El 1º libro que se imprimió en España fue en Valencia y en valenciano
Nos tenemos que remontar a plena época medieval, al año 1474, a una Valencia que no tiene absolutamente nada que ver con lo que es ahora. Y nos situamos en pleno corazón de la ciudad vieja, en el Portal de Valldigna. Fue aquí donde existía una pequeña imprenta que imprimió el que sería todo un hito desde aquel mismo momento: el primer libro en España, Les obres e trobes en llahors de la Verge María.
Esta obra, que se encuentra en la biblioteca de la Universidad de València, tenía otra peculiaridad histórica: el primer libro impreso en España fue en lengua valenciana. La imprenta pertenecía a Lambert Palmart que con este acto ha escrito con nombre propio una página en los libros de historia de la ciudad y de la imprenta en España.
El libro recoge diferentes poemas dedicados a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, tenía 66 hojas, 8 en blanco y 58 impresas. En realidad fue fruto de un concurso poético-religioso, patrocinado por el Virrey de Valencia, Luis Despuig, Maestre de la Orden Montesa y donde participaron 40 poetas, entre ellos Joan Moreno, Francesc de Castellvi y Joan Verdanxa. De estos 40 poetas, 32 eran de Valencia, otros tantos de Xátiva, uno de Gandía, otro de Cataluña y dos procedían de Castilla
Para la elección de los poemas se contó con un jurado, formado por Joan de Poxida y Lluis Castellvi, que representaban a la nobleza valenciana, además de los técnicos Martí Enyego, el Obispo Cristophol y el literato Bernat de Fenollar, encargado realmente de dirigir el certamen y escribir el cartel poético anunciador.
En la imprenta de Lambert Palmart cuatro años más tarde en 1478 también se llevó a cabo la impresión de la primera traducción de la Biblia de la historia, del latín a lengua valenciana. Era la biblia de Fray Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, de la que aún se conservan los capítulos XXI y XXII del Apocalipsis y el colofón. Actualmente se encuentran lejos de Valencia, en el Museo Hispanic Society of America en Nueva York.
Esta hecho puso de relevancia un hecho, el alto desarrollo social y económico que tenía el Reino de Valencia durante aquella época, centro impresor de toda la Península Ibérica y uno de los más destacados de tosa Europa. A finales de 1400, Valencia ya contaba con casi un centenar de libros impresos.