El suspense se apodera de Sala Russafa con las últimas funciones de Bajo el polvo
La comedia o el drama son habituales en el teatro, pero no el suspense, que se despierten las ganas de saber y la mente del espectador rastree cada detalle de la función para ir recogiendo las pistas de un secreto que se revela poco a poco. Son las claves del género negro, que Bajo el polvo lleva a las artes escénicas en una original propuesta que esta semana se despide de Sala Russafa con cuatro últimas funciones, del jueves 27 al domingo 30.
Este thriller se inserta en la corriente 'country noir' y transcurre en un pequeño pueblo del Medio Oeste norteamericano de los años 30, que representa a las sociedades más cerradas e intransigentes. Allí vuelve Joseph Barrows, tras veinte años de ausencia, para retomar la antigua granja familiar. Una tarea para la que contará con la ayuda de los Donovan, una familia fuertemente enraizada en la comunidad. Al saber de un incendio donde fallecieron tres jóvenes, despertará la curiosidad de este inspector retirado, que acompaña al público en el descenso al agujero donde los habitantes de Holeville esconden sus secretos.
LA AMENAZA DE UNA TORMENTA DE POLVO COMO METÁFORA DE LO MÁS OSCURO DEL SER HUMANO
La actriz Rosa López muestra su faceta literaria con esta historia en la que los personajes esconden más de lo que muestran, tratando de ocultar su pasado, sus intenciones, sus culpas. Con ecos de Faulkner o Steinbeck, las capas de la sociedad más empobrecidas saltan al primer plano para dejar en evidencia prejuicios, violencias y pactos que parecen saltarse la moral para justificarse en la necesidad, invitando al espectador a revisar qué está dispuesto a hacer para proteger lo suyo y a los suyos.
Darío Torrent, Raquel Ortells, Jaime Vicedo y la propia López, fundadores de Noir Producciones, producen e interpretan esta pieza que completa su reparto con Manu Valls y Ruth Lezcano. Un equipo artístico dirigido por Chema Cardeña.
Con más de 70 montajes en su trayectoria, es la primera vez que Cardeña se enfrenta a la dirección de un espectáculo de género negro puro. Y aprovecha los recursos que ofrecen las artes escénicas, para sumergir al espectador en un ambiente de suspense. La tensión va creciendo en la interpretación contenida de los actores, que viven en directo los avatares de una trama llena de giros, de sospechas y sorpresas.
Los juegos de luces y sombras, los efectos sonoros, todo sirve para realzar los detalles, esas pequeñas piezas que componen el puzle de la verdad. Una verdad que trata de sepultar la tormenta de polvo que se acerca, amenazando con el ulular del viento que se cuela en el escenario, con la tonalidad de una luz que se oscurece conforme más sombrío se revela el secreto que esconden los personajes. El resultado es una experiencia escénica única, en la que el público contiene la respiración conforme avanza el espectáculo.
Bajo el polvo es fruto del programa de residencias creativas de Sala Russafa, que apoya a compañías y creadores de la escena local para poner en pie sus montajes. La cesión del espacio de ensayos, el trabajo con el equipo técnico del centro cultural o el estreno dentro en su teatro son algunas de las ayudas que reciben las formaciones beneficiarias. En el caso de Noir Producciones, ya había mostrado anteriormente versiones teatrales de clásicos de Hitchcock como La Soga o Un Crimen Perfecto, en colaboración con Sala Russafa y el festival Valencia Negra. Ahora presentan por primera vez una historia original, cuyas cuatro últimas funciones de esta semana sirven para cerrar la programación regular de la temporada.
Durante el mes de junio, Sala Russafa celebrará su Festival de Talleres de Teatro Clásico, con montajes que muestran el trabajo realizado en los cursos de interpretación y danza que se imparten en el centro cultural, tanto para profesionales como para amateurs de las artes escénicas.