Héctor Barberá: "Podré morirme a gusto cuando sea campeón del mundo" (incluye vídeo)
Es la cara valenciana de Moto GP y uno de los máximos favoritos para alzarse con el título de campeón del mundo en la categoría de CRT. Después de los primeros entrenamientos con su nueva moto Avintia, Héctor Barberá viajará el 19 de marzo a Jerez para el test antes de afrontar el inicio de temporada, que dará comienzo en abril en Qatar y que finalizará en noviembre en su ciudad, Valencia. Corremos con él una carrera muy especial.
Los inicios: antes de llegar al circuito
- ¿De dónde surge la pasión por la moto?
- Ya con 3 años era bastante hábil con la bicicleta. Cuando tenía 4 años, mis padres compraron una moto para mis hermanas y, aunque a ellos les gustaban las motos, no había una afición extrema en casa. Cuando la cogí por primera vez me di cuenta de que me gustaba. Con 6 años me federan en trial, que era el deporte relacionado con la moto que mejor me iba por vivir en un pueblo rodeado de montañas. Al haber sido campeón de la Comunidad varias veces nos llaman de la Federación para que nos apuntáramos a la Fórmula de Bancaja. Nunca había llevado una moto de velocidad, pero probé y me di cuenta de que se me daba bien. El primer año hice cuarto, los dos siguientes quedé campeón hasta que el Circuito me ficha con 14 años y corro el Campeonato de España y lo gano. Y al año siguiente ya me llevan al mundial.
- Progresas por distintas copas de promoción hasta llegar al Campeonato de España, que lo ganas con tan solo 15 años. ¿A qué sabe ese primer triunfo? ¿Cómo asimila un chaval tan joven sus primeros éxitos?
- No lo piensas. Es lo que siempre has hecho desde que tenías 3 o 4 años. Ganas el Campeonato de España pero no te conformas y quieres correr el del mundo. Conforme vas quemando fases, piensas que todo es posible. El Campeonato de España marca un antes y un después porque me doy cuenta de que valgo para esto, pero lo que realmente tiene valor es el Campeonato del Mundo.
- Un año después debutas en el Mundial de 125cc. ¿Cómo recuerdas tus primeras carreras?
- En la primera carrera iba muy perdido. Deciden que vaya a correr dos semanas antes de que empiece el campeonato, y es todo muy precipitado. Llego muy verde, sin entrenar, y quedo último, además en Japón, que es uno de los circuitos más complicados, y bajo un diluvio universal. Salí el 28º y acabé el 16º, así que pese a todo fue un buen recuerdo.
- Después de pasar por distintas cilindradas, ya en 2010 das el salto a la categoría de Moto GP, en la que este año eres uno de los favoritos para llevarte el título en la categoría de CRT. ¿Es una carga mental o una motivación?
- Siempre que te ponen la presión de favorito es positivo porque significa que se puede conseguir. En este momento, a pesar de que CRT es una categoría en la que va a haber pilotos muy buenos, no deja de ser la segunda de Moto GP. Me veo luchando por el título y espero que este sea un pequeño paso atrás para coger impulso y el año que viene estar en una fábrica. Tenemos la posibilidad de ser la primer CRT y eso sin duda es muy motivante.
El circuito, todavía vacío
- ¿Quiénes han sido tus referentes o tus ídolos? ¿Has tenido la oportunidad de correr frente a alguno de ellos?
- Cuando me pasé a la velocidad me vi muy identificado con Álex Barros, un piloto que ha estado más de 20 años corriendo en Moto GP y que es lo que me gustaría hacer a mí. Valentino Rossi, Loris Capirossi o Marco Melandri también han sido mis ídolos. He tenido la oportunidad de correr con ellos, pelearme con ellos y quedar por delante , lo cual es muy bonito, pero realmente con quien me hubiese gustado correr es con Álex Barros.
- Háblanos de la preparación antes de la carrera, tanto física como mental.
- Nuestro entrenamiento es muy complejo. La gente piensa que en motociclismo el físico no cuenta, pero llegar a una curva a 300 km/h y frenar en 100 metros es muy duro. Las carreras duran 45 minutos en los que estamos sometidos a una presión continua. Tenemos que estar bien a todos los niveles. A la semana solemos hacer tres días de entrenamiento de bicicleta, alternando de montaña y de carretera. Los dos días restantes hacemos un entrenamiento "crossfit", que nos parece el más completo de todos. Es un plan muy intenso que te hace trabajar hasta los dedos del pie, y desde que lo estoy haciendo me noto mucho más fuerte.
- Muchos deportistas tienen manías o rituales que repiten antes de cada partido. Imagino que en un deporte de riesgo como pueda ser el motociclismo, esto se acentúa. ¿Eres supersticioso? ¿Llevas a cabo alguna rutina antes de subirte a la moto?
