El origen de la calle de las Barcas
Recorrer esta calle valenciana es andar por pleno centro de Valencia. Puedes entrar en un hotel, en alguno de sus bancos, en alguno de sus restaurantes e incluso disfrutar de una obra de teatro. La calle de las Barcas es una de las arterias más caras de toda la ciudad aunque prácticamente en su totalidad, sus inmuebles los ocupan oficinas, empresas y plazas hoteleras. Hace poco más de un siglo todo era muy diferente en la calle de las Barcas…
Y es que esta famoso calle antes era muchísimo más larga, de hecho llegaba hasta prácticamente la plaza de Alfonso el Magnánimo y no se detenía como ahora en la calle del Poeta Querol. El resto de lo que ante era la continuación de la calle de las Barcas, hoy en día es la calle del Pintor Sorolla. Aunque el ensanche en la confluencia de la calle del Poeta Querol y la calle de Pascual y Genís también fueron la plaza de las Barcas. Una pequeña plaza donde está ubicada la fuente de las tres gracias, que fue traslada posteriormente a la plaza de Rodrigo Botet.
Como su propio nombre indica, en la calle de las Barcas se fabrican, cómo no, pequeñas embarcaciones. No es que fuera parte de la tradicional Valencia marinera, ya que esta calle y zonas como el Grao quedan aún bastante lejos. Pero en la calle de las Barcas había una sucesión de talleres donde se fabricaban estos pequeños navíos que posteriormente eran trasladados al barrio de pescadores.
Poco a poco y por comodidad, estos talleres fueron trasladándose cerca del mar para evitar grandes traslados y sus talleres se llenaron de “gente de mal vivir” que ponía en jaque la tranquilidad de las casas respetables de la calle de las Barcas.
A finales del siglo XIX y principios de 1900 con el lógico ensanche de la ciudad, muchas cosas cambiaron en Valencia y también en la calle de las Barcas. Fue aquí cuando en vez de construir nuevas viviendas, se decidió que esta calle fuera lugar de ubicación de bancos, oficinas y hoteles. Entre los que destacan la sede histórica del Banco de Valencia, la Bolsa de Valencia y el emblemático Hotel Reina Victoria.