Es necesario un cambio cultural en el cuidado de las personas mayores
La pandemia del Covid-19 ha dejado muchas reflexiones pendientes. Muchas lecciones que aprender de una tragedia sanitaria desconocida hasta este momento. Y esto ha de tener consecuencias a futuro para la sociedad. Al menos así lo creen en muchos sectores de nuestra sociedad.
Las fuertes desigualdades se han hecho patentes en un año en el que muchas familias, que hasta ahora no habían sufrido necesidades, han tenido que recurrir a ayudas externas para salir adelante. La economía se derrumbó llevándose por delante miles de proyectos e ilusiones.
Pero si un sector de la población ha sido especialmente vulnerable, este ha sido el de las personas mayores, precisamente por haber sido el más atacado por el virus y en el que se han desvelado ciertas carencias a la hora de cubrir sus necesidades, sobre todo para aquellos que residen en centros de atención a personas de la tercera edad.
El coronavirus y los ancianos
La pandemia, sobre todo en la primera ola, fue especialmente cruel con las residencias de ancianos. En aquellas en las que consiguió entrar, causó verdaderas desgracias. Una gran parte de las defunciones provocadas por el Covid-19 tuvieron lugar en personas instaladas en residencias, cuando se supone que debían ser lugares más seguros que sus propios hogares. Pero se desveló que esto no era cierto, y la muerte golpeó allí más fuerte que en los entornos familiares.
Lo sucedido durante la pandemia deja claro que se necesita reflexión al respecto y aprender de aquellos centros que hicieron bien las cosas y que protegieron a sus residentes de la enfermedad. Se necesita una nueva visión de la situación y nuevas reglas que permitan a los ancianos sentirse 100% protegidos ante este tipo de circunstancias.
Los mayores de 60 serán más de 2 mil millones dentro de 30 años
La pirámide poblacional en el mundo sigue revelando un problema evidente de envejecimiento de la población. La esperanza de vida aumenta y los nacimientos no están creciendo según lo necesario, sobre todo en los países mejor desarrollados.
En España la situación es preocupante y se ha hablado mucho de la viabilidad del sistema de pensiones, por ejemplo, debido a esto. Pero no solo el problema está en las pensiones. También el cuidado de mayores está en el punto de mira.
El sector de cuidado de ancianos en Valencia sigue creciendo, tanto en número de empresas como de profesionales cualificados dedicados a estas tareas, bien en asistencias a domicilio o bien en resi
Grandes multinacionales y grupos inversores han entrado de lleno en el negocio, lo cual, si bien puede ser positivo ya que aumenta la oferta y ayuda a dar competencia en precios, si no se controla que el trabajo que realizan es el adecuado, volveremos a estar expuestos a que una nueva pandemia repita lo sucedido dentro de algunos años.
El nuevo modelo de atención y cuidados debe estar focalizado en la persona. La tendencia se ha de orientar a un servicio asistencial que se centre en el propio hogar y que cuente con la ayuda de ciertos servicios externos que eviten la fragilidad que provoca el envejecimiento.
La hospitalización a domicilio, la atención individualizada y las respuestas y asistencias acordes a las necesidades personales de cada individuo, deben convertirse en el próximo paradigma del estado de bienestar.