El Coche Eléctrico, conducción, seguridad y ventajas ¿Te apuntas?
Como en cualquier otro vehículo, a la hora de conducir y antes de iniciar la marcha tenemos que ajustarnos el asiento, volante, espejos, cinturón y dar al Start. La diferencia viene cuando iniciamos la marcha, no hay vibraciones y el silencio nos envuelve, la sensación nos sorprende. El coche responde a toque de pedal de acelerador incluso mejor que cualquier otro vehículo con motor de combustión interna, solo hemos de tener en cuenta que es un automóvil que no lleva cambio de velocidades, funciona exactamente igual que un coche automático y por lo tanto no hemos de embragar para iniciar la marcha.
Ximo Mascarell de la Escuela de Conducción de Castellón Maralba Circuit recomienda para aquellos que no estamos acostumbrados a conducir coches automáticos flexionar la rodilla izquierda a 90º para apoyarla en el suelo o descansar el pie izquierdo en el estribo. Hay que ser consciente que es un coche automático no lleva embrague y una vez hemos colocado la palanca en posición Drive (D) solo nos tenemos que ocupar de acelerar y frenar durante la marcha.
C.S. – ¿Es difícil conducir un coche eléctrico?
X.M. – Para nada, es mucho más fácil que cualquier coche de combustión, manual.
C.S. – ¿Los errores más habituales que un piloto puede tener?
X.M. – Que los conductores tengan la maniobra interiorizada de forma mecánica, que vayan a buscar el embrague y toquen el freno, unas personas se acostumbran en un minuto, otras en horas, en función de quien lo lleve, pero van a ir muchísimo más cómodos en un coche automático.
C.S. – ¿Te gustan los coches eléctricos y por qué?
X.M. – Para más del 90% de la población la autonomía de un coche eléctrico es más que suficiente para recorridos diarios, evitamos una contaminación directa y ahorraremos mucho en costes operativos.
C.S. – Al conducir no se oye ningún ruido, ni se nota ninguna vibración, no hay un cuentarrevoluciones que te diga que el motor está girando y como quiero maniobrar hacia atrás tendría que saber cómo manejo la palanca de cambio.
X.M. – En cualquier automático para poder cambiar de la posición Parking (P), que es en la que nos encontramos cuando entramos en el vehículo, hay que pisar el freno (este modelo lleva un gatillo en la parte anterior de la palanca) pulsamos, giramos y comprobaremos en las cámaras de visión trasera las líneas azules cuando giremos el volante nos indicará donde se va a dirigir el vehículo, la línea verde sería donde se quedaría si pusiéramos el volante recto (el modelo que hemos probado lleva una ayuda para la maniobra de aparcamiento apoyada en una cámara trasera y un software que nos indica la trayectoria del vehículo). Cuando veamos una plaza de aparcamiento y cuando comprobemos que las líneas verdes estén dentro de la plaza ponemos el volante recto y ya entra directamente.
C.S. – En este caso te ayuda a aparcar y muy bien. Pero y ¿cuándo llegamos a un semáforo?
X.M. – Si soltamos el pie del freno sale ligeramente, si estamos en un semáforo y no queremos estar apretando el freno lo ponemos en punto muerto (N), hay que tener en cuenta que si el vehículo está en posición Drive mientras estamos parados en un semáforo pisando el freno al motor le está llegando fuerza y estamos consumiendo energía, para salir volvemos a colocar la palanca en Drive (D). En la pantalla del vehículo podemos comprobar el flujo de energías de las baterías al motor. Si ponemos el clima, aquí lleva una bomba de calor como los aires acondicionados de casa, y comprobamos que la energía pasa de la batería al clima si conducimos en el momento que frenamos recuperamos energía de la frenada y veremos el flujo irá del motor a las baterías
C.S. – La misma inducción del motor sirve para recuperar la batería cuando estas frenando.
X.M. – Y si vamos a cierta velocidad al levantar el pie del acelerador también recuperaremos algo, por eso es muy importante realizar una conducción eficiente, por ejemplo, si nos acercamos a una rotonda levantaremos el pie del acelerador y nos evitaremos frenar, recuperando energía.
C.S. – También la entrega de potencia es al momento y sin un ruido. Lógicamente conducir sin ruido nos evitará stress. Y háblame sobre la seguridad.
X.M. – En una pendiente no se iría hacia atrás, soltaríamos el freno, se quedaría en el sitio y cuando le diéramos al acelerador volvería el coche a moverse.
C.S. – Me encanta las orientaciones para poder aparcar, si rebasamos unas rayas amarillas cuando aparcamos, estas empiezan a pitar para que sepamos que tenemos que tener cuidado porque pitan y acercarse a las rayas rojas te están indicando peligro pues estás ya muy próximo, por ejemplo, a un obstáculo, una pared de un parking. Ahora paramos y seleccionamos en la palanca Parking (P).
X.M. – En cuanto a seguridad el control del par motor es muy bueno, cuando hay superficies deslizantes es más difícil que perdamos el control.
C.S. – El mantenimiento es prácticamente nulo ¿no?
X.M. – Hay compañías que están dando garantías de un millón de kilómetros pero el mantenimiento, cada 50.000 kms, sería ruedas y pastillas de freno, pero si hacemos una conducción eficiente pueden durar doscientos mil kilómetros, podríamos cambiar el coche sin cambiar las pastillas. Cambiaríamos el líquido parabrisas, en una revisión de los cincuenta mil kilómetros, en un coche de combustión puede suponer unos trescientos euros, en un coche eléctrico supondría unos cuarenta euros que sería la mano de obra y cuatro fluidos.
Nuestra experiencia, al probar un vehículo eléctrico, además de las buenas sensaciones, hemos de destacar que es un vehículo 0 emisiones y con ello contribuimos a mejorar el medio ambiente de nuestro entorno. Pero el aspecto que más puede preocupar es el de recargar el vehículo, su coste y autonomía. Ximo nos comenta que se puede cargar en casa sin ningún problema con nuestra tarifa eléctrica, con una carga de 8 horas de 2 Kw/h tendríamos para recorrer 100 km. Si nuestro hogar tuviera, por ejemplo, una tarifa 5.5. con discriminación horaria nocturna, podríamos recargar nuestro vehículo a 4,6 Kw/h durante 8 horas y podríamos recorrer con él cerca de 300 km.
Fotos realizadas por J. Félix Gimeno.
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