El IVAM reivindica la contracultura valenciana de los años 70
"La contracultura nos enseña que siempre hay que criticar la ortodoxia". Así ha presentado el comisario, Alberto Mira, junto con el director del Institut Valencià d’Art Modern, José Miguel G. Cortés, la muestra Contracultura: utopía, resistencia y provocación en València que se inaugura el jueves 13 de febrero en la galería 7 del IVAM. Una exposición "hetedoroxa" que propone un recorrido underground por algunas propuestas contraculturales valencianas entre los años sesenta y ochenta, entre las que se incluyen "manifestaciones artísticas que no suelen entrar en los museos, como fanzines, cómics, películas o grafitis callejeros", ha explicado José Miguel G. Cortés.
La exposición también pretende ser un homenaje "a todas las personas que trabajaron en proyectos de la contracultura valenciana rompiendo barreras y abriendo la mente", ha destacado el director del IVAM. "Sin su trabajo nuestra vida sería hoy más gris y más aburrida".
La muestra, dividida en siete secciones, plantea cómo desde la alta cultura y desde la cultura del pueblo se propusieron alternativas a todas las ortodoxias de la época. "La contracultura rehace las ficciones que una sociedad se cuenta a sí misma. Puede que no siempre encuentre la verdad, pero sí busca alternativas a las mitologías oficiales que tratan de consolidar ciertos 'nosotros'", ha comentado Alberto Mira.
En este muestrario de actitudes presentes en la exposición del IVAM ocupa un papel central las fallas. "Hacia 1976 se construyen discursos alternativos que reflejan una actitud más carnavalesca", señala el comisario, con iniciativas como la Falla King Kong o el cómic El Gat Pelat.
La muestra también reivindica a València como "capital del transformismo" con locales como La Cetra que se convirtió en uno de los espacios donde desplegaron su arte personalidades tan fascinantes como La Margot, Encarnita Duclown, Sareta Sareta, La Xampan del País Valencià o Darling Lilies.
Aunque la contracultura en la València de los años 70 "no son individuos, sino que se fortalece a partir de redes de colaboración que producen cine, arte gráfico, literatura y ensayo", como destaca el comisario, la exposición dedica una sección al personaje de La Rampova, ejemplo extraordinario de trabajo imaginativo realizado desde los márgenes.
En la muestra no faltan ejemplos del cine underground de la época, de cómo el feminismo trabajaba para cuestionar los estereotipos de la mujer, de cómics transgresores o de la música punk, "un revulsivo en contra de la comercialización del rock", en palabras de Alberto Mira.
En València la contracultura tuvo "tintes y perfiles concretos", matiza el comisario, y el recorrido de la exposición muestra propuestas de relectura de una identidad valenciana que iba mucho más allá de los clichés.
El "apoteosis" final de la exposición es el tocador de La Margot, el personaje interpretado por el transformista Antonio Campos, uno de los personajes esenciales de la noche valenciana desde finales de los 70 que tiene un rincón reservado en la Galería 7 del IVAM. La Margot es otro ejemplo de una sociedad que buscaba "nuevas libertades expresivas y nuevas experiencias vitales".