La técnica constructiva de la piedra en seco es declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco
El XXXIII Comité Intergubernamental de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, reunido en Port Louis (República de Mauricio), ha aprobado incluir en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad la técnica constructiva de piedra en seco, candidatura en la que participa la Generalitat.
Esta candidatura es internacional está coordinada por Chipre y Grecia, y forman parte de la solicitud Croacia, Suiza, Eslovenia, Francia, Italia y España. Dentro de España, además de la Valenciana, están incluidas las comunidades autónomas de Cataluña, Baleares, Aragón, Extremadura, Andalucia, Canarias, Galicia y Asturias.
El territorio valenciano posee numerosos elementos construidos con la técnica de la piedra en seco. La ordenada colocación de unas piedras sobre otras, sin labrar, trabadas sin argamasa de compactación y solamente sustentadas por su propio peso, y la solidez que confiere la correcta disposición constructiva, conforman la minimalista y sabia arquitectura de la piedra en seco.
Un paisaje de elaboración humana que se encuentra en las comarcas del norte de Castellón, como las áreas de Vinaròs-Sant Jordi, en El Baix Maestrat; Tírig-Catí-Albocàsser, en L'Alt Maestrat y Vilafranca-Castellfort, en la comarca de Els Ports de Morella, donde es frecuente encontrar casetas y 'barraques' diseminadas por todo el territorio.
En la provincia de Alicante destacan los municipios de Callosa d'en Sarrià, Novelda, Crevillent o Pinoso, con numerosos ejemplos de ribazos, refugios agrícolas o refugios de cantero construidos con esta técnica y asociados a la antigua extracción minera. En las comarcas de Valencia destaca el municipio de Enguera, con un gran número de refugios, llamados cucos, repartidos por todo su término.
La Generalitat declaró la técnica constructiva de la piedra en seco como bien de relevancia local inmaterial en noviembre de 2016.
Arquitectura de la piedra en seco
Se trata de un tipo de técnica frecuentemente asociada a la autoconstrucción, es decir, era realizada por los propios destinatarios del edificio u obra resultante. Estos podían ser personas con otra actividad principal y que utilizaban la piedra en seco como uno más de sus conocimientos. Asimismo, su uso está ligado a prácticas sociales de ayuda y colaboración entre vecinos, que podía acometerse en periodos de menor carga de otro tipo de faenas agrícolas y ganaderas.
De acuerdo con esta extensión territorial, la arquitectura de piedra seca presenta una gran variedad tipológica y de soluciones constructivas, y se adecua a las variables geográficas, humanas y ambientales del territorio valenciano. Esta diversidad constructiva no hubiera sido posible sin la transmisión, generación tras generación, de una serie de conocimientos, técnicas y prácticas que, en su conjunto, conforman la técnica constructiva de la piedra en seco. Su transmisión se produce, tradicionalmente, de forma oral y en un contexto de aprendizaje informal.
Ligado a ello, existe otro componente inmaterial muy valioso, como es el del léxico relativo a herramientas, elementos constructivos, técnicas específicas, etc., el cual presenta variaciones fonéticas y semánticas en los distintos lugares de nuestro territorio en los que se manifiesta este bien.
En cuanto a su relación con el entorno natural, aunque la edificación en piedra seca carece, aparentemente, de planeamiento formal, esta sí que ejerce una actuación consciente sobre el medio, lo que ha dado lugar a la generación de paisajes antrópicos en los que las construcciones de piedra seca se adaptan e integran en el entorno.