siempre ha dicho que su cabeza es un contenedor de ideas, y quizá ahora con el traslado que ha anunciado hoy al complejo de
lo logre. El cocinero de La Safor ha indicado que trasladará su restaurante gastronómico en la primavera de 2017 y que su objetivo es establecerse allí de manera definitiva.
Camarena ha explicado que en cuanto tuvo conocimiento del proyecto cultural que se estaba gestando, quiso formar parte de él, y que se puso en marcha la maquinaria para establecer las bases del nuevo local, en este sentido ha comentado que "ha sido unos siete meses de trabajar en silencio, pero queríamos ya adelantar la noticia antes de que se extendiera, para poder trabajar de una manera más libre".
Camarena ha estado acompañado durante su anuncio por la directora general de la Fundació per Amor a l'Art, Susana Lloret, y por el asesor del área de arte de la Fundació per Amor a l'Art, Vicent Todolí, que es principalmente conocido por haber dirigido la Tate Modern. El nexo que une a estos tres protagonistas es no solo su vinculación y amor al arte, sino también su confluencia en La Safor, Todolí procedente de Palmer, junto con Camarena de Barx y Lloret, que siempre ha estado muy vinculada con esta comarca. De hecho, ella misma lo ha relatado durante la comparecencia ante la prensa al recordar que conoció a Camarena cuando el empezaba como cocinero en la piscina de Barx "con unas mesas de hule y muchas ganas de cumplir sus sueños" y ahora esos sueños, siguen creciendo y la prueba palpable es este proyecto.
El complejo, en el que se instalará el futuro restaurante de Camarena, estará gestionado por la fundación y está previsto que este centro se inaugure entre febrero y marzo de 2017.
El nuevo gastronómico, cuya entrada coincidirá con la del propio centro y que tendrá un funcionamiento totalmente independiente al museo, posee una superficie útil de más de 500 metros cuadrados y una zona ajardinada de más de 200 metros, que "será seis veces más grande que el restaurante actual y contará con luz natural, algo que añorábamos".
De este modo, Camarena ha explicado que se pretende ganar en espacio pero no en comensales, porque de los 24 actuales como máximo se pasará a 32 porque lo que pretende es "aprovechar los espacios para que los vayan probando diferentes cosas". En este sentido, el cocinero ha querido aclarar que la esencia del gastronómico no va a cambiar pero "evidentemente la propuesta de Ricard Camarena desde que empezó en 2012 ha ido cambiando
paulatinamente. No creo en los cambios drásticos sino en la evolución
natural y la vamos a poder ver en el nuevo restaurante, comprobando lo que el espacio puede aportarnos a nosotros, va a cambiar sustancialmente, porque el espacio nos lo va a permitir" y ha puntualizado que es consciente que se van a establecer sinergías entre el museo y el restaurante.
Camarena ha desvelado que el cambio "se debe, sobre todo, al espacio y al proyecto que se va a desarrollar allí". "Para nosotros será simbiótico y es importante estar al lado de en una iniciativa como la que va a desarrollar la Fundación per Amor a l'Art y que va a dar tanto a la ciudad", ha adelantado. "Es un espacio inmejorable y una gran oportunidad", ha añadido.
El cocinero ha comentado que su objetivo es "evolucionar" y con el cambio de espacio, la próxima primavera, "cubrimos unas necesidades". "Me siento fuerte, bien acompañado y con un equipo increíble que me empuja a hacer cosas", ha asegurado. Camarena ha apuntado que "experiencialmente necesitamos hacer más cosas al margen de un menú degustación. El cuerpo nos pide ser creativos y este espacio nos lo va a permitir".
El primer restaurante gastronómico que abrió Ricard Camarena en la capital del Turia fue 'Arrop RC' en 2009 con el que revalidó su estrella Michelin. Tres años después lo cerró y en julio de 2012 inauguró Ricard Camarena Restaurant, en el que volvió a conseguir el reconocimiento de la Guía Roja y que permanecerá abierto "hasta un día antes que se abra el nuevo, la próxima primavera", ha matizado el cocinero.
Ricard Camarena Restaurant dará el salto, del barrio de Ruzafa, para recalar en Marxalenes, concretamente en las instalaciones de una antigua fábrica de bombas hidráulicas: Bombas Gens. El edificio, de estilo Art Decó industrial, data de 1930 y a partir de 2017 acogerá las actividades de la Fundació Per Amor a l'Art, que lo gestionará con el objetivo darle contenido social, con un centro de día y de atención socioeducativa; cultural, con varias colecciones de arte contemporáneo, y de investigación médica de la enfermedad de Wilson.
Susana Lloret, ha reconocido que desde la Fundación están "muy contentos" de compartir espacio con Ricard Camarena , "un profesional al que admiramos y con el que compartimos valores como la innovación, el esfuerzo, la humildad, el respeto a la tierra y a la identidad cultural propia, y la creatividad", ha añadido.
El asesor de arte de la fundación,
Vicente Todolí, ha comentado que los proyectos de Ricard "no se repiten y cambian según el contexto en el que se encuentran" y es "la misma forma con la que yo afrontó el trabajo en los espacios culturales". "Ricard consigue que funcionen sus propuestas sin repetirse", ha destacado.
Todolí ha explicado que durante los últimos años se han expuesto obras de grandes fotógrafos de la colección de la dundación en
Ricard Camarena Restaurant "para, de forma simbólica, suplir la falta de luz". El arte también estará muy presente en el interior del restaurante y se convertirá en otra peculiar "sala de e
xposiciones" del centro cultural, han adelantadi. Está previsto que se exhiban obras de la colección de arte contemporáneo y que vayan cambiando con el tiempo.
En cuanto al espacio que ocupa actualmente el gastronómico ha apuntado que está bajando diferentes posibilidades, sobre todo en relación con el Canalla Bistró dado que comparten la cocina, pero que todas estas opciones pasan por la formación de un equipo que responda a las necesidades y esencia de todo el conglomerado que ahora es Ricard Camarena.