Emilio Gutiérrez brinda por la buena marcha de Ameyal
El propietario del Restaurante Ameyal Alta Cocina Mexicana, el empresario Emilio Gutiérrez, se encuentra en Valencia visitando a su familia, que desde hace casi dos años se encuentra velando por la buena marcha de su local de restauración.
Dado el cariz familiar de las Navidades, Emilio Gutiérrez, ha manifestado su deseo de celebrarlas con sus seres queridos y compartir con ellos la llegada del nuevo año, en el que a buen seguro se repetirán los éxitos que, desde su apertura, está cosechando Ameyal.
Asimismo, ha expresado su deseo de extender este brindis y buenos deseos a todos los clientes de Ameyal, que con sus visitas apoyan la labor de difusión cultural que implica este restaurante.
Ameyal, que significa en lengua náhuatl, manantial, ha supuesto desde su apertura un torrente de renovación en la gastronomía valenciana, puesto que ha enarbolado la bandera de la auténtica cocina mexicana. Aquella, que en 2010 fue considerada por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad.
En apenas un año y medio de vida este restaurante ha logrado entrar en la Guía Repsol, la Guia Michelín, ha recibido el certificado de excelencia de Tripadvisor, el reconocimiento como Restaurante Mexicano del Año, en el ámbito nacional, que otorga cada año la Luxury Travel Guide y Restaurante Mexicano de Valencia, que le fue concedido por la misma guía. Todos estos logros, sin duda, son importantes para el restaurante, no obstante el mayor logro ha sido el reconocimiento del público valenciano, que desde el primer momento les ha acogido sin ningún tipo de reparo, dejándose llevar por la singular experiencia gastronómica que supone adentrarse en Ameyal.
Este restaurante transmite cercanía, comodidad y paz desde el mismo momento en el que se cruza el umbral, quizá por el diseño tradicional pero elegante.
Además, en Ameyal se trabaja con la temporalidad de los productos, dado que gran parte de ellos se trae directamente desde México. Así cada mes entran y salen platos de la carta en función de la temporada de los productos en su país de origen y siempre pasados por el tamiz creativo de la chef mexicana Karla Chápero.
La bodega está nutrida por una amplia carta de vinos españoles y mexicanos, cavas, champagnes y digestivos.
En el restaurante hay dos zonas diferenciadas y por lo tanto cada una de ellas tiene una carta concreta. La primera zona, vestida en tonos azules, grises y blancos es la mezcalería donde destaca la coctelería mexicana a base de tequila, mezcal y raicilla, entre otros. En ella además, se sirven antojitos, pequeños bocados de placer gastronómico en un ambiente más casual.
En el restaurante, el comensal ya disfruta de la puesta de largo que supone la alta cocina mexicana, a través de una carta meditada, que surge de la tradición pero que está elevada por la creatividad de las nuevas técnicas culinarias.
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