- La verdad es que no tengo rituales. He trabajado mucho las visualizaciones y así es mucho más fácil hacer las cosas bien: te pones encima de la moto y visualizas la carrera. Y también ejercicios para bajar las respiraciones y estar más tranquilo. Suelo oír música mientras me cambio, y luego sí que realizo una serie de rituales; primero la bota izquierda, luego la derecha, tiro los guantes al suelo mientras me coloco el casco, me pongo el derecho, luego el izquierdo. Me subo, visualizo y salgo.
- Aunque el motociclismo nos pueda parecer un deporte individual, detrás del piloto hay mucha gente que no se ve. Háblanos de la importancia de rodearse de un buen equipo.
- Lo que creo que define un deporte individual es que cuando fallas, fallas tú y, cuando aciertas, acertamos todos. En nuestro deporte, para poder estar bien dependes de mucha gente. Todos los factores influyen: la comunicación dentro del equipo, la confianza de los patrocinadores, el buen funcionamiento de la moto, del ingeniero, de los mecánicos
- Y los sponsors son también fundamentales, aunque ¿no os sentís un poco hombres-anuncio cuando saltáis al asfalto?
- Sí, pero entiendes que gracias a ellos nosotros podemos ir en moto, aunque también es cierto que gracias a nosotros ellos se pueden anunciar. Con algunos patrocinadores tienes más feeling que con otros, pero para el piloto es importante que el patrocinador se involucre, que venga a la carrera, y, en ese sentido, este año estoy muy contento porque el hecho de estar todos en la misma línea siempre ayuda.
La moto
- Ya has tenido ocasión de probar la moto en Malasia. ¿Primeras impresiones?
- El primer entrenamiento fue un desastre. El segundo día, aunque solucionamos unos problemas, aparecieron otros pero, a partir de ahí, empezaron a ir las cosas mejor, fuimos más rápido y ya logré quedarme a medio segundo del primero. Al día siguiente incluso volví a arañar algunas décimas, con lo que al final la valoración fue muy positiva y volvimos de ese entrenamiento muy motivados y pensando que estamos haciendo bien las cosas.
- ¿Cuál es la relación de un piloto con su moto? ¿Va más allá de la carrera?
- Es una relación amor-odio. Cuando las cosas van bien, siempre la mimas, llegas a hablar con ella. Pero, cuando se produce el fallo, el error, la caída, a veces te sientes defraudado y llegas incluso a odiarla. Es como una novia porque en el fondo la quieres.
- ¿Quién gana las carreras, la moto o el piloto? ¿Y quién las pierde?
- Los dos. El equipo. A veces el problema es de la moto, a veces es tuyo. Pero, cuando el equipo es bueno y está unido, no hay un culpable, hay soluciones.
Llega la gente y llena las gradas
- Háblanos del tipo de público aficionado al motociclismo.
- Es un ambiente muy "racing". El perfil del público es muy amplio. De hecho yo me siento muy arropado por chicas jóvenes. Es gente muy abierta, un ambiente en lo que prima es pasárselo bien y en el que se hacen grandes amistades.
- ¿Cómo es la relación piloto-público? Supongo que durante la carrera, a 200 km/h tan solo verás manchas de colores en las gradas.
- Sientes el apoyo sobre todo en el paddock. Pero luego hay momentos especiales en los que también sientes al público: la vuelta previa a la salida, alguna curva especial en la que notas el rumor de la gente... No notas siempre el calor del público pero, a cambio, también evitas lo negativo de los insultos y las pitadas que sí se dan en otros deportes.
- ¿Suelen ser incondicionales o en cada circuito hay un público distinto? Diferencia con el deporte de equipo y las aficiones, fieles a cada club.
- Sí que hay gente que nos sigue por los circuitos. Pero el problema es que con un pase normal tienes acceso a una tribuna y solo puedes ver una parte de la carrera. En Europa tenemos más seguidores, pero fuera de Europa es más complicado y la gente que nos sigue a sitios lejanos es gente que puede conseguir un pase de paddock.
Vuelta de reconocimiento
- ¿Tenéis los pilotos algún circuito favorito, o algún circuito talismán? Y al revés, ¿algún circuito al que le tengas especial respeto por su dificultad?
- Sí, hay circuitos en los que en seguida todo fluye y vas rápido y, sin embargo, hay otros que se atragantan y cuesta mucho más. A mí me pasa por ejemplo en Jerez donde solo he hecho un podio en toda mi carrera.
- ¿Alguno que te impresione especialmente por su ambiente?
- El circuito que más me gusta es Australia pero también hay otros circuitos, como el de Alemania, en el que me siento cómodo. Jerez o Francia son más cerrados, más lentos, y no me encuentro tan bien corriendo allí. Pero eso depende de cada piloto y de su forma de pilotar. Yo en particular disfruto más con las curvas rápidas, por ejemplo.
