El Centre del Carme acoge el museo apocalíptico de Ángel Masip
El director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont, ha presentado la exposición 'Two and a half minutes to midnight', de Ángel Masip, que se podrá ver hasta el 19 de noviembre en el Centro del Carmen.
En el trascurso del acto en que Pérez Pont, ha estado acompañado por el artista, Ángel Masip, y por el comisario de la exposición, Juan Luis Toboso, se ha presenta un museo apocalíptico en el que analizar cómo construimos nuestra historia, no de forma ortodoxa, pero si poniendo en tela de juicio los criterios políticos o económicos sobre los que la hemos erigido.
El director del Consorci de Museus ha manifestado que "Ángel Masip transgrede los cánones de la museografía en una muestra que nos conduce a observar, buscar, rodear, y a sorprendernos ante el objeto artístico".
Pérez Pont ha recordado que, esta muestra, "supone el segundo momento del ciclo 'Reinventar lo posible / Accionar lo imaginable', proyecto ganador de la convocatoria pública 365 dies VLC, un programa de investigación, creación, exposición y debate alrededor del pensamiento ecológico, no sólo ambiental, sino también político y subjetivo".
"Si en un primer momento analizábamos las fronteras entre ciencia y naturaleza, en esta segunda propuesta lo científico, lo natural y lo artístico se dan la mano para invitarnos a reflexionar sobre la cultura de nuestro tiempo", ha explicado Pérez Pont, quien ha añadido que "de nuevo estamos ante una exposición en la que el arte se muestra como una herramienta necesaria para abrir la mente y enseñarnos a pensar y a cuestionar nuestro entorno como personas libres".
Pérez Pont ha declarado asimismo que desde su inicio el ciclo 'Reinventar lo posible / Accionar lo imaginable' ha ido acompañado de encuentros y charlas en los que se invita al público a participar en esta reflexión.
'Two and a half minutes to midnight'
Desbordando las fronteras del espacio formal de la exposición, Masip da una vuelta de tuerca a la museografía tradicional y crea una instalación/artefacto de diecisiete metros que atraviesa los muros de la sala de exposiciones. Este artefacto muestra, a modo de museo apocalíptico, los restos de nuestra civilización.
En la exposición, los elementos propiamente expositivos se presentan de forma alterada y dejan desnudas las paredes y sin iluminación vertical. Los objetos se presentan en una vitrina muy personal donde hay piezas que no están o que se encuentran escondidas. El valor de lo estético se pone en entredicho cuando las obras de arte se sustituyen por objetos de desecho o plantas secas.
Según el artista, "se trata de una deconstrucción de nuestra cultura para analizar cómo construimos nuestra historia". Masip ha señalado que "esto se puede vincular también a otro concepto, y es cómo percibimos la naturaleza, qué es lo natural o artificioso".
Una de las características más reconocibles en la obra del artista alicantino es su interés por aquellos lugares que él denomina "intersticiales", en el extrarradio de la ciudad: descampados, ruinas. "Lugares donde esa parte de nosotros se descontrola y aparece todo aquello que desechamos; piezas que están por debajo en nuestra escala de valores. ¿Qué pasaría si en el futuro esos objetos fueran los que nos representan como civilización?", ha explicado.
Desde el punto de vista del comisario, "la obra de Masip se construye a partir del espacio y en la relación entre el paisaje y la condición humana. Para el proyecto de 'Reinventar lo posible / Accionar lo imaginable', su obra suponía un nuevo desafío".
Según Juan Luis Toboso, "las formas como el paisaje se configura en la actualidad son apenas una construcción compuesta por diversos factores, sociales, económicos y políticos. De esta forma, esta arqueología ficcional que proponemos, es una tentativa de narrar el presente desde el simulacro que implica hacer una cartografía de la sociedad contemporánea".
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