El Centre del Carme presenta la exposición 'El apartamento', que cambia el rol de una sala de exposiciones por el de un apartamento
El Centre del Carme-Cultura Contemporània presenta el último trabajo del artista residente en València, Fermín Jiménez Landa, 'El apartamento', seleccionado dentro de la convocatoria 'Escletxes' de producción y apoyo a la investigación del Consorci de Museus.
La exposición se abrirá al público el próximo viernes, 11 de septiembre, durante la macroinauguración que el Centre del Carme ha organizado para presentar su nueva temporada, y se podrá visitar hasta el 29 de noviembre.
En una calle de València, cuya dirección no ha sido revelada, un apartamento ha sido alquilado por el artista durante el tiempo que dura su exposición. Tampoco se conoce su tamaño y muy poco su contenido. El apartamento es vaciado y convertido en un espacio mental añadido al espacio de la sala. Todo gira alrededor de ese apéndice raro a medio camino entre lo real y lo imaginario. Los bienes muebles del apartamento (del armario a la cucharilla de café) se almacenan en la sala. En un gesto performático, el apartamento y la sala de exposiciones han cambiado de rol. Fermín Jiménez Landa trasgrede los cánones tradicionales de una exposición y bordea los límites entre lo cotidiano y lo público.
En estos tiempos de casas vacías, gente en la calle, pisos turísticos, desahucios y confinamientos, la exposición se plantea qué sentido puede tener el gesto de vaciar un piso durante unos meses, qué pensarán los vecinos y las vecinas pared con pared al sentir que algo inusual está sucediendo a su lado.
El apartamento está presente en la sala de un modo casi imaginario. La experiencia de lo que ocurre, de lo que se ve y de lo que no, gira alrededor de cómo pensamos el sentido de la vista, la orientación, lo espacial, la convivencia, lo público y lo privado, el habitar lo próximo, lo colindante, lo doméstico y lo raro. Hay una cierta imposición al espectador: debe usar su imaginación para reconstruir lo que se omite a la vista.
Fermín Jiménez Landa ha explicado que "nunca hemos querido hacer una escenografía de la casa en la sala; las cosas están sin desembalar, solo el rodapié está montado tal y como es, siguiendo el plano del apartamento".
El artista ha señalado que "hay un gesto performático en cambiar las cosas de sitio. La sala de exposiciones es un lugar pensado para mostrar algo; sin embargo, aquí está siendo utilizada como guardamuebles", y cita a Ignasi Aballí cuando dice "cuanto menos veo, mayor es el deseo que tengo de ver". "Lo que buscamos con la exposición es activar el deseo de la gente por conocer este lugar que no se muestra", ha señalado Jiménez Landa.
El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha destacado que "en esa línea de búsqueda de nuevos modos de acercamiento del arte a los públicos, la muestra de Fermín Jiménez Landa se ofrece como un juego, una experiencia en la que los públicos, sin pretenderlo, forman parte de un trabajo performático, participativo, que busca fomentar su imaginación y despertar su curiosidad por este proyecto creativo y, en definitiva, por las nuevas prácticas artísticas contemporáneas".
En la sala, una réplica en mármol del rodapié del apartamento se coloca respetando la escala y la orientación del original. En las paredes irán apareciendo a lo largo de la exposición distintas fotografías que muestran parte de lo que sucede en el apartamento: visitas de oficios a domicilio haciendo otras cosas (aficiones, otras habilidades) y varias intervenciones sobre el lugar. Se puede visitar el apartamento en unos pocos grupos organizados que deben llegar con los ojos vendados.
En el apartamento�
Igual que la Sala 1 del Centre del Carme, el apartamento es un espacio vivo en el que irán apareciendo algunas piezas artísticas, así como diferentes visitas. Todos estos elementos se mostrarán en la sala de exposiciones, mediante fotografías y otros elementos gráficos.
Las sombras
La sombra que arroja el edificio en el que se encuentra el apartamento se midió un 4 de julio a las 10.16 horas. Esta medida empírica, a la vez que algo aleatoria y cambiante, se ha trasladado con rigurosidad a un taller para coser una felpa negra de la forma exacta de esa sombra. Por su extensión, se muestra doblada. Esa dobladura convierte la bidimensionalidad en otra cosa, algo escultórico.
Las esquinas
¿Cuántas esquinas tiene una casa? De cada esquina de la casa se ha sacado un molde de yeso. Una exaltación positiva al lugar donde se olvidan las pelusas, a la forma de la casa, a los recorridos de escala minúscula en los espacios privados. Todas las esquinas yacen en alguna habitación de la casa, juntas.
La luz que se cuela por la persiana
Una habitación es pintada de un tono más oscuro, un gris muy claro. Solo se dejan sin pintar unas elipses que aparentan la luz que se cuela por una persiana.
Las visitas (a)
El apartamento es fundamentalmente un lugar mental. Lo importante es saber que existe ese lugar más o menos hueco que no está lejos de allí. Pero ocasionalmente se forman grupos de visita (se abren turnos y se apuntan por orden de inscripción). Para la visita, se les venda los ojos en la puerta del Centre del Carme para que no sepan exactamente dónde queda el apartamento. Pueden ver de nuevo al entrar, lo que provoca una sensación extraña en la relación del apartamento con el museo.
Las visitas (b)
Fontaneros, electricistas, repartidores de pizzas o comida china son llamados al apartamento. Interesan esas profesiones que trabajan a domicilio, ese momento extraño donde el intruso de lo doméstico viene a veces a salvarnos un poco la vida, pero que a la vez puede provocar desconfianza.
En el caso de los que realizan una labor, se les avisa de que acuden a hacer cualquier cosa menos su oficio, aunque cobran la visita y la hora de trabajo a precio de su actividad. Se buscan albañiles que sepan recitar a Chéjov, electricistas expertos en hacer maquetas de barcos, carpinteros que toquen en un grupo de mariachis o repartidores que cuenten la historia más conmovedora que les haya ocurrido al entrar en una casa ajena.