El Silencio del Pantano, el thriller de Marc Vigil que da voz a los valores perdidos.
“El Silencio del Pantano” a través de un metraje con gran fuerza visual describe el ambiente manido que ahoga, no por falta de oxígeno, sino por sangre derramada y si alguna vez existieron, valores perdidos. “Q”, el escritor-justiciero-calculador, magníficamente interpretado por Pedro Alonso, ejecuta y reflexiona, a través de impresionantes miradas, que dan voz sin palabras a una feroz crítica de políticos corruptos, que han desvalorizado los más altos valores por falta de escrúpulos o por mezquindad, da igual que el escenario sea València u otra ciudad, lamentablemente la ambición no entiende de ciudades.
Marc Vigil, con su primera película, consigue crear la atmósfera idónea de un thriller para nada convencional, consiguiendo no dar respiro al espectador y no dejarlo indiferente, para ello se sustenta de grandes interpretaciones como la de Nacho Fresneda en su papel de “Falconetti”, brazo ejecutor, visceral, subordinado a la matriarca gitana, “La Puri”, donde Carmina Barrios se mimetiza brillantemente con el personaje gracias a sus dotes interpretativos.
“El Silencio del Pantano” es una película difícil, dura, arriesgada pero maravillosamente realizada y necesaria.
C.S. - ¿Dónde has buscado dentro de ti para que fluya tu personaje “Q” en la pantalla? ¡Y cuánto nos has transmitido a todos!
P.A. - Gracias por poner en valor nuestro trabajo. Cuando vi la película, sentí alivio porque fue un proceso muy arduo. Mi personaje apenas habla en la película, es un personaje que está solo o casi durante toda la trama y a pesar de ser un tipo que se dedica a la comunicación, sentía que era un personaje muy disociado (en otros personajes notas un retorno, pero en este era como una especie de agujero negro) y yo tuve un proceso muy solitario y un poco neurótico. Pensaba que iba a ser una catástrofe, que no se iba a entender nada, pero cuando lo he visto, he reforzado la opinión que tengo sobre Marc Vigil que tiene una capacidad muy específica para lo visual, mucho poderío. Mucho de lo que yo no habré logrado está sostenido por el tono y por la mirada de Marc Vigil que es un director con un talento muy grande y refuerzo que mi colega Nacho Fresneda está increíble.
C.S. – Nacho, un papel con una fuerza increíble, “Falconetti”, magníficamente interpretada y para nada forzada…
N. F. - Gracias por valorar mi trabajo. Cuando trabajas con gente con mucho talento te ves reforzado. Como decía Pedro, trabajamos para el director para intentar cumplir sus sueños, tiene una visión y aportas todo lo que llevas dentro. Me dejé guiar y Marc Vigil tenía muy claro lo que no le funcionaba y fuimos buscando lo que sí podía funcionar en un paisaje que yo conozco muy bien, el Cabanyal. Soy valenciano, podía tirar de imágenes y de experiencias que me podían ayudar y de jovencito frecuentaba ciertos locales del Cabanyal.
C.S. – “El Silencio del Pantano” no te deja indiferente ¿Dónde se inicia la ficción y dónde la realidad?
P.A. - Lo fácil sería decir que València fue durante un tiempo un paradigma de la corrupción, pero la corrupción es un mal endémico de la sociedad en la que vivimos y está en todas partes; está, ha estado y lo seguirá estando. A mí cada vez me interesa más cruzar la línea de lo obvio si está en todas partes.
C.S. - Pero a veces venderse por cosas que no son importantes…
P.A. - La película en cierta medida habla de eso, no acaba de dar las explicaciones que se las deja al espectador, pero sí que pone el foco en frecuencias de diferentes tipos de especímenes que en determinado momento se entregan o se dejan ir con sus truculentas vidas. Es una película oscura.
C.S. – Es un juego de ironías del lado oscuro, el lado sombrío, el fango, submundo en un mismo lugar…
N. F. - En València hemos tenido demasiados episodios… Y, además, nadie ha dado la cara, ha quedado todo en agua de borrajas y no ha pasado nada. Como artista intento contar una historia de ficción que intente ayudar a entender la realidad, como creo que todos desde nuestra humilde posición intentamos hacer, luego ya que cada uno saque sus propias conclusiones. Llama la atención de la película que todos los personajes son malos, aquí no hay nadie que se pueda salvar.
C.S. - ¡El público no empatiza con ningún personaje!
