Gala de los Goya 2018 - Por qué el negro es la mejor opción
Esos días estamos escuchado y leyendo en todos los medios los comentarios y más que nada críticas a la gala de la XXXII edición de los premios GOYA. No ha gustado a casi nadie ni la ceremonia, ni los presentadores Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla y tampoco los premiados. Hay temas que llevan incorporada la polémica.
La gala de los premios Goya de 2018 no será muy recordada a la vista de lo que dicen los entendidos en materia de grandes eventos. A lo que podemos añadir que por un derroche de elegancia, estilo, y buen gusto en las indumentarias de ellas y ellos tampoco. El título de este texto es la mejor conclusión a la que podemos llegar.
Empezaremos refiriéndonos a los aciertos y que confirman nuestro título: la actriz Cayetana Guillem Cuervo y las modelos Nieves Álvarez y Alba Galocha fueron las que acertaron con una apuesta fácil de color y cada una en su propio registro.
Cayetana opto por una falda de vuelo y con bolsillos que ella dominaba perfectamente y que confecciono para ella Santos Costura, una buena apuesta por la moda española. Todo bien complementado y sobre un físico que permite muchas licencias, como el escote vertiginoso del vestido.
Nieves Álvarez prefirió acudir a la ceremonia con un vestido-joya de Dolce y Gabbana negro con dibujo frontal en plata y con una tiara sobre el pelo recogido que dijo le había dejado su hija en el último momento, lo que cuesta un poco de creer.
Por su parte, la modelo Alba Galocha hizo una apuesta Valente por el pantalón demostrando que esta prenda puede hacerte brillar en una gala como la más espectacular falda de vuelo. Su belleza y juventud, la ausencia de laca en el peinado que era natural y un maquillaje más que ligero junto con el diseño de Miuccia Prada demostraron que para ser la mejor en una gala no hace falta disfrazarse.
Del resto mejor no decir nada. El tono granate y los rojos tuvieron algo de relevancia, pero no dieron a nadie el brillo suficiente para ser recordado. Solo destacar a Maribel Verdú que supo sacarse el mejor partido ayudada por un Dior brillante azul marino. No salimos del oscuro.
Mención especial merecen los esmóquines que vimos en la gala de los Goya. El género masculino no queda bien parado si destacamos como la mejor prensa que paso por la alfombra roja el que lucio Leticia Dolera obra de Roberto Diz.
Es destacable comprobar que nuestros actores también se preocupan por su indumentaria y respetan la petición de etiqueta que merece esta gala, aunque mucha culpa han tenido en esto los Oscars y las ansias de emular a la meca el cine. Sea cual fuere la causa, tenemos que alegrarnos de que ellos también se acicalen y se preocupen de que ponerse. Lo que no tengo tan claro es que, si fueran invitados al otro lado del Atlántico, resultaran tan atrevidos en sus indumentarias. Seguro que en los Oscars no se permitían las licencias con las que nos obsequian aquí.
El problema es que a algunos de nuestros actores la imaginación y la fantasía les juegan una mala pasada. Por eso mencionaremos a quien se atrevió y acertó. Como Quim Gutierrez con esmoquin cruzado de Dsqquared2, muy poco vistos en toda la gala y con una preciosa pulsera vintage de platino y brillantes. Un complemento de lo más innovador.
Lo dicho, tomemos como referencia que los invitados cumplen con la etiqueta y se preocupan de su indumentaria y confiemos en que el espíritu el buen gusto y la elegancia invadan sus metes para posteriores ediciones y galas.
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