- ¿Es especial correr en Valencia? En Cheste es precisamente donde acaba la temporada.
- Sí, es especial. El circuito de Valencia no lo puedo comparar a ningún otro porque es donde yo me he formado. Fui subcampeón del mundo en 125 y lo mismo sucedió en 250. A pesar de que el trazado no sea el más bonito, no es un circuito más, es "el circuito".
- ¿Qué opinión te merece el circuito urbano de Fórmula 1? ¿Piensas que ha sido un despilfarro?
- Se nos ha ido de las manos. Es cierto que nos ha dado proyección, pero no ha sido todo lo rentable que se esperaba. El circuito es bonito, la idea es genial, pero hay que ser capaces de explotarlo y posiblemente no hemos sabido.
La carrera
- Ya sobre la moto, ¿piensas en el peligro que corres?
- Nunca se piensa. De hecho, si alguna vez me viene a la cabeza dejaré de correr en motos. Si es cierto que con la edad lo vas pensando más y la experiencia te hace no ser tan imprudente como lo eras cuando tenías 18 años.
- ¿Qué te pasa por la cabeza en el momento en que trazas mal una curva y sales despedido, o patinas por el suelo durante unos cuantos metros?
- Hay tres tipos de caída. Está la caída absurda en la que vas frenando y la rueda te va avisando de que vas a caer. Y, cuando se produce, piensas lo tonto que has sido, coges la moto y te dan ganas de acabar la carrera. La caída media, en las últimas vueltas que tienes que arriesgar, y ahí solo piensas en no hacerte demasiado daño. Y las hay que suceden sin saber por qué y de forma tan rápida que, cuando reaccionas, lo único que deseas es que no te hayas hecho mucho daño.
- Hablando de tus rivales, ¿cuál es la relación que tenéis? A pesar de que cada uno viaje con su equipo, ¿hay un sentimiento de compañerismo, al menos entre los pilotos españoles? ¿Alguno con el que tengas especial amistad?
- En este deporte solo hay sitio para uno y eso dificulta que haya amistad. La relación es cordial pero en la carrera vas a la pillería y no sueles tienes amigos fuera de las pistas.
El pódium
- ¿Cómo de importante es la victoria para ti?
- Y creo que el sueño de todo deportista es poder dar el máximo y, en ese sentido, yo estoy muy contento porque lo he podido dar. También es verdad que a veces pienso que alguno de los subcampeonatos hubiera podido ser un campeonato, pero si las lesiones me respetan tengo aún unos diez años por delante y muchos cartuchos para volverlo a intentar.
- ¿Te consideras un mal perdedor? ¿Eres autocrítico?
- Soy muy exigente conmigo y, aunque no lo exteriorice, una derrota me produce un malestar interno, es como si me hubiera decepcionado a mí mismo. No es fácil nunca aceptar una derrota.
- ¿Algún sueño de cara al futuro?
- Me moriré el día que sea campeón del mundo y me moriré a gusto. Aunque con el tiempo se aprende a aceptar las cosas como vienen y evitar grandes decepciones o frustraciones porque, al fin y al cabo, en un deporte de riesgo y no se sabe qué va a pasar mañana. Este año no puedo fallar porque el año que viene quiero tener una moto oficial. Ahora estoy como en un segundo inicio de mi carrera deportiva.
Vuelta a la normalidad
- ¿Cuántas veces te han preguntado si eres familia de Rita Barberá?
- Muchas, sobre todo cuando viajo por España. Pero no, no lo soy.
- ¿Cómo es Héctor Barberá en las distancias cortas?
- Sobre todo soy muy amigo de mis amigos. Conservo amistades desde la infancia e intentamos vernos en la medida de lo posible.
- ¿Te gusta ver o practicas otros deportes?
- Sí, además del entrenamiento que hacemos en bicicleta, que me encanta, suelo jugar a tenis y pádel. También veo fútbol y lo practico de vez en cuando.
- Hemos podido comprobar que eres muy activo en las redes sociales.
- Me gustan más las relaciones cara a cara, pero entiendo que herramientas como Facebook y Twitter son ahora imprescindibles para cuidar tu imagen y estar en contacto con tus fans. Ahora las utilizo más que antes.
- ¿A qué quieres dedicarte cuando te retires? ¿Te gustaría seguir vinculado a este mundo?
- Todavía es muy pronto para pensar en eso, pero me gustaría contribuir al deporte de alguna manera, devolver todo lo que a mí me han dado, quizá enseñando lo que he podido aprender. Hablo de montar una escuela para formar a jóvenes deportistas. Yo no he podido estudiar una carrera, pero sí he ido adquiriendo experiencia con el paso de los años, y me gustaría poder transmitir todo eso.