Begonya Enguix: "La elección de Reyes Martí es una noticia muy importante pero a la vez perversa"
Reyes Martí será la primera mujer en disparar la Nit del Foc, la mascletà de Sant Josep y la cremà de las fallas municipales en la plaza del Ajuntament de València. Es el reconocimiento a su gran trayectoria, conocimientos y capacidades técnicas. Pero ¿qué importancia tiene que una mujer sea la responsable de los actos más importantes de las Fallas? La profesora de la UOC Begonya Enguix, experta en antropología de los géneros y las sexualidades, nos da su punto de vista en esta entrevista.
Con la elección de Reyes Martí, ¿se rompe otro techo de cristal en un mundo dominado por hombres?
¡Ojalá romper techos de cristal fuera tan sencillo y automático! Lo que hace esta decisión es visibilizar algo que ya estaba ocurriendo. Es decir, se evidencia que las mujeres estamos en todas partes como elemento activo de la sociedad. Reyes Martí, por ejemplo, tiene una larga y contrastada experiencia en el mundo de la pirotecnia.
¿Qué importancia tiene esta noticia?
Es importante que se sepa que las mujeres estamos ocupando espacios aún considerados “tradicionalmente masculinos” –en este caso concreto, por el peligro que entraña la pirotecnia-, y que ese desempeño sea reconocido con la participación en los actos más importantes de las Fallas. También es importante porque esa decisión implica una apuesta política por visibilizar a la mujer en determinadas profesiones y posiciones sociales, en igualdad con quienes siempre aparecían vinculados con ellas, es decir, con los hombres. Pero, a la vez, es una noticia perversa.
¿Por qué consideras que es una noticia “perversa”?
La retórica de “es la primera mujer que…” es perversa porque, al tiempo que es importante evidenciar la presencia de las mujeres en determinadas posiciones, parece dar a entender que acabamos de llegar y que estamos empezando a hacer algo cuando resulta, tal y como ha demostrado Reyes Martí, que ya estábamos allí. Y que siempre hemos estado en todos esos sitios en los que se nos ha permitido estar.
Desde 2004, las mujeres son las encargadas de disparar las mascletaes del 8 de marzo, Día de la Mujer. ¿Reservarles exclusivamente ese día es una actitud machista?
Acordarse de las mujeres sólo el 8 de marzo, y olvidarnos de ellas los 364 días del año, es muy tramposo. Estos gestos forman parte de un sistema machista y patriarcal, que nos infantiliza y a veces parece que nos quiera comentar con pequeños gestos. Uno de los mensajes del pasado 8 de marzo es justamente ese: vamos a exigir algo más que gestos.
¿Son machistas las Fallas?
Aunque soy valenciana, ya hace unos cuantos años que no vivo allí. Además, no conozco a fondo la dinámica de las comisiones falleras. Pero teniendo en cuenta que nuestra sociedad sigue siendo machista, no tendría nada de particular que las Fallas también lo fueran.
Ahora bien, si por Fallas nos referimos a los monumentos, creo que vierten su ironía por igual respecto a hombre y mujeres, aunque existen algunas diferencias de representación si nos fijamos en los elementos corporales.
¿Se sexualizan las figuras femeninas?
Ciertamente, las mujeres solemos ser representadas más como cuerpo que como intelecto o razón. Con frecuencia, los ninots femeninos exageran los atributos femeninos -pechos, nalgas, caderas- y ello se suele acompañar con comentarios sobre la apariencia de las mujeres, algo que rara vez se aplica a los hombres. En su caso, la crítica suele incluir aspectos más profesionales o de personalidad. Por lo tanto, sí, esa diferencia puede ser tildada de machista.
¿Nos queda aún mucho camino por recorrer para lograr la igualdad de género?
Estamos tomando conciencia de que en sociedades que se dicen y se creen democráticas, la desigualdad de género es algo inaceptable. Están a la orden del día debates sobre la brecha salarial, la cosificación del cuerpo de la mujer, sobre el techo de cristal… pero, efectivamente, aún queda mucho camino por recorrer.
Algo de lo que tanto hombres como mujeres debemos ser conscientes.
Tanto hombres como mujeres debemos tener claro que el género es relación: el género no es una cuestión ni un tema solo de o para mujeres. La igualdad y la justicia de género nos atañen tanto a unos como a otras, y en tanto que seres humanos, todos debemos arrimar el hombro para conseguir sociedades más justas e igualitarias. En definitiva, más democráticas.