N. F. - Contar una historia y que a la gente que lo vea le sirva para intentar entender un poquito más la realidad y como dice Pedro, soltar las preguntas y que cada uno busque sus propias respuestas.
C.S. – ¿“El Silencio del Pantano” es una película de muchas preguntas y pocas respuestas habladas a veces intuidas o pensadas?
P.A. - Tal cual…
C.S. – Los adjetivos que definiría “El Silencio del Pantano” como película sería inquietante y verosímil- ¿Y tú?
P.A. – Nihilista. La película no te deja muchas ventanas abiertas. Los héroes se han convertido en antihéroes y los antihéroes en las referencias se han se han perdido, se han caído. La única opción es tomar consciencia. La película que tiene un mensaje pretende reclamar una parte de tu atención y de tu conciencia, es una película que habla de un mundo inhóspito, es una película que no deja ninguna ventana entornada a que se oxigene la habitación, habla de un mundo empantanado, motivaciones muy cuestionables a esperas sórdidas, feas, egoístas y es una auténtica bofetada. Es una película dura, difícil.
N. V. - Al conectar los bajos fondos con las altas instancias te genera esa duda de quienes son los buenos y quienes son los malos
C.S. - ¿Cuál es la mirada que has querido plasmar en “El Silencio del Pantano”?
M.V. - La mía. Por los adjetivos que has preguntado para definir a mi película, me decían que es una película arriesgada y estoy muy de acuerdo porque dentro del género no es un thriller convencional que tienes a buenos que intentan encontrar al asesino, no es una película con un giro, es una película que hace más un retrato, da pinceladas en todas las direcciones, cuenta un poquito de aquí un poquito de allá retratando diferentes estratos sociales, mundos, geografías, etcétera, para componer un cuadro ¿Por qué me ha interesado una película como “El Silencio del Pantano”? Porque había un tema muy interesante que yo podía abordar de una forma que me permitía jugar a géneros que yo he admirado desde pequeño y luego podría poner en práctica el cine que más me ha interesado en los últimos años que viene de Oriente y en el que creo.
C.S. - Has jugado con los personajes…
M.V.- Totalmente, era la oportunidad de contar las cosas como yo quería, porque, a lo mejor, si me hubiese metido en otro berenjenal, hubiese tenido que acabar haciendo la película que no quería hacer y, en ese sentido, creo que los productores y los que han colaborado, Televisión Española y estos señores (mirando a Pedro y a Nacho), etcétera, que les han subido al barco, por eso, porque nos conocemos hace años a mí me encanta su trabajo, entiendo que ellos están cómodos con mi mirada y entonces he realizado una película arriesgada.
C.S. ¿Qué le hace falta al cine español?
M.V.- Al cine español le hace falta que la gente quiera seguir contando historias, tiene que haber historias de todos los tipos para todos los públicos. En el caso de televisión, he hecho muchos tipos de productos, uno no es mejor que otro, tiene un objetivo diferente y todos son necesarios. En caso del cine español tiene que pasar eso, tiene que haber todo tipo de cine, porque es una forma de expresión. Que haya productores valientes con ganas de contar cosas y que no nos lleven a todos por el mismo camino.
C.S. - ¿Por qué tiene que ir el público a ver “El Silencio del Pantano”?
P.A. – Por lo mismo que yo la he hecho, como razón fundamental, porque Marc Vigil tiene un talento distinto y porque el riesgo cuándo va unido a la caridad, porque al final es una producción, yo diría que exquisita, es una buena razón para pasar la tarde, vayan ustedes al cine.
M.V.- Esto es cine español y porque no todo cine español tiene que ser contado de la misma forma, es un thriller contado de otra forma, es una oportunidad de ver una película interesante, con unas interpretaciones bestiales, una producción estupenda y en el que van a pasar un buen rato.
N. F. - Cuando voy al cine como espectador no voy porque los creadores de la película suelten una frase más inteligente, voy porque todo lo que veo, lo que intuyo me interesa, ya es responsabilidad mía como espectador decidir pasar la tarde y gastar ese dinero. Hay veces que te sale mal y dices, pues he perdido la tarde, pero generalmente siempre que vas al cine algo interesante ves, creo que los amantes del cine vendrán porque Marc Vigil ha hecho cosas muy chulas, porque Pedro Alonso y Carmina están a tope, esperemos que os guste y os toque el corazón.
Entrevista realizada por Carmela Sánchez
Fotografía J. Félix Gimeno y cedidas
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