Mujercitas
Espléndida adaptación de la novela de Louisa May Alcott, que en esta nueva transposición a la gran pantalla actualiza algunos detalles sin alejarse del libro publicado en 1868. A diferencia de las versiones anteriores, dota a las protagonistas de un carácter sólido y las aproxima, en esencia, a mujeres más reconocibles hoy. Al dinamismo narrativo se unen sus excelsos apartados técnicos: las imágenes rebosan una luminosidad cautivadora y la dirección artística se luce al proporcionar unos escenarios y un vestuario impecables que, junto con la melódica música de Alexandre Desplat, elevan sustancialmente esta magnífica producción.
La acción se sitúa en Massachusetts durante la guerra de Secesión. En la ciudad de Concord, alejada del frente, las hermanas March comienzan a mirar al futuro mientras su padre sirve en el ejército unionista. La temperamental e independiente Jo (alter ego de la autora) sueña con convertirse en una reputada escritora, Amy destaca en la pintura, a Meg le gustaría ser actriz y tener una familia y la frágil Beth posee un don para tocar el piano. Sus vidas se verán alteradas con la irrupción del apuesto Laurie, el nieto preferido del adinerado Mr. Laurence.
La directora y guionista Greta Gerwig (Lady Bird) se ha atrevido a darle una singular estructura al guion y el resultado funciona. Ha optado por contar la historia saltando en el tiempo continuamente y ligando las escenas a partir de circunstancias singulares. Con el propósito de que el espectador no se pierda, modifica la caracterización de las actrices y se preocupa de dejar claro el lugar en que transcurre cada secuencia, aspectos aparejados a esas alternancias temporales. Esta fórmula le confiere a una obra tan conocida un atractivo adicional y aligera su seguimiento que no pierde interés a lo largo de los 135 minutos de metraje.
El relato conjuga equilibradamente romance, drama y humor, y sus tintes feministas nunca rebasan lo aceptable, además sabe subrayar esta parcela sin necesidad de minusvalorar a los personajes masculinos; resolviendo la película como corresponde y cerrando la proyección con un entrañable epílogo.
Saoirse Ronan (Brooklyn, María, reina de Escocia) vuelve a demostrar el oficio y las razones por las que se ha convertido en una cotizada y codiciada intérprete a sus 25 años. Le secundan perfectamente Emma Watson (Harry Potter), Florence Pugh (Lady Macbeth) y Eliza Scanlen. Por su parte, Timothée Chalamet asume unos registros que no le son desconocidos y se agradecen las destacadas intervenciones de Laura Dern, Chris Cooper y Meryl Streep, quien borda el rol de anciana rica y solterona.
Sin duda, estamos ante un estreno familiar plenamente recomendable.