanal.
¿Cómo maridan los albariños?
En contra de la opinión general, con un jamón, con un queso de leche cruda, con mariscos, pescados, carnes blancas… y pese a lo que entiende la gente, es un vino que envejece muy bien por su grado de acidez.
¿Ganan con el tiempo?
Sí. De hecho, ahora estamos vendiendo el año 2015 y la cosecha de 2016 aún está en proceso y no lo tendremos hasta después del verano. A mí me gustan los albariños de 3, 4, 5 años con un color más dorado y que encajan mejor con todo tipo de maridajes.
¿Cómo servirlos?
Se conservan tumbado y no soy de muy frío salvo un blanco joven. Uno que tenga 2-3 años, fresco pero no frío, frío, para que puedas apreciar sus matices.
¿El consumo va al alza o se mantiene estacionario?
Los blancos cada vez están más de moda. España era un país de tintos pero la gente experimenta más en el maridaje y descubre cómo encaja un cava con carne… Antes era todo muy hermético pero ahora hay más cultura gastronómica y se descubre que el resultado es mejor de lo que se esperaba.
¿Por qué la cerveza siempre gana?
Somos uno de los grandes productores del vino y, sin embargo, importamos la materia prima para hacer cerveza. Es más popular y el precio es determinante. Refresca y también es un alimento. Es un duro competidor. Hay que concienciar para que en los pubs se vendan los vinos por copas como en Italia o en Francia. Es una pieza clave el hostelero: no ganará tanto dinero pero es más saludable.
¿Su producción puede ir a más?
Quiero tener un producto de viñedos propios y no comprar uva porque hago un seguimiento con el abono de alga de mar que es algo único que no puede hacer un viticultor de La Rioja. La materia prima es fundamental. No alimentamos la cepa con estiércol que es el abono de cualquier viñedo. Más importante que la elaboración es el terreno.
José Luis Vilanova es un gallego que hace 12 años llega a Valencia y ¿qué descubre?
Al empresario valenciano,que es más creativo y de pensat i fet mientras que el gallego es muy constante y se lo piensa tanto que a veces incluso da marcha atrás antes de empezar.
¿Cuesta mucho hacerse hueco?
La marca Rías Baixas está muy implantada con mucha potencia. La calidad del producto es muy buena y un kilo de uva para albariño es la más cara de España, lo que hace que el precio de la botella sea medio-alto, lo que nos limita el nicho de mercado. La tendencia gastronómica de fusión nos ayuda porque los gustos van por ácido-picante. Ya no se comen tantos callos…
¿Y dirigir una empresa?
¡Súper complicado pagar las nóminas, las cotizaciones sociales, suministros energéticos! No es un país fácil para emprender y, de hecho, sólo hay 3 millones de autónomos. Hay más gente que vive del erario público que de su propia empresa.
¿Qué nos hace falta?
Una tarifa plana para el autónomo, que no tengamos que pagar 400 euros al mes trabajemos o no sino 50 euros y el resto, en función de beneficios. Si adelgazamos la burocracia española no tendremos tanta presión fiscal: fusionar ayuntamientos, eliminación de diputaciones, la mitad de la mitad de las estructuras autonómicas… Los recursos deberían destinarse no al gasto corriente sino a infraestructuras, Innovación… que nos ayuden a crecer. Tenemos que soltar lastre. Somos muy pocos y nadie tiene un estado autonómico como el nuestro: ni Italia, ni Inglaterra ni Francia. No puede ser que un presidente de la Generalitat se blinde durante no sé cuántos años con secretaria, chófer…No podemos aguantarlo.
¿Falta cultura empresarial?
Todos los que nos dirigen son funcionarios y no dan margen para que el que emprende lidere proyectos. Al final no se legisla pensando en el empresario, que nunca se pone como ejemplo. Deberíamos dar un paso más y liderar proyectos políticos porque ayudaría a cambiar la mentalidad. Es fundamental que haya limitación de mandatos. Si alguien es válido, que lo demuestre en el mercado libre.
Criado en una familia de empresarios, ¿no se le quitaron las ganas?
¡No! Mi familia siempre fue mercantil y por ello estudié Empresariales. Pero pido que la presión social para los que arriesguemos no sea mayor que para los que no arriesgan nada, que los derechos del empresario no sean menores que los de un funcionario. Un asalariado del Estado me decía: es que tú ganas más que yo y yo le respondía: es que no te puedes comparar conmigo sino con mi trabajador y tú tienes más prebendas que él.Me duele mucho que un empleado privado tenga menos derechos que uno público. Cuando lo cambiemos, haremos un país mejor. Este tema no lo toca nadie. Yo no quiero ni ser más ni menos que nadie. Que si no los puede tener el mío, tampoco uno del sector público.
Seguramente usted, como pontevedrés, entiende los ritmos del presidente del Gobierno que desesperan a todos…
El gallego es muy especial. En mi caso, ya estoy mezclado pero admito que Rajoy es un personaje que puede desesperar a los que no conocen el formato gallego pero en cambio genera más estabilidad. Soy fan de su estrategia. El gallego siempre ha tocado el poder por su forma de ser, porque no se le ve que quiere. Cuando tú quieres el poder, no llegas nunca pero el gallego sabe llegar sin anunciarlo. No tener ansias hace triunfar en este país a ser. Otra cosa buena del gallego es que generalmente dice tener menos de lo que tiene. Si tiene 5, te dice que tiene 2.
¿Valencia está superando la crisis?
Tiene una situación geográfica privilegiada y siempre va a salir adelante. Es creativa, recibe con los brazos abiertos, es fácil penetrar en esta ciudad. Es el mejor sitio para vivir, no tanto para hacer negocios que cuesta mucho.
Pilar Tamayo
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