El Centre del Carme reivindica la obra de la escultora valenciana Teresa Cebrián
El Centre del Carme inicia el programa "Trajectòries", de revisión de trayectorias de artistas y colectivos valencianos con la obra de la escultora Teresa Cebrián (Losa del Obispo, València, 1957).
'El largo viaje' repasa 35 años de creación artística, que se resumen en 14 conjuntos escultóricos o instalaciones que repasan las series más controvertidas de esta artista nómada, un recorrido artístico y vital marcado por la enfermedad y el dolor con el arte como paliativo.
El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha señalado que "Teresa Cebrián no es una artista desconocida en València, pero sí que es una artista que no ha recibido el reconocimiento suficiente en su tierra. Esta exposición nos permite, por primera vez, recorrer su trayectoria y nos descubre a una artista intensa con una obra muy sólida de carácter casi autobiográfico". Ha añadido que "la fragilidad que ha provocado su enfermedad contrasta con la dureza de algunos de los materiales con los que ha trabajado a lo largo de su carrera, creando sugerentes instalaciones que conducen a la reflexión".
Pérez Pont ha presentado la exposición, que se podrá ver en el Centre del Carme del 15 de junio al 23 de septiembre. La comisaria, Marisol Salanova, y la propia artista, Teresa Cebrián, han acompañado al director del centro de arte.
El director del Centre del Carme ha manifestado que "con la exposición de Teresa Cebrián contribuimos a seguir construyendo el relato del arte contemporáneo valenciano".
Con un reconocido recorrido internacional, Teresa Cebrián ha desarrollado la mayor parte de su producción fuera de España en diferentes residencias artísticas en Canadá, Polonia, Holanda, Alemania, Hungría o Suiza, entre otros.
"Siempre entre países, recopilando materiales increíbles, acoplándose en cualquier taller acondicionado para poder crear", ha explicado Marisol Salanova.
La comisaria ha afirmado que "Teresa Cebrián ha sido una auténtica nómada que ha creado su obra a lo largo de su vida en diferentes residencias internacionales, que ha vivido solo de crear y vender obra, cuyo único sustento ha sido el arte, con la complejidad que eso conlleva".
La exposición individual de Teresa Cebrián 'El largo viaje' está planificada para poner en diálogo una o varias obras no relacionadas anteriormente, y que tanto comisaria como artista quieren ofrecer al público desvelando una historia cuyo relato dependerá de los que la observen, ya que cada espacio contiene múltiples revelaciones.
La exposición refleja las particulares dificultades a las que se enfrentan las mujeres artistas a la hora de crear y conciliar, especialmente en los años en los que comenzó a generar obra Cebrián en escultura e instalación, por el hecho de ser mujeres.
Salanova ha explicado que "la lucha contra el machismo dentro y fuera del hogar, la toma de decisiones sobre la maternidad, los vínculos familiares, la infancia, la madurez, la resiliencia y el dolor como algo inherente al ciclo vital, son los temas principales de este proyecto".
La exposición no es una retrospectiva al uso, no ofrece un recorrido cronológico, sino temático por las distintas etapas de la artista, lo que permite establecer diálogos entre piezas que nunca antes se han expuesto juntas, conocer todas las técnicas que ha experimentado la artista en su carrera e ir identificando preguntas existenciales con las que cualquier visitante empatizaría.
La exposición contiene, además, obras inéditas de creación reciente. A pesar de que la artista ha anunciado varias veces su retirada del trabajo artístico debido a su enfermedad, Teresa Cebrián sigue produciendo.
La muestra se presenta como un viaje en el que ir conociendo esas piezas o series clave en su producción y que marcaron un antes y un después en su trayectoria, como 'La desaparición de las palabras' (2012), pieza que ha adquirido recientemente la Generalitat dentro del fondo de arte contemporáneo que tiene, y que hace referencia al momento en el que la artista debe establecerse definitivamente en València debido a su enfermedad y abandonar esa vida nómada.
Aunque las temáticas y las preocupaciones de la artista a lo largo de su carrera son diversas, el dolor es el hilo conductor de esta muestra que, pese a no ser cronológica, evoluciona, como su enfermedad, hasta el dolor más absoluto.
La artista define la sala central de Ferreres como la habitación del silencio. En esta, la jaula de la violencia o 'La violencia enjaulada' (2002), un sudario y su autorretrato portándolo preparan al espectador para un recorrido que se inicia con algunas de sus residencias internacionales, con la idea de soledad e introspección de sus obras 'The hermits' (1991) o 'Linternas marinas' (1988) y 'Dark water' (1987), inspiradas en la literatura japonesa.
Destacan, asimismo, 'Del silencio de las lágrimas' (1999), obra del Consorci de Museus que se creó 'ex profeso' para exponerla en la Sala La Gallera, y que ve la luz por primera vez después de aquella instalación, o 'Faces/Faceless'�(2006), una escultura instalativa compuesta por decenas de rostros que hacen referencia a la soledad en medio de la muchedumbre o a la fuerza de la colectividad.
También sobresale la instalación 'El infinito dolor' (2015?2016), que cierra la exposición integrada por 13 piezas directamente relacionadas con el proceso de la enfermedad, aquello que la sociedad no quiere ver.
Teresa Cebrián, emocionada por volver al Centre del Carme donde estudió Bellas Artes, ha manifestado que "el reconocimiento que no tuve en mi tierra lo he tenido fuera". La artista explica que "en cada una de las salas que componen Ferreres, en cada instalación, planteo tres preguntas al espectador. Todas son preguntas acerca de la vida, la respuesta de cada uno irá en función de su memoria".