Estos son los cuatro escenarios para las Fallas 2021 en el segundo semestre del año
Mes de marzo, y sin Fallas a la vista. Es una sensación del todo anómala para los valencianos, que asocian los últimos días de invierno con el bullicio, la masificación, la cultura y la pólvora. Sin embargo, la situación sanitaria, y el estallido de la tercera ola de la pandemia tras las fiestas navideñas, han eliminado cualquier posibilidad de organizar unas fiestas josefinas, al menos, en el primer semestre del año.
Ese es el acuerdo al que llegaron las entidades festivas, junto al Ayuntamiento de Valencia, con la Conselleria de Sanitat Universal, en la última reunión de coordinación que tenía como objetivo dar una solución a la fiesta más multitudinaria de la Comunitat Valenciana. Ahora, a la espera de que la situación sanitaria mejore, paralela al aumento del ritmo de vacunación, todas las esperanzas del mundo fallero se depositan en unas fiestas tardías a partir del mes de junio.
Y es que, calendario en mano, hay cuatro opciones que ganan posiciones ante estas hipotéticas fiestas. Dos de ellas serían fiestas estivales, mientras que la tercera opción se trasladaría ya a la estación de otoño. Por lo que, el abanico es todavía amplio.
El primer escenario sería en el mes de julio, concretamente del 14 al 18 de este mes, intentando respetar en mayor parte los días falleros (del 15 al 19), y aprovechando que el día 18 de julio sería domingo. Esta es la opción que una gran parte del sector fallero más ha respaldado, por la facilidad para combinar las fiestas con la Feria de Julio, aprovechar vacaciones escolares y no alterar, demasiado, el ciclo fallero de preselecciones y elecciones, y comenzando un ejercicio "ordinario" de cara al otoño para todas las agrupaciones. Asimismo, diferentes agrupaciones de la máxima categoría también se han mostrado favorables a esta opción, donde hay una mayor facilidad de aprovechar el turismo estival. Sin embargo, la cercanía de la fecha, sería el principal inconveniente, ya que, parece poco factible haber alcanzado una inmunidad de rebaño para el mes de julio.
La segunda opción, sería llevar a cabo las fiestas, en la primera semana de septiembre, con los colegios a punto de comenzar, y todavía pudiendo aprovechar el buen tiempo, es otra de las opciones que se han puesto sobre la mesa. De esta manera, del 1 al 5 de septiembre, aprovechando el fin de semana, y que todavía hay una gran cantidad de gente de vacaciones, sería otra opción asumible. Asimismo, el tiempo templado de esa época, facilitaría que actividades como las ofrendas o las mascletàs en una situación similar a la de unas Fallas tradicionale. Una realidad que debería modificarse por las elevadas temperaturas de unas fiestas en pleno verano. Una opción que ha sido elegida por una gran cantidad de Juntas Locales de pueblos ceranos a Valencia.
La tercera idea, y una de las favoritas de las administraciones a la hora de conseguir ganar tiempo al virus, sería llevar las fiestas josefinas al mes de octubre. El puente de octubre sería el momento elegido para llevar a cabo las Fallas otoñales. En concreto, la fiesta comenzaría el viernes 8 para terminar el martes 12, Día de la Fiesta Nacional, y combinando también los actos previstos por el Día de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, el mal tiempo que suele acompañar a estas fechas es un inconveniente a tener en cuenta, y que podría dejar unas fiestas arruinadas por la lluvia y el viento, que el sector fallero lleva ya demasiado tiempo esperando.
Todo ello, a la espera de ver como avanza el virus y el ritmo de vacunación en la población española. Si finalmente las fiestas pueden celebrarse, quedará por definir tanto el calendario, como los actos que podrían o no llevarse a cabo, ante la previsible inviabilidad de poder llevar a cabo grandes concentraciones de personas.
Y es que, la cuarta opción, pasaría por un nuevo emplazamiento de la fiesta a marzo del próximo año, tal y como ya pasó con las Fallas de 2020, que nunca se llegaron a celebrar. Es el escenario menos deseable, pero que sigue sobre la mesa si el virus sigue dando problemas en la segunda mitad del año. Lo que sería a todos los efectos una cancelación de las fallas.