Gabriela Bravo inaugura la exposición 'Paredes que hablan' para denunciar el silencio que se genera en torno a la violencia de género
La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha inaugurado la exposición 'Paredes que hablan' en la Ciudad de la Justicia de València. Esta instalación -que combina arte y tecnología,- se configura con cuatro paredes en cuyo interior, un dispositivo de audio reproduce testimonios reales de víctimas de violencia de género y que pueden ser escuchados al acercar la oreja a ellas.
La muestra ha sido organizada por la Fundación Mujeres y el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla, con la colaboración de la agencia TBWA y la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública, la cual ha cedido el espacio en el complejo judicial valenciano donde se podrá visitar hasta el próximo 29 de noviembre.
Anteriormente, la exposición se ha exhibido en la estación ferroviaria Puerta de Atocha de Madrid y en la de Delicias de Zaragoza y, tras València, lo hará en Barcelona y Sevilla.
La consellera Gabriela Bravo ha explicado que el título de la exposición, -'Paredes que hablan'- define como esta expresión coloquial, "ha sido cómplice de susurros de impotencia y de silencios viscosos que ocultaban el drama del terrorismo machista". Una expresión que, a su juicio "no era un deseo ni una reivindicación, sino una excusa cobarde para no decir nada y no hacer nada. Hasta ahora."
Por ello, Bravo ha destacado la importancia de iniciativas como esta exhibición para dar voz a las víctimas de violencia de género y concienciar a toda la sociedad de romper el silencio y, en el caso de las mujeres que sufren maltrato, denunciar. "Las paredes deben hablar y esas paredes son los vecinos y las familias que tienen que presentar denuncias cuando tengan conocimiento de un delito y tienen que ayudar a las mujeres a salir de ese círculo", ha reclamado.
La consellera de Justicia ha recordado que de las 50 mujeres asesinadas en 2019 en España -siete de ellas en la Comunitat Valenciana- en 11 de los casos había denuncias previas contra los maltratadores y 32 de ellas aún convivían con los agresores. Por ello, ha insistido en que las mujeres que sufren maltrato deben denunciar a sus agresores para que la Administración y la Justicia puedan actuar. Y más al considerar que la violencia contra las mujeres aún provoca más dolor como muestra el hecho de que, este año, "dos menores han sido asesinados por sus propios padres y hay 41 huérfanas y huérfanos", ha dicho.
Precisamente porque el terrorismo machista causa también otras víctimas en los menores que quedan, tal y como ha dicho la consellera "con una madre muerta y un padre en prisión", la consellera ha elogiado el trabajo del Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla, creado por los familiares de la que fue la primera fiscal de Sala del Tribunal Supremo especializada en violencia de género y que colabora con esta exposición.
Esta organización benéfica ofrece ayudas para el desarrollo personal, apoyo educativo y reparación del daño ocasionado a las niñas y niños que han perdido a su madre.
En este sentido, para Gabriela Bravo, el Fondo de Becas es "el mejor modo de mantener vivo el recuerdo y la trayectoria de una fiscal, como Soledad Cazorla, que fue y será ejemplo e inspiración para toda la carrera fiscal por su excelencia jurídica y profesional y para toda la ciudadanía en general por su compromiso con la igualdad y el deseo de conseguir, entre todos, una sociedad mejor", ha concluido.