El IVAM reivindica a Ángeles Marco, pionera en la transformación de la escultura española
El director del Institut Valencià d’Art Modern, José Miguel G. Cortés, y el comisario de la muestra, Joan Ramon Escrivà, han presentado a los medios la exposición “Ángeles Marco. Vértigo”, acompañados por la directora adjunta de la Colección de la Fundación Banco Sabadell, Montserrat Corominas, y la hija de la artista, María Silvestre.
"Uno de los objetivos que se ha trazado el IVAM es reivindicar artistas que no han recibido la suficiente atención en la Historia del Arte", ha explicado el director del museo sobre esta exposición antológica dedicada a Ángeles Marco organizada cuando se cumple el décimo aniversario de su muerte.
"Ángeles Marco es una artista fundamental para entender la transformación de la escultura en España en los años ochenta y noventa del siglo XX", ha destacado el comisario de la muestra que reúne 120 obras, muchas de ellas inéditas o que se han expuesto en raras ocasiones como las instalaciones “Desembocadura” y “Entre lo real y lo ilusorio”, o la serie germinal “Espacios Ambiguos”.
Joan Ramón Escrivà ha explicado que "se trata de un recorrido que abarca más de 30 años de carrera de la artista, que intenta desgranar la narrativa visual de Ángeles Marco". Una artista pionera en el uso de materiales, capaz de crear un lenguaje propio y con unos postulados escultóricos ligados a las grandes corrientes artísticas internacionales. Sin embargo, su trabajo no obtuvo el suficiente reconocimiento.
"Afortunadamente, hoy en día su obra se está revalorizando y está influyendo en las nuevas generaciones", ha apuntado el comisario.
La exposición, asimismo, pretende dar visibilidad a una voz femenina fundamental vinculada a los presupuestos teóricos del postminimalismo y el arte conceptual internacional, veinte años después de la exposición “El taller de la memoria”, que el propio IVAM dedicó a la escultora.
La muestra rastrea los orígenes de la trayectoria de Ángeles Marco desde sus primeras series de los años 80 donde encontramos "el origen del lenguaje escultórico de la artista", según ha explicado Joan Ramón Escrivà, hasta la última pieza que creó la artista, “El péndulo de oro”, una escultura móvil dorada que instaló en el castillo de Santa Bárbara de Alicante poco tiempo antes de morir. "Esta pieza anunciaba otro cambio de rumbo en su trayectoria con el uso del color", ha matizado Escrivà.
Organizada en series y estructurada de forma cronológica, la exposición rescata del olvido grupos de obras que han pasado desapercibidas y también incluye algunas de sus instalaciones más emblemáticas, como la serie Salto al vacío cuyo tema principal, el vértigo, da nombre a la exposición. "El vértigo es un tema que siempre está presente en su trayectoria. No sólo en el contenido, sino también a nivel formal ya que las obras de Ángeles Marco reflexionan sobra la caída, el vacío, la pulsión hacia el abismo y la falta de certezas".
El recorrido cronológico de la exposición avanza a través de enigmáticas superficies de caucho deslizantes, puentes dislocados, palancas resbaladizas o perturbadores elevadores sobre los que asomarse al abismo de la existencia "invitando al espectador a entrar en el universo particular de Ángeles Marco", ha concluido el comisario.