Fernando S. Castillo propone en el IVAM la construcción de una memoria colectiva a través de historias olvidadas
"Hay que quitar el memorial del pedestal y devolver el poder y la capacidad de expresión a los ciudadanos". Así ha presentado Fernando Sánchez Castillo (Madrid, 1970) la exposición Fake Games. El monumento colectivizado que se muestra desde el 14 de noviembre en el IVAM. Frente al monumento como la obra de arte por excelencia asociada al poder, el artista propone en la galería 6 que los visitantes del museo creen un memorial colectivo a partir de unos soldaditos de juguete, inspirados en una de las fotografías más icónicas de la Guerra Civil: Muerte de un miliciano atribuida a Robert Capa y Gerda Taro.
"Los mayores de quince años —edad mínima para alistarse en las milicias— pueden llevarse a casa un soldadito de la instalación a cambio de una reflexión sobre la Guerra Civil que dejarán por escrito sobre las paredes de la galería", ha explicado el artista sobre su propuesta. De esta forma, como ha comentado el director del IVAM, José Miguel G. Cortés, "los visitantes se convierten en sujetos activos de la exposición, de la misma forma que no se entiende la memoria de un país sin la participación de todos los hombres y mujeres que han formado parte de ella".
La exposición desmenuza las relaciones entre arte y poder, entre espacios públicos y memoria colectiva que caracterizan el trabajo de Fernando S. Castillo. "En este caso, el artista se ha inspirado en la tradición juguetera valenciana", ha destacado el comisario Miguel Caballero. Partiendo de un juguete fabricado en la localidad alicantina de Ibi que representa a un miliciano, la exposición renueva el concepto de monumentalidad creando un memorial en el que se eliminan los pedestales, se reduce la escala, se colectiviza y se busca el intercambio con los espectadores. "Conforme vaya avanzando la exposición esta brigada de 4.000 soldados irá disminuyendo mientras la historia oral de la Guerra Civil en València va aumentando a través de los post-it en las paredes", ha señalado el comisario.
Fake Games. El monumento colectivizado se completa con un memorial map con piezas que colaboran en la construcción de la iconografía del miliciano. En la segunda planta se expone una colección de fotografías de soldados que se autorretratan jugando a morir y a matar, recordando la polémica sobre la célebre fotografía de Capa/Taro en la que quizá el miliciano estaba escenificando su muerte y no caía muerto de verdad.
"Fake Games es un doble negativo: si el juego es falso, entonces se convierte en real", ha concluido el artista sobre el título de una exposición que nos invita a reflexionar sobre la dualidad entre ficción y realidad y a ahondar en las intrahistorias de la Historia.