El Loco Club recibe el día 14 a Blue Ash, que acudirá escudado por los Deadbeat Poets

El Loco Club recibe este 14 de junio una visita muy especial, la de Blue Ash, que compartirán escenario con los Deadbeat Poets a las 21:30 horas (a las 21:00 se abrirán las puertas). Se trata de una cita ineludible tanto para fans como para aficionados a la buena música, ya que pocas bandas igualan el sonido en directo de estos americanos. Las entradas pueden adquirirse a partir de 12 euros. 

Sin miedo a exagerar podemos defender que Blue Ash tuvieron cierta importancia desde el punto de vista histórico. Junto a otras bandas de su época como The Raspberries –también procedentes de Ohio-, Big Star o los británicos Badfinger ayudaron a definir a primeros de los setenta el sonido que pocos años más tarde hizo fortuna bajo la denominación power-pop. Al igual que el resto de los citados, evitaron la influencia del sinfónico y el progresivo así como el empuje del hard-rock y optaron por una mezcla curiosa y en cierta manera anacrónica: la fuerza del rock de los setenta modelada por la  melodía del pop de la década anterior. Blue Ash era un modesto grupo de Youngstown formado en 1969. Ellos querían –y lo consiguieron con creces- sonar como los Beatles, los Who, los Kinks, Hollies, Small Faces y todos aquellos  grandes nombres de la invasión británica, sin perder de vista las armonías folk-rock de Beau Brummels o Byrds ni a los grupos del sonido de la costa oeste. Duraron una década recibieron el apoyo de personajes relevantes como Greg Shaw o Paul Nelson –que les fichó para Mercury… ¡Como a New York Dolls!- y publicaron dos discos. El primero, No More, No Less (Mercury, 1973), es un disco impecable, un clásico del pop de guitarras, una referencia para los devotos al rock de los setenta, que vendió mal a pesar de los elogios de la crítica. Años después editaron Front Page News (Playboy, 1977), un disco a recuperar, mal entendido a causa de una producción más ambiciosa, pero lleno de grandes canciones. Al poco tiempo de separase ya eran reivindicados. Primero fueron The Records, incluyendo "Abracadabra (Have you seen her)" en el mítico Ep que acompañaba su primer Lp, aquel Shades in Bed. Pero no fueron los únicos, pues basta exponerse a las canciones de Blue Ash para quedar irreversiblemente prendado. La buena noticia es que aunque no tuvieron demasiada suerte ni apenas éxito comercial eran muy prolíficos componiendo y tenían la buena costumbre de visitar los Peppermint Studios de Ohio para ensayar y grabar sus canciones en formato maqueta. El resultado es apabullante, nada menos que un legado de doscientos diecinueve títulos de entre los que se han seleccionado los veintiocho que integran este Hearts & Arrows que va a lucir estupendo entre tu colección. Algunos terminaron formando parte de sus Lps oficiales, otras aparecían en Around Again, aquel doble cd que publicó Not Lame en 2004 y que nos descubrió el cofre del tesoro, y hay ocho inéditas. Excelentes canciones, soberbio rock and roll. Ojalá esta colección sirva para ampliar su culto. No parece que sea un reto complicado. Y con ello también para rendir tributo a Frank Secich, bajista, compositor y alma mater, quien poco después de Blue Ash pasó por Dead Boys y por la etapa en el sello Bomp! de Stiv Bators, montó Club Wow con Jimmy Zero y últimamente anda al mando de Deadbeat Poets. O al guitarrista  Bill "Cupid" Bartolin, fallecido en 2009. Que no nos falte nunca un ratito para celebrar a estos hombres de música". Eduardo Ranedo (Ruta 66)